Con el nombre de Anjaneyasana, también conocida como postura de la luna creciente en yoga, nos encontramos con una postura básica que estira tu cuerpo, a la vez que lo fortalece. ¿Por qué debes practicarla? “Porque es un asana de extensión y flexión que ayuda a soltar tensión y con la que se trabajan diferentes partes del cuerpo, favoreciendo así que la energía fluya mejor. Con ella se produce un arqueamiento intenso de la espalda estirando el tronco inferior y en la zona de los isquios. Todo el cuerpo dibuja un arco, que se asemeja a la forma de la luna creciente”, nos cuenta Katia Muñoz Olmo, Wellthy Expert de Royal Hideaway Sancti Petri, quien, con la ayuda de Bence Százados, Sport Manager de Barceló Lanzarote Active Resort, nos resume las que son, en su opinión, algunas de las ventajas de esta postura de yoga:
- Fortalece la rodilla, los muslos y los músculos entre costillas, así como brazos y cuello.
- Nos ayuda a trabajar la espalda y el abdomen.
- Más flexibilidad en la cadera (contribuye a su apertura).
- Fortalece piernas, tobillos y brazos.
- Mejora la respiración gracias a la apertura de pecho.
- Mejora el equilibrio.
- Mejora el sistema digestivo.
- Pero es que aún hay más, porque según el experto, abre el chakra del corazón y estimula la circulación de la sangre.
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¿Cómo se realiza paso a paso?
1. Desde la posición de cuadrupedia, flexiona una pierna hacia delante, de forma que la rodilla y el talón queden alineados, es decir, en ángulo recto.
2. Estira la otra pierna hacia atrás apoyando el empeine en el suelo.
3. Desde aquí, junta las manos y los dedos.
4. Inspirando, alárgate hacia arriba todo lo que puedas, inclinándote ligeramente hacia delante, de forma que apoyes el peso en esta pierna.
5. Estira los brazos detrás de la cabeza, arquea la espalda y mira hacia arriba.
6. Quédate aquí alrededor de 30 segundos, flexionando más la pierna si puedes para profundizar en la postura.
7. Es importante que mantengamos esa sensación de ‘crecer’; hacia el techo para crear espacio entre las vértebras de la columna.
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¿Está contraindicada en algún caso?
“No estaría indicado para aquellas personas que tengan problemas de cadera y si la persona sufre de hipertensión. Para aquellos que tengan problemas en las rodillas y en caso de tener problemas en los hombros, se deben guardar las manos en los muslos”, nos explica Bence Százados.