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Tras dos años especialmente complicados, desde el punto de vista psicológico, debido a la pandemia de la COVID-19, no son pocas las personas que este verano han decidido preparar sus maletas para ponerse en ruta rumbo a destinos lejanos. Los viajes al extranjero se han ido recuperando poco a poco y no hay que bajar la guardia desde el punto de vista de la salud. Hay muchas ganas de viajar, pero hay que hacerlo con seguridad. La doctora Tatiana Cortés, médico internista especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Vithas Aguas Vivas y del centro médico de Vithas en Alzira ha destacado que, en términos de salud, es importante acudir a lo que denomina “consulta del viajero” ante cualquier tipo de viaje, “aunque está principalmente recomendado cuando se trata de viajes al sudeste asiático, África, Centroamérica y Sudamérica”, y de ser posible, “acudir, al menos, un mes antes del viaje”.
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Diarrea del viajero, el problema más frecuente
Hay que consultar al médico, sobre todo, teniendo en cuenta los posibles problemas con los que podemos encontrarnos cuando viajamos a países lejanos. Tal y como resalta la especialista, la diarrea del viajero es una de las afecciones más comunes entre las personas que visitan otros países. De estos casos, “más del 50% están asociados a infecciones de tipo bacterianas (Escherichia coli, Salmonella spp., Shigella spp., entre otras), y en menor medida por infecciones virales y parasitarias”.
“La mayoría de las diarreas ceden espontáneamente y lo importante es la rehidratación, por lo que se debe aumentar la ingesta de líquidos”, nos comenta la especialista. ¿Qué recomienda para prevenirla? “Se recomienda beber solamente agua potable y no consumir hielo. Las bebidas envasadas son seguras. Se debe evitar consumir alimentos crudos excepto frutas y verduras que puedan pelarse, así como también evitar consumir alimentos en puestos de venta callejeros. También se debería intentar consumir pescados y mariscos cocidos, y en caso de alerta sanitario en la región, evitarlos. Y por último, recordar realizar un adecuado lavado de manos (o hidrogel alcohólico) previo a cada comidas. De visitar una región con difícil acceso al agua potable, se enseñan técnicas básicas para mejorar la calidad del agua a consumir”, apunta la doctora, que añade que ante una diarrea con fiebre o sangre “acudir al sistema de salud del país que estemos visitando”.
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Problemas de la piel
Al margen de la diarrea, ¿cuáles son los problemas de salud más habituales a los que podemos enfrentarnos cuando salimos fuera de España? “En términos estadísticos, las patologías cutáneas ocupan el segundo lugar en frecuencia. Los viajeros suelen presentar desde reacciones de hipersensibilidad a infecciones que varían desde una infección de piel y partes blandas hasta parasitosis. También suelen presentar síndromes febriles agudos, en cuyo caso hay que descartar malaria de haber estado en un país endémico”, nos detalla la experta. Y en menor medida presentan enfermedades transmitidas por mosquitos (como dengue), accidentes con animales, enfermedades de transmisión sexual y jet lag. Y, en determinadas zonas, mal de altura y shock cultural. “Las patologías dentales son frecuentes, por lo que recomendamos ir al dentista antes de viajar”, nos dice.
Personas con más riesgo
Lo que es un hecho es que hay personas con más riesgo, que deben tener especial precaución si realizan viajes al extranjero de vacaciones. “Consideramos de mayor riesgo a bebés, embarazadas, a todas las personas inmunocomprometidas y aquellos que presentan comorbilidades, especialmente las cardíacas y respiratorias. También debemos prestar atención a la zona a viajar de ser una mujer en edad fértil que desea quedar embarazada en un corto plazo de tiempo, ya que vamos a desaconsejar viajes a zonas endémicas para Zika y de viajar a las mismas, extremar medidas respecto a picaduras de mosquitos”, nos cuenta.
Los riesgos que el viajero tendrá durante su estancia, así como las recomendaciones para minimizarlos, dependerán de si el viajero presenta “comorbilidades, si toma medicación habitual o si tiene su calendario de vacunación completo”. Además, también variará en función de las regiones que se visiten y las actividades que se van a realizar “como, por ejemplo, si tiene pensado practicar buceo, safaris u otras actividades al aire libre”.
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Si tienes una patología crónica
En el caso de los enfermos con patologías crónicas, ¿qué consideraciones deben tener en cuenta? “Recomendamos principalmente llevar dentro de su botiquín toda su medicación habitual, asegurando que la cantidad sea apropiada para toda la estancia más una semana, y llevar la mitad en la maleta a despachar y la otra en la maleta de mano”, nos comenta la doctora. Y nos da una serie de recomendaciones generales que debemos tener muy en cuenta, siempre que viajemos al extranjero: “Además de las recomendaciones antes descriptas respecto a agua y alimentos, se sugiere llevar un par extra de lentes de usarlos, no olvidar audífonos de tenerlos, utilizar protector solar con factor de protección mayor a 15, protegerse de los mosquitos adecuadamente (aplicando primero el protector solar y por último el repelente), no tocar a los animales y conocer las leyes de tránsito del lugar donde viaja”.
La COVID sigue ahí
Nos planteamos por último si, además, puede existir un problema añadido: ¿Complica la pandemia, el hecho de que el COVID-19 sigue presente, los viajes al extranjero desde el punto de vista de la salud? “El SARS-CoV2 continúa siendo un problema, aunque en menor medida que a inicios de la pandemia. Nuestra recomendación es que los viajeros, especialmente aquellos que presentan comorbilidades, tengan el esquema de vacunación completo para SARS-CoV2 a fin de evitar padecer formas graves de COVID-19. De misma forma, recomendamos que aquellos que tengan indicación de la vacuna antineumocóccica y la antigripal, las hayan recibido adecuadamente. También es importante estar al tanto de los requisitos que el país a visitar tenga respecto a SARS-CoV2, para evitar problemas burocráticos”, nos comenta la doctora.