Tener las piernas hinchadas es un problema muy molesto que no siempre está causado por el calor, aunque sí es uno de los factores principales. Hay otros motivos que pueden provocar que las piernas se hinchen y en algunas ocasiones pueden venir unidos a condiciones médicas que deben ser consultadas con el médico. Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions, nos ayuda a repasar aquellas razones más habituales que hacen que las piernas se hinchen, se noten pesadas e, incluso, duelan y nos da algunas soluciones para mejorar la circulación. Empezamos con la causa más frecuente: las altas temperaturas y cómo afectan a nuestro cuerpo.
Calor
El calor es el principal factor por el que las piernas se hinchan. Cuando suben las temperaturas, retenemos más líquidos y esto puede afectar a varias partes de tu cuerpo, entre ellas, las piernas, los tobillos y los pies. Esto es debido a que los vasos sanguíneos se dilatan, pierden elasticidad y dificulta la circulación de los líquidos. Este se puede salir de los vasos. Para evitarlo, el sistema linfático interviene para que no se acumule en los tejidos. Pero no siempre lo consigue, de forma que acaba produciéndose la hinchazón, algo que, médicamente, se denomina edema periférico.
Sedentarismo
Es otra de las causas que produce la hinchazón en las extremidades. Pasar muchas horas sentada, en la misma postura y sin moverse impide que los líquidos circulen adecuadamente y acaba produciéndose el edema periférico. Esta es la razón por la que muchas personas que tienen problemas de movilidad, acaba sufriéndolo. También aquellas que pasan mucho tiempo de pie o las que sufren obesidad.
Cambios hormonales
Las hormonas juegan un papel importante a la hora de provocar que las piernas se hinchen. Por ejemplo, en etapas como la menstruación, el embarazo o la menopausia, se produce una mayor retención de líquidos, ya que los vasos se dilatan y afecta a la circulación.
Exceso de sal
El exceso de sal en las comidas y el sodio de los alimentos también afecta a la circulación sanguínea. Cuando comemos con mucha sal, esta hace que se produzca una subida de la tensión sanguínea, las venas y arterias se estrechan y la sangre no fluye.
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Enfermedades
Algunas patologías, como las cardiacas, la diabetes, las enfermedades renales o hepáticas, así como algunos problemas relacionados con el sistema linfático, también pueden provocar la hinchazón en las piernas. Por eso, cuando observamos los pies o las piernas hinchadas y es algo constante, es preciso acudir al médico. Asimismo, algunos medicamentos también ser la razón de las piernas hinchadas. Si estás medicándote, lee el prospecto o consulta con tu médico o farmacéutico.
Bebe agua
La hidratación correcta es fundamental para mejorar la circulación sanguínea. Cuando no bebemos lo suficiente, se produce una caída de la presión sanguínea, lo que, con el tiempo, provoca problemas de circulación. Recuerda beber aunque no tengas sed.
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Evita las horas de más calor
Cada vez hace más calor y eso empeora la circulación. Por ello, para evitar que las altas temperaturas acaben perjudicando tu circulación, evita salir a la calle cuando el sol apriete. O, por lo menos, intenta no permanecer muchas exponiéndote al calor.
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Cuida tu dieta
Es otra de las medidas más importantes para evitar la retención de líquidos, cuidar tu corazón, prevenir enfermedades y mejorar la circulación sanguínea. También evita las bebidas alcohólicas o tomar mucho café.
Haz ejercicio
La Organización Mundial de la Salud recomienda hacer entre 150 y 300 minutos de actividad física moderada o vigorosa a la semana, incluso para aquellas personas con alguna discapacidad o enfermedad crónica. El sedentarismo favorece la acumulación de líquidos en las extremidades inferiores, al tiempo que fomenta la obesidad.
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Mueve las articulaciones
Si permaneces mucho tiempo en la misma posición (por ejemplo, trabajando de pie) debes mover las articulaciones y los músculos de las piernas regularmente. Puede ser suficiente con caminar un poco cada treinta minutos o una hora, a fin de que la circulación vuelva a funcionar correctamente.
Date duchas de agua tibia y fría
Esto ayudará a activar la circulación y a reducir la inflamación. Lo ideal es que empieces con agua tibia y continúes con fría. Puedes aprovechar por darte un ligero masaje de abajo a arriba para ayudar a que la sangre fluya.
Reposa las piernas
Es útil descansarlas y mantenerlas ligeramente elevadas durante unos 15 o 20 minutos, para así favorecer el retorno de la sangre hacia el corazón. Las personas que trabajen sentadas pueden beneficiarse de usar un reposapiés que permita tenerlas un poco en alto.
Usa medias de compresión
Como nos cuentan desde Medilast, este tipo de medias ejercen fuerza sobre las piernas y sus vasos sanguíneos que facilitan el riego sanguíneo de retorno. Así pues, con el uso diario de este tipo de prendas podrás disfrutar de unas piernas mucho más descansadas y con menos hinchazón.