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No todas las manchas que aparecen en nuestra piel son iguales. El melasma, por ejemplo, es una mancha en la piel, que no reviste gravedad, pero que sí nos resulta antiestética. El doctor Gerardo Martin, jefe de Dermatología del Hospital Sanitas Virgen Del Mar, nos indica que se trata de una "patología crónica y recidivante", es decir, cuando aparece, puede mejorarse, pero no eliminarse y tiende a volver a aparecer. Tampoco hay forma de prevenirla, ya que se desconocen exactamente las causas que la produce. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre estas manchas en la piel y qué debes hacer si detectas que las tienes.
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¿Por qué aparecen las manchas en la piel?
Con la edad, hay zonas en la piel que se hiperpigmentan. La exposición al sol es el motivo principal, que ocasiona, con mayor frecuencia, los lentigos, manchitas que puedes detectar en la cara, el escote, los brazos o el dorso de la mano, ya que son zonas que suelen estar al descubierto, sobre todo, en verano. "Estas están producidas por la acumulación de daño solar a lo largo de tiempo", aclara el especialista en dermatología.
Las causas de la aparición del melasma son desconocidas. "Hay factores como la predisposición genética del individuo, la exposición al sol, los cambios hormonales y la toma de anticonceptivos que influyen", añade. Pero no hay forma de prevenirlas, puesto que no se sabe si una persona que se expone al sol o que se queda embarazada va a desarrollar un melasma o no. "No hay manera de 'controlar' su aparición", sostiene.
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¿Qué apariencia tiene el melasma?
Se trata de manchas pigmentarias difusas de un color marrón claro que, como decíamos, aparecen en la piel. Suelen darse en zonas como las mejillas, el labio superior y la frente. Están producidas por un aumento de la melanina. Se distinguen de los lentigos solares porque estos últimos tienen un color marrón más intenso.
Estas manchas solares son inofensivas y no tienen ningún componente tumoral. Es decir, al margen de que para muchas personas suelen constituir un problema estético, no pueden malignificarse. En cualquier caso, hay que estar atenta a cualquier alteración que presente la piel para detectar lesiones que sí pueden ser malignas, como el melanoma. "La apariencia de este es la de un lunar oscuro, con bordes irregulares y que cambia de tamaño". Si tienes dudas, pide cita a un dermatólogo para que pueda darte un diagnóstico más certero.
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¿Existe tratamiento para el melasma?
Como afirma el doctor Gerardo Marín, el melasma son manchas en la piel difíciles de tratar y dependerá de la profundidad de la lesión. "Lo principal es recibir un diagnóstico y ponerse en manos de un dermatólogo que realice un control periódico y administre el tratamiento más efectivo para mejorar estas manchas, que no erradicarlas".
Y es que, como insiste, tienen un carácter crónico, se intensifican en verano y en invierno se suavizan. Principalmente, por la exposición al sol. Por ello, una forma de prevenirlas cuando ya existe el diagnóstico es protegerse de forma física (con gorras de ala ancha) y protectores solares con un filtro alto.
También hay medicación tópica, en peeling y oral, pero hay que tener en cuenta que sin protección solar, no se controlan. Estos tratamientos son sustancias despigmentantes a base de sustancias como la hidroquinona o ácidos como el acelaico, kójico, el tranexámico, en concentraciones e indicaciones adecuadas y personalizadas. "Estos tratamientos son intensos y suelen aplicarse en invierno, en primavera y verano, puede utilizarse retinoides". En cualquier caso, siempre deben estar recetados por un médico dermatólogo que, además, lleve un control de cómo responde la piel y si se atenúan las manchas.
Por último, existen dispositivos médicos, como unos tipos de láser (Q-switched) que están indicados para este tipo de manchas. No las curan, pero las atenúan. En cualquier caso, es importante que el médico determine antes qué tipo de mancha es para que establezca un protocolo para tratar y prevenir el melasma una vez ya se han diagnosticado.
