Es una de las especias que tal vez tengas en tu cocina, pues es muy utilizada para condimentar los alimentos, con sus flores, hojas y corteza, ya que son aromáticas. “Su nombre botánico es Eugenia caryophillata y se trata de una especie que proviene de Indonesia y se cultiva en varias regiones tropicales como Tanzania, Madagascar y Brasil”, nos detalla la farmacéutica Mar Sieira, que añade que son aromáticas porque contiene casi un 20% de aceite esencial, volátil, que es el que le confiere además sus valiosas propiedades medicinales. “La más importante, es su acción anestésica local. También se puede utilizar por vía oral para tratar dolores de cabeza, problemas de estómago o incluso resfriados”, nos anticipa la experta.
Además, destaca que es la planta más rica en aceite esencial del reino vegetal. “Además es una poderosa fuente de vitaminas A, C, D, E, K y minerales, como el calcio, manganeso, magnesio y potasio. También contiene ácidos grasos Omega 3”, repasa Mar Sieira.
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Así puedes sacar partido al clavo
- Dolor de muelas. Uno de sus usos caseros más conocidos es para aliviar el dolor de muelas, al actuar como anestésico de la zona a tratar. La farmacéutica matiza que, en este caso, utilizaremos 2-3 gotas de aceite esencial de clavo y mezclaremos con aceite de girasol o de oliva (2-3 gotas). La mezcla la impregnaremos en una torunda de algodón y aplicaremos en la zona a tratar.
- Combatir mal aliento. “El clavo también tiene propiedades antisépticas y combate el mal aliento. Por este motivo, también algunas personas mastican directamente el clavo unos minutos en la boca, aunque el sabor y el aroma son excesivamente fuertes”, apunta.
- Picaduras de insectos. Si preparas una infusión vertiendo en 100ml de agua 4 clavos, dejando hervir 3 minutos y dejando reposar otros 10 min tapada, obtendrás una mezcla perfecta que aplicada sobre la piel en compresas frías te ayudará a tratar las picaduras de insectos. Y si quieres ahuyentar los insectos de la comida, puedes clavar 4-5 clavos en medio limón. Ese aroma tan fuerte que emite no le gusta a los insectos, y así te dejarán comer tranquilo en la terraza o en el jardín.
- Repelente natural. Puedes elaborar también un repelente natural de insectos para las plantas, dejando macerar 10 clavos en 50ml de aceite de almendras mezclado con 250ml de alcohol, agitando al menos la mezcla un par de veces al día, y guardándola alejada de la luz, durante 4 días. El líquido obtenido puedes filtrarlo y posteriormente rociarlo sobre las plantas con un atomizador. También puedes realizar una mezcla similar utilizando directamente el aceite esencial y mezclándolo con agua, agitando bien antes de utilizarlo.
- Bueno para tu digestión. El clavo aumenta la secreción de enzimas gastrointestinales, mejora la digestión y alivia problemas del sistema digestivo, como estreñimiento, náuseas o dolor de estómago.
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Ten precaución
Eso sí, Mar Sieira apunta un aspecto que hay que tener muy en cuenta. “El uso del aceite muy concentrado puede ser irritante para la mucosa, por eso, como siempre recomendamos, trabajaremos con el aceite esencial mezclando 2-3 gotas con 10 gotas de aceite vegetal de manera que podamos aplicarlo directamente sobre la piel/mucosas”, dice. Y por su poderoso aceite esencial, mujeres embarazadas o en fase de lactancia, niños menores de seis años y pacientes con problemas gastrointestinales y enfermedades neurológicas deben evitar su consumo. “Ya sabes que, ante la duda, lo mejor es que siempre consultes con tu médico”, apunta.