Cuando se llega al diagnóstico de un neumotórax debemos saber que estamos ante uno de los problemas de salud que pueden afectar a nuestros pulmones. Seguro que has oído la palabra, pero tal vez no tienes del todo claro qué es lo que les sucede a estos órganos vitales cuando lo sufren. Para saber más sobre esta dolencia, sus tipos, sus causas o cómo debemos abordarlo, hemos hablado con la doctora Irene Bello Rodríguez, especialista en Cirugía Torácica en Barcelona, que ejerce en Barnaclini+ y en el Hospital El Pilar Grupo Quirónsalud.
¿Qué es y por qué se produce lo que se conoce en medicina como neumotórax? ¿Cuáles son sus causas?
El neumotórax es la presencia de aire en el espacio pleural, es decir, entre el pulmón y las costillas. Es una de las enfermedades pleurales más frecuentes, tiene una incidencia entorno a los 16,8 casos por 100.000 habitantes/año. Podemos diferenciar varios tipos de neumotórax según el origen, los traumáticos, producidos por un traumatismo torácico, los yatrogénicos, los producidos por una punción pleural o pulmonar, y los espontáneos.
¿Cuáles son los síntomas que alertan de que se está produciendo este problema de salud?
El síntoma más característico es el dolor pleurítico, es decir, dolor punzante en el hemitórax afectado, acompañado de cierta dificultad respiratoria y tos irritativa. Si el neumotórax es pequeño puede durar menos de 24 horas. La exploración física puede ser anodina, o verse acompañado de taquicardia sinusal, disminución de la movilidad del hemitórax afectado y falta de sonido pulmonar a la auscultación.
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¿Cómo se llega al diagnóstico del neumotórax?
La clínica no es un buen indicador. Para diagnosticarlo se recomienda una prueba de imagen como puede ser una radiografía de tórax postero-anterior en inspiración. Recientemente la ecografía torácica parece ser un buen método como complemento a la radiografía convencional.
¿Hay personas con factores de riesgo que pueden influir en su aparición?
Efectivamente, se han relacionado varios factores a la aparición de neumotórax espontáneos primarios como son la edad, tallo o peso, siendo más frecuentes en hombres jóvenes, altos y delgados; también se ha relacionado con el tabaco, que incrementa en 20 veces el riesgo de tener un neumotórax. Hay diferentes enfermedades pulmonares que facilitan el desarrollo de neumotórax espontáneo secundario como son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la fibrosis quística o las enfermedades pulmonares intersticiales.
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¿Cuál es el tratamiento que debe seguirse una vez que se confirma el diagnóstico?
Una vez confirmado el diagnóstico se ha de valorar la estabilidad clínica del paciente, del neumotórax y su tamaño. Si es parcial y el paciente está clínicamente bien y estable se puede valorar la observación y esperar a la resolución espontánea. Si el neumotórax es completo, incrementa en los controles o el paciente presenta dificultad respiratoria se debe drenar el aire. El procedimiento más habitual es la colocación de un drenaje pleural, que se mantendrá hasta la resolución del neumotórax. Ante un segundo episodio de neumotórax espontáneo en un mismo lado, uno en el otro hemitórax, o bien, ante uno que no se resuelva en 3-5 días se debe plantear la cirugía.
¿Es un problema de salud grave que puede generar complicaciones serias a quien lo padece?
Los neumotórax espontáneos no suelen generar complicaciones graves, siempre que se drenen si son completos, van en aumento o la persona presenta dificultad respiratoria. Si éstos no se drenan, pueden generar un neumotórax a tensión, es decir un desplazamiento del corazón y de los grandes vasos hacia el otro hemitórax, con hipotensión, bradicardia y eventualmente la parada cardíaca.