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Primeros auxilios que te salvarán de cualquier accidente doméstico común

Saber cómo actuar correctamente puede evitar males mayores. El doctor Eduardo Junco te explica cuáles son las medidas que debemos aplicar en cortes, golpes, quemaduras y otros accidentes que se dan en el hogar

Actualizado 19 de mayo de 2022 - 18:31 CEST19 may 2022 - 18:31 CEST

Los accidentes se definen como acontecimientos fortuitos, no previstos, que aparecen independientemente de la voluntad humana, provocados por fuerzas exteriores y que dan lugar a daño y lesión física y orgánica. Los accidentes domésticos son los más frecuentes, y representan un importante problema para la salud, con un alto índice de morbilidad (enfermedades o problemas asociados), siendo causa frecuente de consulta en los servicios de urgencias hospitalarias. Saber cómo aplicar los primeros auxilios puede ayudar al paciente al accidentado a reponerse antes.

En España se producen cerca de dos millones de accidentes domésticos anuales, y de ellos, más de 700.000 accidentes domésticos precisaron de atención hospitalaria, aproximadamente 2.000 diarios, siendo más de la mitad provocados por caídas, seguidos de heridas y quemaduras.

Los accidentes domésticos son una de las consultas más frecuentes en la edad infantil en los servicios de urgencias hospitalarios y una de las primeras causa de mortalidad infantil, pues uno de cada cuatro niños fallecidos lo fue como consecuencia de un accidente en el hogar.

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Las causas más comunes en los accidentes

Las causas más frecuentes de accidentes domésticos son las caídas, los traumatismos, las quemaduras, las intoxicaciones y la electrocución.

Caídas. Por suelos irregulares, con sustancias resbaladizas o por subirse a sillas, escaleras. Producen hematomas, heridas, esguinces o fracturas.
Traumatismos. Golpes con objetos fijos y contundentes, muebles, puertas, suelo, etc. Dan lugar a heridas, hematomas o hemorragia.
Quemaduras. Por contacto o proyección de objetos o líquidos a altas temperaturas. Su gravedad depende de su extensión y profundidad.
Intoxicaciones. Las más frecuentes por productos de limpieza o por medicamentos.
Electrocución. Por contacto con elementos eléctricos en corriente y sin protección. Dan lugar a quemaduras profundas.

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¿Que debemos hacer?

La atención a una persona accidentada, por muy leve que sea el accidente, idealmente debería ser realizada por un experto en salud, ya sea médico, enfermero u otro personal sanitario. Como desgraciadamente eso no es siempre posible, es por lo que, la mayoría de las personas, sobre todo las que están a cargo de otras, deberían tener conocimientos sobre la materia, para poder así actuar con criterio y cometer los mínimos errores.

Lo que entendemos por “primeros auxilios” son las atenciones o cuidados inmediatos que realizamos lo más rápidamente posible, ya sean de naturaleza médica o de otro tipo, encaminados a mejorar la situación crítica del accidentado o de la persona súbitamente enferma. Los objetivos deben ser mantener la integridad física del accidentado, evitar complicaciones inmediatas y si fuera necesario avisar a una ambulancia o trasladar al accidentado a un centro de atención de urgencias.

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Cómo actuar frente a una herida

Las heridas son lesiones que rompen la piel y dan lugar a una hemorragia. Se clasifican en : incisas, contusas, punzantes y abrasiones.

Cómo aplicar los primeros auxilios:

Lavarse las manos previamente y limpiar la herida con agua y jabón.
Detener la hemorragia.
Prevenir la infección aplicando una solución antiséptica.
Cubrirla con un apósito limpio, a ser posible estéril y si es necesario buscar asistencia médica.

Cuándo debemos acudir a un servicio de urgencias

Si la herida es muy profunda, extensa o de bordes muy irregulares, o si existe cuerpo extraño y la hemorragia no cede, o en caso de necesidad de profilaxis antitetánica.

Traumatismos

Son lesiones cerradas producidas por caída, contusión, golpe, choque o compresión. Los que afectan a cara y cráneo representan mayor gravedad.

Primeros auxilios en traumatismos:

Controlar que no exista herida o fractura.
Frío local con bolsa de hielo.
Si persiste dolor o impotencia funcional buscar asistencia médica.

Especial manejo debe tener el traumatismo craneal. Toda persona que haya tenido una conmoción cerebral, con pérdida de conciencia tras un traumatismo craneal, debe ser visto lo antes posible por un médico.

Pasos a seguir:

Mantener al paciente en reposo. Moverle con cuidado, solo si es necesario.
Controlar hemorragias externas (nariz, oídos).
Buscar asistencia médica.
Vigilancia médica hasta pasadas 24 horas.

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Quemaduras

Son lesiones producidas por el calor intenso sobre la piel. En relación a su gravedad y extensión se clasifican en quemaduras de primer, segundo y tercer grado. Las de mayor trascendencia son aquellas que afectan a cara, manos y pies.

Qué hacer en casos de quemaduras

Enfriar las lesiones con agua y compresas húmedas y frías.
No tocar las lesiones, no retirar la piel y no romper las ampollas.
Aplicar una pomada desinfectante y cubrir las lesiones con vendaje limpio o estéril.
Si las quemaduras son extensas y graves, buscar asistencia médica lo antes posible, para traslado a un centro especializado y tratar los síntomas de shock.

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Mordeduras y picaduras

Se trata de aquellas lesiones producidas, generalmente, por animales domésticos y/o insectos.

¿Qué hacer en el caso de las mordeduras?

Obtener el nombre y la dirección del dueño del animal, así como su control veterinario.
Lavar la herida y mantenerla bajo corriente de agua durante cinco minutos.
Controlar la hemorragia, secarla y cubrirla con gasas estériles.
Atención médica en Servicio de Urgencias y vacunación antitetánica.

Primeros auxilios en picaduras:

Limpiar la zona de la picadura e intentar extraer el aguijón, si fuera visible.
Aplicar hielo o compresas de agua fría.
Aplicar amoniaco lo más precozmente posible.
Pomadas antihistamínicas o de cortisona, pueden ser beneficiosas.

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Síncope

Pérdida momentánea de conocimiento producida por la disminución del aporte de sangre al cerebro durante un breve lapso de tiempo. Puede tener múltiples causas. La más frecuente es la crisis vasovagal. Se caracteriza por sudoración, frialdad, palidez, mareo, sensación nauseosa y, en ocasiones, pérdida de conciencia.

Conducta a seguir:

Desabrochar la ropa ajustada.
Tumbar al paciente y colocar los pies 50 cms por encima de la cabeza, o como alternativa, sentarle y colocar la cabeza por debajo del nivel de las rodillas.
Mantenerse en reposo hasta notar recuperación y levantarse lentamente.
Si persisten los síntomas pasados 20 minutos, buscar asistencia médica.

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