Hay personas que afrontan el verano con un problema extra: la sudoración excesiva. Sudar, tal y como explica la farmacéutica Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América, es normal, una señal de que nuestro cuerpo está demasiado caliente y necesita enfriarse evaporando el agua de la piel para enfriarla. Sudamos cuando hace mucho calor, cuando hacemos un ejercicio intenso, debido a cambios hormonales, cuando estamos nerviosos… Pero lo cierto es que el problema llega cuando el sudor se convierte en excesivo. En esos casos, hablamos de hiperhidrosis, una afección médica en la que nos encontramos con que el mecanismo del cuerpo para enfriarse es hiperactivo y puede causar una producción de sudor hasta 4 o 5 veces mayor de lo normal.
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Un problema que afecta al día a día
Hay personas que ven cómo esta sudoración excesiva puede interferir en su día y causarles angustia emocional. Como decíamos, puede aparecer por distintas causas. La menopausia y el embarazo aumentan la probabilidad de experimentar sus efectos adversos, como sofocos y una sudoración extra. Y también los trastornos de las glándulas sudoríparas son la causa común de cualquier problema relacionado con el sudor y pueden provocar sudoración excesiva, disminución de la sudoración e incluso ausencia total de sudoración.
Como decíamos, puede tener un impacto negativo en la calidad de vida y provocar aislamiento social y sentimientos de timidez. Puede afectar a la mayor parte del cuerpo, pero comúnmente afecta a las axilas, las manos y los pies. Las condiciones médicas subyacentes, como tener una tiroides hiperactiva (hipertiroidismo), diabetes, niveles bajos de azúcar en la sangre (hipoglucemia), también pueden provocar sudoración excesiva, sudores nocturnos e intolerancia al calor. La obesidad y el alcoholismo también pueden desencadenar episodios de sudoración intensa.
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Consejos para combatir la sudoración excesiva
- Mantenerse bien hidratado. Beber agua es fundamental para mantener el cuerpo fresco en altas temperaturas. Por ello, la clave reside en ingerir suficientes líquidos.
- Hazte con un vaporizador o atomizador. Tal vez no lo habías pensado, pero puede ayudarte usar un vaporizador para rociar agua sobre la piel, pues contribuyes al sistema de enfriamiento natural del cuerpo. A medida que el agua se evapora, el cuerpo se enfriará naturalmente.
- Elegir bien la ropa. En verano, toca optar por prendas ligeras, sueltas y con tejidos naturales y transpirables para permitir que el sudor se evapore. De este modo, en la zona de las axilas el sudor se absorberá. ¿Y el calzado? La mejor idea es optar por sandalias abiertas y zapatillas de malla transpirables para hacer deporte. Usar calcetines absorbentes, ropa blanca y negra también puede ayudar a disimular los efectos de la sudoración intensa y, aunque no es una opción permanente, puede hacerte sentir mejor.
- Cuidar la higiene. En verano, hay que extremar la higiene. Por eso, la farmacéutica recomienda, con la piel limpia, aplica dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, desodorante antitranspirante. Su aplicación en las axilas es muy eficaz para controlar el exceso de sudor.
- Fuera estrés. Está comprobado que la ansiedad puede aumentar la producción de sudor. Controla la ansiedad respirando profundamente y concentrándote internamente.
- Ojo con las comidas picantes. El picante o la cafeína aumentan el proceso de sudoración con las temperaturas altas.
- Evita el ejercicio físico a medio día. “Cuando el sol está en pleno apogeo, el cuerpo es más propenso a sudar. Así que, aprovecha los largos días de verano y planea tu entrenamiento a primera hora de la mañana o a última hora de la noche”, cuenta.
- Pueden influir tus medicamentos. Quizá no lo sabías, pero hay una serie de medicamentos comunes que pueden incrementar la sudoración. Asegúrate de consultar con tu farmacéutico antes de comenzar cualquier medicamento nuevo, especialmente durante los meses más cálidos del verano.
- Toxina botulínica como remedio a la hiperhidrosis. Cuando los antitranspirantes no son efectivos para controlar la sudoración excesiva, un médico especialista puede administrar un tratamiento con toxina botulínica. Los resultados duran alrededor de cinco y siete meses, depende de cada persona.