Skip to main contentSkip to footer
chica mulata habla© iStock

¿Seguro que te comunicas bien? Este test te lo dirá

Averigua si eres una persona comunicativa y sigue estos consejos para hacerlo mejor


Actualizado 12 de mayo de 2022 - 18:39 CEST

Comunicarse es fundamental para las relaciones personales, sociales y laborales. Es nuestra herramienta para hacernos entender, para decir quiénes somos, para comprender a los demás, para enseñar a nuestros hijos y ayudarlos a crecer, para desarrollarnos. Pero no siempre sabemos cómo comunicarnos correctamente. Y en ocasiones se crean malos entendidos por no habernos expresado bien o, simplemente, por no utilizar la comunicación. El equipo de redactores de TherapyChat, liderado por Aída Rubio, Head of Clinical Content nos ha ayudado a crear un test de personalidad que puedes hacer para saber si tienes esta habilidad o si sería conveniente que siguieras sus consejos para mejorarla.

- Leer más: Test de personalidad: ¿tienes madera de líder?

Test de personalidad para saber si te comunicas bien

En ¡HOLA! tratamos los datos personales solicitados en este cuestionario con la finalidad de elaborar perfiles comerciales basados en la combinación de estos y la navegación del usuario por la web. Puede gestionar sus preferencias sobre el consentimiento de cookies aquí

¿De qué depende que podamos comunicarnos bien?

La comunicación es un aspecto de las interacciones sociales que entrenamos a lo largo de nuestra vida. Que tengamos una buena o mala comunicación va a depender de diversos factores, uno de ellos es aprender a comunicarnos de manera eficaz, de esta forma nuestro interlocutor podrá comprender el mensaje que queremos transmitir.

Las habilidades que tenemos a nivel personal no sólo van a hacer que podamos transmitir de manera adecuada lo que queremos comunicar, sino también que recibamos el mensaje con más claridad, lo comprendamos mejor y la comunicación sea más fluida. Muchas personas que tienen grandes habilidades de comunicación se han visto con problemas en interacciones sociales porque sus interlocutores no actuaban como agentes facilitadores y lejos de ayudar a que se diese una comunicación agradable, ejercían cierta presión en el otro.

Que tengamos más o menos habilidades de comunicación va a depender de nuestra historia de aprendizaje en las interacciones con otras personas y en lo que hemos observado de las interacciones de otras personas. Aprenderemos formas de expresarnos, comunicarnos a nivel verbal o no verbal y técnicas para hacer más eficaz la comunicación en función de nuestra historia de aprendizaje. Aprendemos de lo que observamos durante nuestro desarrollo y de las experiencias de las que nos nutrimos en primera persona.

Cuantas más interacciones hayamos tenido, en diferentes contextos, con diferentes personas y siempre que hayamos tenido buenos guías a nuestro alrededor, lo más probable es que acabemos por desarrollar una buena capacidad de comunicación.

- Leer más: Test de personalidad: ¿sufres alodoxafobia o miedo a decir lo que piensas?

¿Cuáles son las mayores dificultades en la comunicación?

Una de las dos grandes dificultades es poder organizar, estructurar y transmitir la información. Muchas veces las personas tienen mucha información que transmitir y se encuentran con la dificultad de que al no haber estructurado y organizado bien el mensaje, sus interlocutores no han podido entender la información. Esto es muy frustrante, ya que se refleja la sensación de ser poco competentes o incluso aun siendo competentes, el no poder organizar la información resulta ser un gran problema.

La otra gran dificultad de la comunicación es el poder gestionar las emocionesque se generan en los diferentes contextos. Ya sea porque se trata de un contexto laboral o porque el contenido a comunicar es algo delicado, pueden generarse en las personas muchas emociones que si no sabemos gestionar de manera adecuada pueden desbordarnos y bloquear, por ejemplo, al mejor comunicador del mundo.

Está claro que para ser un buen comunicador, además de habilidades propiamente relacionadas con la comunicación, es importante que aprendamos a gestionar nuestras emociones, ya que es inevitable que nos movilicen.

Otra de las dificultades es el contexto en el que se da la comunicación, el momento y lugar donde se desarrolla. Esto también puede tener una gran influencia, ya que si el receptor o el entorno no facilita un buen ambiente, cualquier interlocutor puede encontrar dificultades. Por ejemplo, a medida que pasa el día estaremos más cansados y, por lo tanto, nuestra atención se verá reducida.

- Leer más: Test de personalidad: ¿sabes poner límites a los demás?

¿Puede ser que haya personas que no se comunican bien y no lo saben?

Sí. A veces podemos pensar que tenemos ciertas habilidades, en este caso habilidades de comunicación, porque nunca nos han reflejado que es difícil entendernos o que transmitimos la información de manera muy directa o pasiva y no tan asertiva.

Si bien es cierto que estos casos son muy puntuales, puede haber personas que no sepan que no tienen buenas habilidades.

También podemos encontrarnos los casos en los que no nos encontramos en un ambiente en el que el receptor se sienta cómodo como para transmitirnos que nuestra comunicación no está siendo eficiente.

- Leer más: Test de personalidad: ¿eres una persona optimista o pesimista?

¿Podemos aprender a comunicarnos mejor?

Sí. Nuestra capacidad y habilidad a la hora de comunicarnos la adquirimos durante toda nuestra vida, mediante observación y experiencia. La experiencia puede acelerarse mediante entrenamiento en estas habilidades con ayuda de un profesional. Podemos aprender a estructurar y organizar la información antes de transmitirla, a expresarnos de manera asertiva, a entrenar cómo adaptamos nuestro lenguaje verbal y no verbal en función del interlocutor y el contexto, y muchos otros aspectos de la comunicación que son esenciales. ¿Y cómo hacerlo? Estos consejos te ayudarán:

  1. Pararnos a pensar y organizar mentalmente lo que vamos a decir, intentando dar un orden y cronología los hechos.
  2. Pensar en el interlocutor y contexto en el que nos encontramos y así ajustar el lenguaje que usamos y las expresiones corporales con las que acompañamos el mensaje.
  3. Practicar en casa conversaciones que nos resulten difíciles o que creamos que podemos mejorar.
  4. Entrenar en la gestión emocional con ayuda de técnicas como la respiración o relajación muscular.
  5. Pedir ayuda de un profesional si tenemos dificultad en alguno de estos puntos.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.