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En estos días de altas temperaturas, extremas en muchos lugares en las horas centrales del día, el aire acondicionado se convierte en el aliado indispensable de nuestros hogares. Sería imposible aguantar en tiendas, casas u oficinas sin recurrir a estos aparatos que nos aportan el frescor que tanto necesitamos. Pero ojo, hay que hacer un uso correcto del aire acondicionado si queremos evitar problemas relacionados, por ejemplo, con nuestra salud respiratoria. Así lo apunta el doctor Asier Bengoechea, neumólogo del centro médico de Vithas en Alzira, que ha alertado sobre el efecto que puede tener un uso inadecuado del aire acondicionado para la salud. “Es difícil pensar cómo sería el verano sin aire acondicionado. Las temperaturas frescas pueden ser un bálsamo frente al calor, pero también pueden suponer un problema para la salud respiratoria”, explica.
Y para confirmar esta afirmación, el especialista hace referencia a un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) que apunta que “hasta un 20% de los cuadros catarrales, de laringitis, faringitis o de procesos bronquíticos que se producen en verano son consecuencia de un uso inadecuado del aire acondicionado”.
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Posibles problemas que pueden aparecer
Pero es que, como nos explicaba además la Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna de Vithas Internacional de Madrid, “puede ocasionar resequedad de mucosas y síntomas como irritación ocular, dolor de garganta, cambios en la voz, resequedad de la piel e incluso empeoramiento de algunas alergias. Algunos estudios han demostrado que las personas que trabajan en espacios con aire acondicionado excesivo incluso pueden presentar dolores de cabeza crónicos y sensación de fatiga”. La exposición al aire frío puede resultar especialmente perjudicial en pacientes con antecedentes de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica u otras patologías pulmonares. “El exceso de aire frío puede provocar una inflamación de la mucosa del árbol bronquial, lo cual actúa como un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones respiratorias y de exacerbación de crisis asmáticas y episodios de bronquitis”, afirma la especialista de Vithas Internacional.
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Recomendaciones útiles
Teniendo esto en cuenta, los especialistas aprovechan para recordar algunas recomendaciones para una correcta utilización del aire acondicionado.
-En primer lugar, el experto señala que la temperatura “no debe bajar de los 22,5 grados, aunque lo ideal es que se mantenga en torno a los 24 y 26 grados, y con una humedad relativa del 35 al 60%”.
-Recomienda llevar alguna prenda ligera de ropa “que pueda proteger en lugares más fríos mientras el cuerpo se aclimata”.
-Hay también que vigilar la hidratación del cuerpo “tomando abundante líquido, principalmente agua, ya que el aire acondicionado fomenta la sequedad de las mucosas nasales, lo que origina molestias respiratorias”. Estas recomendaciones son “fundamentales en pacientes con patologías respiratorias como asma o EPOC”.
-Puede resultar útil el uso de lubricante ocular para hidratar los ojos, sobre todo en personas que pasan muchas horas delante de un ordenador. Igualmente ocurre con la piel: usar una crema hidratante evitará la resequedad.
-De ser posible, realizar descansos durante el día, pero evitando un cambio súbito de temperatura.
- En caso de presentar síntomas respiratorios, acudir al médico de familia, que valorará la situación.
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Revisar bien los aparatos
Al margen de estas recomendaciones, hay otra que no podemos pasar por alto: el correcto mantenimiento de los equipos de aire acondicionado. El doctor Bengoechea señala que “es de vital importancia conservar los aparatos de aire acondicionado en condiciones óptimas de limpieza”, ya que un mantenimiento deficiente “puede contribuir a la aparición de enfermedades como la legionelosis, responsable de neumonías graves. Además, los sistemas de climatización también pueden ser colonizados por hongos que provocan rinitis, asma o neumonía”, comenta el doctor. Y es que esta bacteria tiene su nicho ecológico natural en aguas superficiales y encuentra en los sistemas de aire acondicionado un reservorio idóneo.
