Cuando te sales de la norma, del canon de belleza preestablecido, empiezan los problemas. Unos problemas que pueden convertirse en una pesada losa para quien los padece. Se ven sometidos, debido a su exceso de peso a lo que se ha dado en llamar gordofobia. La definición que podemos dar es sencilla y directa: el odio, el prejuicio hacia la persona gorda. Y cuando llega el verano, la situación se torna más complicada, pues la ropa se aligera y el día a día se puede volver más cuesta arriba, más cruel, nos podríamos atrever a decir. Se convierten en el centro de todas las miradas. Precisamente para poner freno a esta situación, no paran de surgir movimientos, muchos de ellos en redes sociales, que defienden la diversidad. Un ejemplo es el de nuestras protagonistas, Lidia Juvanteny y Raquel Carrera, las creadoras de SoyCurvy, un proyecto que ahora, y con el mismo título, toma forma de libro gracias a la editorial Arcopress.
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Y lo hacen con conocimiento de causa, pues ambas saben bien lo que es ser señalada, acosada o insultada por su aspecto físico, un problema que se multiplica en verano, cuando el uso de trajes cortos, bañadores o bikinis permite mostrar más el cuerpo y expone a este, por lo tanto, a las miradas, las críticas e, incluso los insultos. Y es que no podemos mirar para otro lado, pues esos ataques pueden llevar, sobre todo en el caso de las más jóvenes y vulnerables, a tener problemas de salud mental. Muchas, añaden, desarrollan complejos que pueden llevarlas a aislarse, deprimirse, autoagredirse o caer en conductas alimentarias peligrosas para su salud.
Por eso Lidia y Raquel no lo dudaron y se pusieron manos a la obra para escribir una obra que pretende concienciar sobre la gordofobia imperante en la sociedad y a defender los cuerpos curvy (un término empleado para definir a la mujer con curvas
y figura proporcionada, con una talla intermedia). ¿Su objetivo? Intentar, con su libro Soycurvy: La revolución del amor propio, acompañar a miles de mujeres en la búsqueda de su amor propio. Hemos hablado con ellas para que nos lo cuenten con todo detalla.
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¿Qué es exactamente lo que se ha dado en llamar como gordofobia?
La gordofobia es discriminar, objetivizar y minusvalorar a las personas por su sobrepeso. Esto hace que las personas gordas vivan con un estigma social por qué, a menudo, se las asocia con adjetivos como: vagos, dejados, poco preocupados por su salud… Lo que conlleva graves problemas (de estigma social, mentales...) para las personas con sobrepeso.
Además, existe una segunda cara de la gordofobia porque también afecta a todo aquel que no está gordo pero hará todo lo que esté en su mano por no estarlo. Con lo que a menudo se asocia esta fobia con los problemas de alimentación o mentales relacionados con la obsesión por la delgadez.
¿Cuáles consideran que son las causas de que este problema no cese?
Como cualquier tipo de fobia social o discriminación se trata de una expulsión de lo diferente. La sociedad en la que vivimos donde todos debemos formar parte de un patrón tiende a expulsar a todo el que se sale del estándar. Así que permanecer con un tamaño mayor al deseado se considera inadecuado. Tal vez si trabajáramos para que socialmente aceptáramos mejor al diferente o flexibilizaremos nuestros estándares todos viviríamos más felices pues, al fin y al cabo, casi todos somos “distintos” a lo que se espera de nosotros en algún aspecto.
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¿Por qué no aceptamos que la diversidad corporal existe?
Tal vez porque no somos capaces de aceptar la diversidad humana. También nos cuesta con distintos colores de piel, opciones sexuales… con cualquier cosa se salga de los estándares predeterminados. Tal vez todo se trate de un trabajo de flexibilización social total: de vivir más y estar menos preocupado por cómo decide vivir el otro.
¿Existe un perfil de las personas gordofóbicas?
Por haber sido criados en esta sociedad donde la gordofobia está tan presente, en realidad, todos somos gordofóbicos. Lo eres cuando te dices a ti mismo “no seas gordo, no comas más pastel” o “soy una gorda, me encanta comer”… también lo somos cuando decidimos ir al gimnasio para no ser gordos en lugar de para cuidar nuestra salud o cuando decidimos comer ensalada no porque una alimentación equilibrada nos vaya a dar salud, sino porque no queremos dejar de utilizar una talla 38. Todos tenemos profundamente interiorizada la idea de que no deseamos ser gordos, porque serlo significará ser expulsados del estándar y vivir con personas recordándote constantemente que “no deberías ser tan vago o no tener fuerza de voluntad” (cuando no tienen ni idea de por qué tu cuerpo tiene un tamaño u otro).
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¿Es un problema que afecta especialmente a las mujeres?
Creemos que a las mujeres nos atraviesa de forma más directa pero cada vez llegan más hombres nuestro perfil que necesitan ayuda.
¿Existe más tolerancia con los hombres gordos que con las mujeres que tienen un exceso de peso?
Un poco. Lo que ocurre es que ellos, al menos, disfrutan de un imaginario al que agarrarse: puedes ser rico y gordo o jefazo y gordo, pero no encontrarás a mujeres gordas y poderosas (o muy pocas y si las encuentras normalmente serán mujeres que cuidan muy poco su imagen y se parecen demasiado a un hombre).
¿Cuáles son las consecuencias que pueden sufrir las personas que sufren acoso por no cumplir con los criterios estéticos establecidos?
Sobre todo, vivir esta discriminación es una cuestión de salud mental. Vives discriminado por algo que, aunque el imaginario popular diga lo contrario, normalmente tú no has elegido. Tu cuerpo es gordo (por distintas razones) y tienes que vivir sabiendo que habrá trabajos para los que nadie te contratará, experiencias que no podrás vivir (como encontrar ropa de tu talla en la tienda) y todo el mundo se permitirá el lujo de hablar sobre cómo debes vivir tu vida y cuidar tu salud, sin tener ni idea sobre nada de tu vida y, muchas veces, sin siquiera conocerte.
¿Se considera a las personas gordas más insanas o menos válidas a nivel profesional?
Uno de los grandes estigmas que trae consigo la gordofobia es que estar gordo es estar enfermo. La Organización Mundial de la Salud define la gordura como un factor de riego, al igual que lo es: fumar o vivir en una ciudad muy contaminada, como Madrid o Barcelona. Esto significa que las personas gordas no están enfermas y es algo que necesitamos que todo el mundo entienda. Igual que todas las personas delgadas no están sanas.
Respecto al nivel profesional, si tu trabajo no implica correr 400 metros en 2 segundos o cuestiones físicas que un cuerpo gordo no pueda hacer, una persona gorda es igualmente válida.
¿Estar gorda implica para muchas personas tener que estar escondidas?
Cuando la sociedad te discrimina, es difícil esquivar la tentación de vivir escondido. Así que muchas de las personas gordas que conoces posiblemente sean “tímidas”, no hablen mucho… cuando tal vez su naturaleza no es esa, pero han aprendido a no hacer ruido para que las molesten menos.
Se da el caso de que se produce una falsa preocupación por la salud de las personas gordas, pero, paradójicamente, se les puede hacer daño en su salud mental, ¿no creen?
A menudo se ha confundido preocupación estética con salud. Se disfrazan los mensajes: “Yo lo digo para que estés más sana, más delgada” suele encerrar un “y así seas más normal” dentro. Si de verdad les preocupara nuestra salud tendrían cuidado con nuestra salud mental: vivir discriminado, vilipendiado y teniendo que vivir, un poco, escondido no es precisamente saludable.
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Como decimos, no son pocas las mujeres que se sienten señaladas por su aspecto físico, un problema que aumenta en verano, ¿qué les recomendarían en estos días tan complicados para ellas?
Todas las mujeres, gordas, delgadas, altas, bajitas… deberíamos interiorizar un dicho muy castellano que dice “ande yo caliente, ríase la gente” o cualquier frase que te recuerde que la opinión del otro NO importa. La única que tiene que validarte eres tú misma. ¿Te ves bien en bikini? ¡Marcha ya para la playa! ¿Te encanta cómo te sienta ese vestido? ¡Ya estas tardando en ir a bailar! Tenemos que aprender a pasar de la opinión ajena y aprender a escucharnos un poco más.
¿Es un prejuicio tan interiorizado contra las personas con exceso de peso que cuesta deshacerse de él?
Resulta complejo amarse a uno mismo en una sociedad que, constantemente, te repite que no eres suficiente. Además, la gordofobia está muy interiorizada en todas nosotras, muchas veces ni nos damos cuenta de que nuestros pensamientos, discursos o actos son gordofóbicos. Es un camino para ir desaprendiendo poco a poco.
¿Qué opinan del concepto del body positive?
Nosotras siempre nos hemos sentido dentro del movimiento body positive. Lo entendemos como el amor radical hacia tu corporalidad, sea la que sea. Agradecer cada día a tu cuerpo que te permita vivir la maravillosa vida que tienes por delante y permitirle mutar con la vida tanto como necesite. Amarnos profundamente es el trabajo más importante que cualquier ser humano puede hacer y se trata de una verdadera revolución social. Es subversivo, es de valientes.
‘¿Cómo no quieres adelgazar?’ ‘Es por tu salud’. Son algunas de las frases que escuchan las personas que padecen este problema, ¿no es así?
Lo peor de estos comentarios es que muchas veces provienen de personas que ni te conocen. Pensar que alguien que vive discriminado no quiere dejar de estarlo, solo tiene que adelgazar, es una barbaridad, ¿verdad? ¿De verdad alguien en su sano juicio cree que todos elegimos nuestra corporalidad? He escuchado a montones de personas recomendar dietas a otras que ni conocían.
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Cuesta entender que hay personas con IMC alto que están saludables y llevan estilos de vida sanos, ¿no creen?
Nos han hablado tanto del peso ideal que se nos ha olvidado que es tu cuerpo el que tiene que decidir cuál es. Se nos ha olvidado que existen penosas altas y bajas, al igual que existen personas más grandes y más pequeñas. Que los huesos pueden ser más grandes o los músculos. El IMC es un índice irreal que considera que un culturista esta igual de insano que alguien con un porcentaje de grasa superior al 30% ¿no es de locos?, ¿por qué seguimos utilizándolo?
La infancia es un momento especialmente complicado, ¿no creen? ¿Es fundamental eliminar el estigma de la gordura en los niños?
Para nosotras vivir una infancia siendo gordas fue muy duro. Porque los niños tienden a ampararse constantemente unos con otros y es muy complejo ser distinto. Se solucionaría de forma tan sencilla como enseñando en la escuela algo más sobre la diversidad.
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Hay personas que engordan por ansiedad, y cuando se sienten juzgadas, esa ansiedad se incrementa… se entra en un bucle, en una espiral sin salida complicada de gestionar, ¿no es así?
Existen miles de factores por los que una persona puede engordar. El problema de la ansiedad es que si se le añade el estigma de volverse gordo se incrementa porque afectará mucho más a tu salud mental.
¿Cómo se puede afrontar esta tiranía de ser juzgados constantemente?
Nosotras creemos que el cambio individual conlleva un cambio colectivo. Así que como es muy complejo cambiar la sociedad comienza cambiándote a ti misma o, mejor dicho, evolucionando. Detectando aquellas creencias que tienes sobre tu cuerpo que no te hacen bien, aceptándote en tu totalidad y dándote cuenta que tu vida es solo tuya, que puedes vivirla como te dé la gana.
Si todas la mujeres del mundo nos liberáramos de los deberías estéticos tendríamos muchísima más energía para ser felices, montar negocios maravillosos y disfrutar de la vida. Y esto conllevaría un gran cambio a nivel social. ¡Una verdadera revolución!
¿Suele ser necesario buscar ayuda profesional para afrontar este problema?
Siempre que sientas que no eres capaz de hacerlo solo, debes buscar ayuda. Para todo, ¿cuando se te rompe una pierna no vas al médico? Pues si no eres capaz de mirarte en el espejo y no llorar, también deberías hacerlo.
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¿Piensan que las redes sociales han influido de forma negativa en este problema?
Por un lado, ahora nos comparamos con más gente, pero por otro en las Redes Sociales puedes encontrar mucha más diversidad. Así que pensamos que, en realidad, han mejorado el problema porque ahora puedes encontrar nuestra cuenta o alguna de las de las compañeras de lucha y encontrar lugares donde se te ama tal y como eres.
¿Es uno de los objetivos para estas personas pasar de odiarse a aprender a quererse?
Todas deberíamos dejar de odiar nuestro cuerpo: la celulitis, los granos, la nariz que la quiero más respingona … los seres humanos somos perfectos en nuestra imperfección, hacemos cosas impresionantes y el que no te guste algo concreto no quiere decir que tengas que odiarte, someterte a dolor o dejar de disfrutar la vida.
¿Juega la gordofobia un papel importante en los Trastornos de la Conducta Alimentaria?
Es una de las claves, pero no la única pero seguramente menos personas caerían en ellos si se aceptará una corporalidad más diversa.