¿Un verano sin peleas? Toma nota de estos 8 consejos para llevarte 'bien' con la familia

Muchos las están disfrutando ya y otros estarán a punto de comenzar unos días de descanso. Otros se habrán ido de viaje y estarán reservando unos días para pasarlos con 'la familia'. Es algo que puede generar estrés. Y que puede convertirse en un calvario cuando salen temas peliagudos o cuando no sabemos muy bien cómo comportarnos para no herir sensibilidades o que no nos ofendan a nosotros. 

Como nos recuerda el director de Psicopartner, el psicólogo Ángel Luis Guillén, mantener la compostura y la armonía en determinados encuentros familiares puede resultar una tarea complicada. Pero el experto nos da 8 claves para gestionar con éxito las relaciones familiares y lograr que sólo se respire buen ambiente.

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Tu familia es la que tú creas 

Debemos tener claro que la familia real es la que hemos formado. De esta manera, podremos ir recolocando al resto en su lugar y organizar las prioridades. Para llevarnos bien con las demás miembros, lo más sencillo es que los viajes que organicemos sean cortos porque así serán más agradables. 

No debemos tratar de cambiar a los demás 

Llegados a un punto, debemos aceptar a las personas cómo son, sin tratar de cambiarles ni convencerles. Hay que hacer un esfuerzo para no hablar de temas que puede resultar conflictivos. Por ejemplo, política o religión. Las preferencias sexuales o el dinero son también temas que pueden provocar encontronazos. 

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Divide y vencerás 

Cuando organicemos las vacaciones y tengamos que ver a nuestra familia y a la política, lo idea es que se haga un reparto equitativo, puesto que así se evitarán resquemores de unos y de otros. También es importante que se piense en el dinero que se va a invertir en la visita, ocio, etc. 

Sé agradable

Es importante  acostumbrarse a decir cosas bonitas a la familia política. La sinceridad y la verdad hay que administrarlas con mucha prudencia, bondad e inteligencia… Si no lo piensas, no pasa nada por que, durante unos minutos, seas agradable con aquellas personas que son significativas en vuestras vidas. 

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Un poco de teatro no es malo 

No hay que ser siempre auténticos y decir las cosas como las sentimos o como nos vienen a la cabeza. Hay que ser conscientes de que la buena gestión de la familia política pasa por la contención y, en ocasiones, por la falsedad. No hay que ser combativo, uno debe transformarse en un aspersor de positividad y buen rollo.

Aprecia lo que tienes, la vida son dos días 

No siempre somos conscientes de que lo que tenemos es bueno. O, al menos, quizá no sea tan malo como podría serlo o que con un poco de paciencia, todo mejora. Disfrutar de lo que se tiene es importante, ya que en la mayoría de los casos, la familia (sea o no política) está predispuesta a querernos. Además, todo el mundo tiene cosas buenas, hay que escuchar a la familia, aprender de ellos y divertirse.

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Ayuda siempre que puedas

A la suegra a cuidar del jardín o a escuchar 'sus batallitas'. Atiende cuñado que quiere montar una nueva empresa. Compadécete (aunque tú no harías lo mismo) del sobrino que a los 40 años aún no tiene claro qué hacer con su vida... Uno ha de estar siempre disponible para ayudar, si los familiares están preparando una comida, por ejemplo, uno ha de colaborar activamente.

Ojo con perder el control 

Las bebidas alcohólicas alteran las percepciones, nos pueden irritar o deshibir demasiado. Por lo que hay que tener cuidado. También con la cafeína tan presentes en vacaciones. Son falsos amigos y grandes ansiógenos, es decir, generan ansiedad, lo mejor es sustituirlos por descafeinados y sucedáneos.

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