La naturaleza nos proporciona remedios naturales que nos cuidan por dentro y por fuera. Es el caso de los aceites naturales de plantas, frutas y semillas, auténticos tratamientos que hidratan, nutren, calman y protegen tu piel. Por ello, si acabas de volver de vacaciones y necesitas reparar la epidermis de los excesos del verano y el sol, toma nota de estas 9 propuestas que Rebeca Gómez, cofundadora de Gloü Organics, nos hace. Comenzamos con uno de los aceites más populares, el de aguacate.
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El aguacate es uno de los considerados 'superalimentos'. No porque tenga superpoderes, sino porque su composición nutricional hace de él uno ingrediente indispensable para cuidarte por dentro y por fuera. Es rico en vitaminas A, B, C, D y E, sustancias que contribuyen a hidratar y nutrir tu piel. De hecho, está indicado para todo tipo de pieles, incluso, aquellas que con dermatitis atópicas, eczemas o psoriasis.
Aceite de lavanda
Es uno de los aceites más utilizados para casos de estrés y ansiedad, por su poder calmante. Estas mismas propiedades se pueden aplicar a la piel, ya que es antiinflamatorio, tonificante y antioxidante.
Aceite de oliva
Es el rey en la cocina, uno de los alimentos más saludables que existen, una de las razones por las que la dieta mediterránea es tan saludable y, como no, un remedio natural para tu piel. Es rico en antioxidantes, vitaminas E y K y en ácidos grasos. Hidrata, protege, repara y evita el envejecimiento celular.
Aceite de jojoba
Este remedio natural es ideal para combatir los efectos de los radicales libres sobre las células de la piel, que aceleran el envejecimiento. Esto es gracias a su efecto antioxidante y altamente hidratante. Lo consigue porque es capaz de retener el agua de las células para no perder humedad.
Aceite de avellana
Es posible que no hayas oído hablar de este aceite natural como un de los más indicados para devolver el equilibrio a tu piel, pero lo cierto es que al aplicarlo sobre esta logras una hidratación profunda. Esto es gracias a su alto contenido en vitamina E. Además, tiene propiedades antibacterianas y regeneradoras que contribuyen a mantener la elasticidad y la firmeza de la epidermis.
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Aceite de borraja
Este activo es una fuente natural de ácido linoleico omega-6, antioxidantes y vitaminas C y E. Se trata de un potente seborregulador y protector de la barrera hidrolipídica que deja la piel jugosa e iluminada y ayuda a reducir las arrugas y los signos de la edad.
Aceite de pepitas de uva
Continuamos con otro aceite natural poco conocido, el de las pepitas de uva. Su alto contenido en ácidos grasos y polifenoles estimula la producción natural de colágeno, con lo que tu piel se verá más joven y saludable.
Aceite de calabaza
Son muy conocidos los efectos beneficiosos de la calabaza para la salud. Aunque quizá no se conozcan tanto los del aceite de sus pepitas. Este es un gran aliado para combatir la formación de arrugas y líneas de expresión, y su uso habitual contribuye a prevenir el envejecimiento prematuro y la piel se ve más saludable.
Aceite de chía
Este aceite es muy rico en antioxidantes y Omega-3, sustancias que contribuyen a mantener el microbioma de la piel. Además, es altamente hidratante, nutritivo, antiinflamatorio y ayuda a reparar la piel.