Casi todo el mundo se ha enfrentado en algún momento de su vida a un desagradable episodio de diarrea que, como nos explica el doctor Ramón Tormo Carnicé, especialista en la Consulta Dr. Ramón Tormo Carnicé Gastroenterología y Nutrición y miembro de Top Doctors, puede estar originada por múltiples causas, siendo las más frecuentes las infecciones bacterianas, víricas, parasitarias, malabsorción intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal, intolerancias, etc. “Según la causa se deberá actuar en consecuencia”, comienza explicando el experto.
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Y una de las principales preocupaciones que surgen es acerca de la alimentación en esas horas o días en los que nos encontramos en esta situación. ¿Qué debemos comer y qué debemos evitar? “De una forma muy general, podemos decir que una dieta correcta sería la basada en una rehidratación adecuada, administrando líquidos con agua, electrolitos, glucosa, sodio, potasio, cloro y bicarbonato, especialmente en niños, vigilando la diuresis, lo que orinan, si es poco o normal”, nos comenta.
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Las primeras horas
Hay que tener cuidado, por ejemplo, en las primeras horas tras el inicio de una diarrea, cuando en opinión del doctor es importante seguir una dieta a base de hervidos sin aceite, con patata, zanahoria o bien manzana o plátano, yogur desnatado, carne o pescado a la plancha y una leche sin lactosa (sobre todo, si se sospecha una causa viral).
“Durante las primeras horas tras una diarrea aguda se debería evitar la grasa y asegurar una buena rehidratación. Una dieta astringente está basada en la escasez de fibras, y sobre todo, en mantener un buen estado de rehidratación”, añade el especialista.
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La importancia de mantenerse hidratado
Mantener la hidratación es fundamental. Pero, ¿son recomendables las bebidas tipo Aquarius, a las que en no pocas ocasiones recurrimos cuando nos encontramos en una situación así? Lo cierto es que lo ideal es recurrir a las soluciones de rehidratación oral de venta en farmacias. Pero el doctor añade que “en adolescentes o adultos, las bebidas de este tipo pueden ser beneficiosas, por la glucosa y electrolitos que aportan, junto al buen sabor. Los lactantes o niños pueden beneficiarse mejor de soluciones de rehidratación, tipo el que recomienda la OMS o con marcas comerciales como Bioral Suero o Sueroral”, apunta el experto.
Cómo cocinar los alimentos
También influye, en los casos de diarrea aguda, la forma de cocinar estos alimentos, que en opinión del doctor es un factor importante: es mejor la ebullición de estos nutrientes que la fritura. “El aceite y la grasa al inicio de una diarrea se deben evitar por la gastritis concomitante que favorece el vómito y, porque suele estar elevada una hormona que se llama motilina, sobre todo en diarreas virales, que propulsa rápidamente los alimentos al intestino grueso, donde las grasas por la acción bacteriana originan compuestos como el ácido hidroxiestearico o ricinoleico, que son catárticos para el intestino”, nos dice. Y añade que pasadas esas primeras horas, ya se podrá permitir algo de aceite para propiciar el aumento del péptido YY y del glucagon like peptide, que ayudan a enlentecer la velocidad del tránsito intestinal o peristaltismo.
El experto hace especial hincapié en que el gran peligro de las diarreas se centra en lactantes y niños de corta edad en sus primeros años de vida. Y no podemos olvidar tampoco a los ancianos. “Hay que vigilar los signos de deshidratación como ojos hundidos, pliegue mantenido al pellizcarlos en el vientre, boca seca, fontanela hundida, pérdida de peso de más del 10% del peso anterior a la diarrea, y diuresis disminuida, ver si orinan poco y, si se puede, calcular que la cantidad que orinen no caiga por debajo de 1 ml por kg de peso y hora; si sucede, se debe instalar en un hospital una rehidratación endovenosa”, apunta.