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ruth lorenzo© Getty Images

Hipertrofia mamaria: ¿en qué consiste el problema que padece Ruth Lorenzo?

Tener unas mamas demasiado grandes puede causar muchas molestias en la espalda, pues se adoptan posturas inadecuadas y, a la vez, puede afectar a la autoestima


Actualizado 29 de mayo de 2023 - 19:13 CEST

Cuando hablamos de problemas estéticos relacionados con el pecho de la mujer, normalmente tendemos a pensar en un pecho escaso. Pero lo cierto es que son muchas las mujeres que también se encuentran en el otro extremo: tienen una mama excesivamente grande. Es algo que le sucede, por ejemplo, a la cantante Ruth Lorenzo, quien ha compartido cuál es el nombre de su problema: hipertrofia mamaria. Ella misma lo ha reconocido en el estreno de 'Freeda Doc', una serie de piezas documentales en las que se tratarán temas relevantes con testimonios muy diversos, en este caso relacionados con el pecho.

"Amy Winehouse me llamaba la tetona en el Factor X", cuenta como anécdota la cantante"Me creció el pecho tan rápido, tan tan rápido, de estar superplana a de repente, los niños en el colegio pensaban que me ponía calcetines. No comprendes tu cuerpo frente al espejo. No te da tiempo mentalmente a desarrollarte de una manera para comprender lo que te está pasando en el cuerpo. Tu cuerpo se desarrolla mucho antes que tu mente. Mi cuerpo es super sensible a las hormonas femeninas y me crece el pecho sin parar. Llevo dos reducciones de mama y voy a por la tercera, que lo más seguro es que tengan que retirarme la mama completamente para tener que evitar seguir operándome", se sincera la artista, que reconoce que esta condición puede favorecer la aparición de un cáncer de mama. "Es algo de lo que debo estar atenta", comenta al respecto.

Además, era un problema que le impedía hacer deporte, y tenía que recurrir a llevar, incluso, tres sujetadores. "Se trata de que soy una mujer superactiva, que me encanta el deporte, que en el escenario no paro y que quiero sentir que puedo abrir los brazos, moverme", cuenta. Y narra, además, cómo ha tenido que pasar por horas de terapia y cómo intentaba disimular su particular defecto, ¿con qué truco? Rizándose, por ejemplo, mucho su melena, para desviar las miradas.

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Qué es la hipertrofia mamaria

“Una hipertrofia mamaria son unas mamas excesivamente grandes como consecuencia de un crecimiento que se produce, normalmente, durante la adolescencia. Se trata de un crecimiento excesivo, difuso, puede ser bilateral, es decir de las dos mamás, o unilateral, aunque es mucho más frecuente que sea de las dos mamas, pero no tiene por qué ser simétrico. Provoca alteraciones funcionales como dolor cervicodorsal, dermatitis de repetición en los pliegues submamarios, hipotrofias grasas en la zona de de los hombros por las marcas que deja el sujetador, sin contar, por supuesto, con todas las secuelas o complicaciones psicológicas que puedan derivarse de tener unas mamas excesivamente grandes, generalmente en la adolescencia, que es un periodo en el que la madurez psicológica tampoco está totalmente desarrollada”, nos cuenta la doctora Isabel De Benito, cirujana plástica y presidenta de SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética).

Causas de la hipertrofia

Según la doctora Ana Torres, cirujana estética de AECEP, el pecho puede experimentar un crecimiento anormal en dos periodos clave en la vida de la mujer, la adolescencia y la menopausia. Bajo el influjo hormonal, el tejido mamario puede crecer de manera desproporcionada, y causar la llamada hipertrofia mamaria o en su caso extremo la gigantomastia. Este último caso, el de los llamados pechos XXL, puede deberse también a la herencia genética. Aunque la mama puede continuar su crecimiento hasta los 22 años, la doctora Torres aconseja intervenir si existen mucho dolor y/o problema psicológico en la paciente.

En relación a las causas, la doctora De Benito de la SECPRE coincide en que realmente no se sabe con exactitud qué factores y cuál es la etiología de este crecimiento anormal, pero se ha hablado mucho de que puede existir una hipersensibilidad de los órganos diana de la glándula mamaria a la influencia hormonal. "Entonces en estos periodos de la vida donde existen tormentas hormonales u hormonas en exceso, especialmente en la adolescencia, pues puede ser que ese tejido tenga unos receptores diana, que son especialmente sensibles a esas hormonas y que hacen que crezca en exceso. Este es uno de los factores que se implican en este tipo de hipertrofia mamaria. Existen algunas hipertrofias que también pueden ser familiares, es decir, que puede existir cierta predisposición familiar, pero realmente la etiología o las causas concretas de por qué se produce una hipertrofia mamaria en la adolescencia, no las sabemos", apunta

Y nos cuenta que hay algunas otras hipertrofias que se producen en la menopausia especialmente y se deben a que el tejido glandular, cuando deja de estar expuesto a la influencia hormonal, es sustituido por tejido graso. "Entonces, el tejido graso sí que es susceptible de engordar con la menopausia. En realidad no podríamos decir que es una hipertrofia mamaria como tal, sino que en realidad es el aumento de tamaño de las mamas asociado a la menopausia”, nos aclara.

Problemas de espalda por la tendencia a adoptar una mala postura

Como anticipábamos, una de las zonas que más sufre con una talla elevada de pecho es la espalda. En la mayoría de las ocasiones, el cúmulo de años de mala postura y la falta de ejercicio físico, por los impedimentos que acarrea dicha talla, provocan una falta de tonificación que sobrecarga los músculos. Así, los expertos apuntan que muchas mujeres sufren durante años por no encontrar sujetadores de su talla o que realicen correctamente su función sin hacerles daño, otras dejan de practicar deporte por las molestias y la falta de sujeción, sin olvidar las que adoptan malas posturas simplemente para ocultar su pecho, o evitan el uso de determinado tipo de ropa. El problema son las medidas posturales que adoptan las mujeres con un pecho grande, ya que para disimular el pecho suelen encorvarse, hecho que genera unas molestias, sobre todo en las zonas cervicales y dorsal alta.

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Reducción de pecho, la solución

No estamos, por lo tanto, solo ante una cuestión de estética y no es extraño que acaben recurriendo a la cirugía, como ha sido el caso tanto de Ruth Lorenzo como de Alba Díaz, sometiéndose a una intervención que ayuda a recuperar una buena postura, pero que tiene, además, otros beneficios: las pacientes ven cómo se alivian las molestias de espalda, mejoran su autoestima y vuelven, además, a disfrutar de la actividad deportiva que, en ocasiones, dejan relegada por este problema. Los dolores de espalda provocados por el peso de los senos femeninos "pueden ser insoportables”, explica la doctora Ana Torres, quien insiste en que, además, una mama excesivamente grande genera malposiciones posturales.

“Las posibles soluciones pasan todas por la cirugía, por la reducción mamaria a través de diferentes técnicas. Realmente parece paradójico, pero en algunas de estas técnicas de reducción mamaria incluso se pueden emplear prótesis mamarias, porque al final son mamas que no solamente es que sean grandes, sino que están muy, muy caídas y se tiene que realizar una auténtica reconstrucción mamaria después de haber extirpado gran parte de la mama y, a veces, para ello se utilizan implantes. Es una cuestión que parece bastante paradójica -que en una reducción se utilicen implantes-, pero realmente existen algunos casos en los que hay que hacerlo. Si no, la cirugía se realiza a través de diferentes técnicas, la reducción de tejido mamario y la colocación también de la mama en el sitio que le corresponde en el tórax”, nos cuenta la doctora De Benito.

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Otros motivos que llevan a someterse a una reducción de pecho

No podemos olvidar otras razones por las que las mujeres se someten a una reducción mamaria como pueden ser la aparición de eccemas o de intértrigo (inflamación de la piel en los pliegues de ésta) en la parte inferior del pecho, la excesiva presión y las molestas marcas de los tirantes del sujetador en los hombros. Otro motivo es la dificultad para realizar ejercicio físico. Por este motivo, es muy frecuente que las pacientes que acuden a un Cirujano Plástico y Reparador para someterse a este tipo de intervención vengan derivadas por sus médicos de atención primaria o por otros especialistas como traumatólogos o reumatólogos.

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Estudiar cada caso de forma individual

Todos estos condicionantes hacen que haya mujeres que toman la decisión de pasar por quirófano para realizarse una cirugía de reducción mamaria. Eso sí, antes de dar el paso de realizar esta o cualquier otra intervención quirúrgica es importante conocer todas las opciones y buscar un buen especialista. Para el doctor Marco Antonio Amaya, cirujano y director el Instituto Español de Cirugía Plástica, especializado en la reducción de pecho, es determinante estudiar cada caso particularmente, para no sólo decidir la idoneidad de la intervención, sino la técnica que aportará mejores resultados.

La mamoplastia de reducción es la intervención a través de la cual se consigue reducir el volumen de los senos mediante la eliminación de grasa, piel y tejido mamario que el pecho presenta en exceso. El tratamiento consiste en reducir el diámetro de la areola con el fin de lograr la perfecta armonía con el seno y que éste a su vez quede proporcionado con el resto del cuerpo. Y, pese a lo que pueda parecer, es una intervención bastante demandada, pues tiene mucha influencia tanto en la estética como en la salud de la mujer. Su demanda ha subido cuatro puntos desde 2014 y la eleva hasta el tercer lugar entre los procedimientos más demandados del sector. La reducción del pecho de la mujer se solicita, sobre todo, por motivos de salud.

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Lo que tienes que tener en cuenta si te sometes a una reducción de pecho

Mientras, el doctor Diego Tomás Ivanchich, resume algunas consideraciones sobre esta intervención:

  • El exceso de volumen en el pecho se suele acompañar de una caída, por ello el objetivo de esta intervención es doble: disminuir el tamaño, a la vez que se eleva el pecho.
  • El tiempo estimado en el que se realiza una mamoplastia de reducción suele ser de 2 a 3 horas y bajo anestesia general, con un ingreso en clínica de 24 horas. A los dos días se le hace a la paciente la primera cura y se le coloca un sujetador especial que ha de llevar durante un mes, podrá ducharse a partir del tercer día y los puntos se retirarán en 2-3 semanas. Dependiendo del tipo de actividad profesional, el Dr Diego Tomás Ivancich recomienda un reposo postoperatorio de 10 a 14 días, además de no cargar peso durante un mes.
  • Antes de someterse a una reducción de pecho, la paciente debe asegurarse de que éste ha terminado su completo desarrollo (alrededor de los 18 años), aunque si es necesario puede realizarse antes.
  • Lo que tienen en común las técnicas de reducción mamaria es que dejan una cicatriz vertical desde la areola al surco submamario y otra horizontal a lo largo de este surco (cicatriz en T invertida). Las cicatrices tardan en madurar alrededor de un año.
  • En una operación de reducción de mamas el pecho modifica su posición. Esto es debido a que la transformación de los tejidos hace posible que la piel se tense y, de este modo, pueda volver a sujetar los senos, que ahora tienen un peso menor.

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