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Parálisis de Bell: la enfermedad que han sufrido Angelina Jolie y George Clooney

La actriz confesó que la sufrió y que tuvo que hacer un parón en su carrera. Te contamos qué es, cuáles son los síntomas y si tiene cura. El actor George Clooney también ha contado que la padeció de adolescente


Actualizado 27 de enero de 2023 - 22:25 CET

La parálisis de Bell es una enfermedad que, como su nombre indica, provoca una parálisis facial. La sufrió la famosa actriz Angelina Jolie y el actor George Clooney ha contado que la sufrió de adolescente

Esa dolencia consiste en la pérdida de movilidad de los músculos de un lado de la cara. No tiene tratamiento, pero, afortunadamente, suele desaparecer por sí sola con el tiempo. En cualquier caso, hay que estar atenta a los síntomas, porque algunos casos de parálisis pueden ser más graves. La Dra. Alexandra Pérez Soriano, especialista en Neurología en SINAPSI, Centre de Neurologia i Neurorrehabilitació y miembro de Top Doctors nos explica cuáles son las causas por las que se produce la parálisis de Bell y cuándo una parálisis es una señal de una patología más grave.

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¿Por qué se manifiesta esta pérdida de movilidad de los músculos de la cara?

Los síntomas de la parálisis de Bell son: 

  • Debilidad de un lado de la cara
  • Dificultades para sonreír o gesticular
  • Incapacidad para cerrar el ojo del mismo lado.
  • A veces asocia babeo de lado afectado
  • Alteración del gusto
  • Sequedad
  • Lagrimeo del ojo afectado

Esta dolencia es idiopática, esto quiere decir que no se conoce la causa. Se cree que es una inflamación del nervio facial en su rama periférica (una vez sale del cráneo). "Esta inflamación a veces se ha asociado a infecciones víricas, como el virus herpes, pero la mayoría de las veces no hay una clara causa para esta inflamación", explica.

Ante la pregunta de si podría estar relacionada con el estrés, la experta nos responde que se trata de una cuestión difícil de contestar de forma concreta, porque el estrés es muy relativo y personal. "Hay algunos estudios que han asociado tener ansiedad como factor de riesgo para tener una parálisis de Bell, pero falta evidencia para decir que el estrés por sí lo provoca", indica.

Aunque la experta sostiene que, sin duda, cuando una persona está sufriendo un estrés significativo, el cuerpo no está funcionando de la manera habitual. "Digamos que entra en plan B o C, se activan ciertos mecanismos y hay cambios hormonales que podrían asociar cambios en la regulación de los nervios y del sistema inmune".

Por este motivo, el estrés podría estar influyendo en la desregulación que precipita la inflamación del nervio, pero siempre de forma personalizada y junto a otros procesos.

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¿Necesita tratamiento?

Lo normal es que la parálisis de Bell se resuelva por sí sola. "Puede desaparecer en 4-6 semanas, pero algunos casos pueden durar meses. La mayor parte de los casos se resuelven dentro de los primeros 6 meses, y si quedan secuelas, son mínimas", indica la experta.

Debido a que este tipo de parálisis desaparecer sola, no precisa de un tratamiento específico, "si bien cuando estamos ante una parálisis reciente (menos de 48h de instauración), se suelen dar corticoides con el objetivo de disminuir la inflamación y acelerar el proceso de recuperación", matiza la neuróloga. También es importante proteger los ojos, ya que al no cerrar bien los párpados quedan más desprotegidos y se pauta colirio hidratante durante el día y pomada durante la noche.

¿Cuáles son las señales que indican que puede ser por algo más grave?

"Cuando la parálisis es bilateral o se asocia a algún otro problema médico (por ejemplo, artralgias (dolores articulares), fiebre, síntomas respiratorios) o neurológicos (ej. problemas auditivos), hay que pensar que igual no es idiopática y entonces hay que buscar otras causas secundarias: sarcoidosis, enfermedad de Lyme, tumores, etc.", advierte Alexandra Pérez.

La experta en neurología señala, además, que si vemos vesículas en la cara también hay que pensar en herpes zoster. Si solo hay desviación de la comisura bucal, pero no problemas para cerrar los ojos, podemos sospechar que podría tratarse de un ictus.

"Si realmente no hay otras causas, se considera un proceso benigno y temporal. Por otro lado, si la persona que la sufre es de edad avanzada y la recuperación lleva más de 6 meses, la recuperación completa es más difícil", concluye Alexandra Pérez de SINAPSI.

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