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A lo largo de estos largos meses en los que nos ha tocado convivir con la pandemia de COVID-19, seguro que has escuchado en alguna ocasión cómo en los casos más graves afectaba a la saturación de oxígeno. ¿Pero qué es exactamente este concepto? “La saturación de oxígeno es la medida de la cantidad de oxígeno del que disponemos en la sangre. Cuando el corazón bombea sangre, el oxígeno se une a los glóbulos rojos y se reparten por todo el cuerpo. Un nivel de saturación óptimo garantiza que las células del cuerpo reciban la cantidad adecuada de oxígeno para su normal funcionamiento”, nos explica el doctor Asier Bengoechea, neumólogo del Centro Médico Vithas Alzira, con quien hemos hablado sobre cómo podemos tener sus niveles controlados, así como sobre las dolencias que pueden hacer que dicha saturación se altere.
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¿Cuáles son los valores normales de saturación?
Se considera que el porcentaje adecuado y saludable de oxígeno en sangre es de entre el 95% y el 100%. En pacientes ancianos estos valores podrían llegar al 92%, siempre que estos muestren una correcta tolerancia a esa saturación, sin aparición de disnea ni aumento del trabajo respiratorio.
¿Cuándo debemos preocuparnos y consultar con un médico?
Cuando la saturación se encuentra por debajo del 90% se produce hipoxemia, es decir, el nivel por debajo de lo normal de oxígeno en sangre. Y uno de sus síntomas característicos es la dificultad para respirar. Además, cuando se da un porcentaje inferior a 80 se considera hipoxemia severa.
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© Adobe Stock¿Cuáles son los motivos por los que desciende la saturación?
La disminución de la saturación de oxígeno puede estar causada por diversos factores. Algunos de ellos son:
- El oxígeno reducido en el aire inhalado, como ocurre en las grandes altitudes.
- Ciertas enfermedades pulmonares o coronarias, como la neumonía, el tromboembolismo pulmonar o el infarto agudo de miocardio.
- La apnea del sueño.
- La respiración superficial.
¿Hay enfermedades que influyen en un descenso de la saturación de oxígeno?
Las enfermedades que se pueden acompañar por el descenso de la saturación de oxígeno se pueden separar en 4 grupos:
1. Origen respiratorio de vía aérea superior:
-Epiglotitis.
-Cuerpo extraño.
-Infecciones.
-Traumatismo cervical.
-Angioedema.
-Anafilaxia.
2. Origen respiratorio a nivel pulmonar:
-Agudización de EPOC.
-Crisis asmática.
-Infecciones (neumonía o bronquitis).
-Tromboembolismo pulmonar.
-Cáncer de pulmón.
-Enfermedades intersticiales.
-Derrame pleural.
-Neumotórax.
-Patología de la pared torácica.
3. Origen no respiratorio, sistema cardiovascular
-Insuficiencia cardiaca/edema agudo de pulmón.
-Síndrome coronario agudo.
-Arritmias.
-Pericarditis.
-Taponamiento cardiaco.
4. Origen no respiratorio, otras:
-Crisis de ansiedad.
-Anemia.
-Neurológicas (accidentes cerebrovasculares, enfermedades neuromusculares).
-Intoxicaciones (monóxido de carbono, salicilatos, etc.).
-Alteraciones metabólicas (cetoacidosis diabética, acidosis metabólica, hipertiroidismo).
-Sepsis, fiebre.
-Aumento del perímetro abdominal (ascitis, embarazo, obesidad mórbida).
-Reflujo gastroesofágico.
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¿Se puede medir en casa?
La medición de los niveles de oxígeno se realiza con un dispositivo llamado pulsioxímetro o saturómetro. Hoy en día existen en el mercado pulsioxímetros de bolsillo, que podemos guardar en el “botiquín” de nuestra casa.
¿Hay síntomas que indiquen un nivel bajo de oxígeno en sangre?
Según la gravedad del descenso en la saturación de oxígeno los síntomas pueden variar:
- Falta de aire que empeora tras un esfuerzo leve o en reposo.
- Respiración acelerada.
- Palpitaciones o taquicardia.
- Irritabilidad.
- Mareo.
- Sudoración excesiva.
- Confusión.
- Coloración morada en las puntas de los dedos y labios (cianosis).
- Somnolencia o estado comatoso.
¿Qué debemos hacer cuando la saturación está baja?
La hipoxemia es una condición seria y potencialmente grave, y debe ser tratada como tal. Si detecta que tiene una saturación de oxígeno baja, es imprescindible que acuda a su médico para que le aplique el tratamiento más adecuado para su situación.
¿Qué complicaciones puede causarnos tener estos niveles de saturación bajos?
Los bajos niveles de oxígeno en la sangre, específicamente en las arterias (vasos que transportan la sangre con oxígeno y nutrientes desde el corazón hasta hacia el resto del cuerpo) pueden causar daños en los tejidos de todo el cuerpo, especialmente el cerebro, el corazón y los pulmones. Lo que aumentaría el riesgo de muerte.
