Hay personas que llegan al momento de meterse en la cama rumiando pensamientos, con un estado de ansiedad nocturna que no les deja descansar. “La ansiedad aparece en situaciones en las que percibimos un peligro o amenaza, como una función básica de supervivencia. Muchas veces esta amenaza no es real, sino producto de cómo percibimos una situación que no está bajo nuestro control. El hecho de centrar la atención en pensamientos relacionados con preocupaciones y, en general, enfocándola en situaciones futuras fuera de nuestro control, provoca sensaciones como la ansiedad”, nos comenta Paula Ramírez de Mundopsicologos, que considera que al final del día probablemente puedan surgir situaciones como esta ya que es el momento en qué paramos, en que dejamos a un lado las distracciones del día a día y conectamos con nuestra mente y nuestra emoción.
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Síntomas de ansiedad nocturna
¿Cuáles son los síntomas que nos indican que nos podemos encontrar con un cuadro de ansiedad nocturna?
- Taquicardia y/o arritmia.
- Sudoración excesiva.
- Excesivo calor o frío.
- Temblores.
- Mareos y/o vértigos.
- Náuseas.
- Estremecimiento.
- Dolores musculares.
- Dolor, presión o molestias en el pecho.
- Fatiga.
- Problemas digestivos.
- Desregulación de ritmo del sueño.
- Sensación de incapacidad para respirar.
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¿Y si no puedo conciliar el sueño?
En los casos más graves, no les deja conciliar el sueño, ¿qué recomendarían los expertos en estos casos? “Se recomienda cuidar la higiene del sueño, evitando recurrir a aparatos electrónicos que estimulen y aporten mayor dificultad a la hora de conciliar el sueño, así como redirigir la mente hacia el momento presente, centrándonos en la respiración o las sensaciones del momento, entrenando la mente y cuidando de que no se ancle en ese posible futuro”, comenta la psicóloga.
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Herramientas que nos pueden ayudar
¿Hay tratamiento o estrategias que nos ayuden a solventar este problema, que, sin duda, incide en la calidad de vida de quien lo padece? En opinión de la experta, las herramientas que pueden ayudar a solventar esta dificultad son:
-Cuidar la alimentación, llevando a cabo una alimentación equilibrada y saludable, esperando unas dos horas aproximadamente para ir a dormir después de comer,
-Realizar actividad física regular, de al menos 45 minutos al día, de alta intensidad. Lo cual promueve al aumento del estado de ánimo, disminuye el estrés y la ansiedad, dando lugar a una predisposición mayor a la hora de conciliar el sueño.
-Evitar aparatos electrónicos que estimulen nuestro cerebro antes de ir a dormir.
-Tomar el sol en horas del día para fomentar la producción de melatonina, lo cual favorece los ritmos circadianos.
-Recurrir a herramientas que favorezcan la relajación como tomar infusiones naturales, tomar ducha de agua caliente, realizar técnicas de relajación o meditación.
“Se trata de instaurar hábitos saludables como los mencionados anteriormente para favorecer un mayor autocuidado y así favorecer la atención en el presente, la disminución de la ansiedad y la conciliación del sueño”, nos recomienda la psicóloga, a la que le preguntamos, para finalizar, si se puede superar la ansiedad nocturna. “Es posible superar la ansiedad nocturna con constancia y esfuerzo hacia el cambio, poniendo en práctica las herramientas anteriormente mencionadas y pudiendo contar con ayuda profesional con la que trabajar las dificultades individuales de cada persona”, concluye.