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En España hay más de 3 millones de personas que padecen asma, una enfermedad crónica que afecta al aparato respiratorio y que da lugar a síntomas como tos, presión en el pecho, pitos, falta de aire o ahogo. Para visibilizar esta patología, cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, un hito impulsado por la Global Initiative for Asthma (GINA, por sus siglas), nos explican desde Pfizer, con el que se busca concienciar y educar sobre esta enfermedad, dando a conocer de qué manera influye en la calidad de vida de aquellos que la padecen. Para conocer esta enfermedad y saber qué alteraciones en la calidad de vida provoca en los pacientes, hablamos con el Dr. Dr. Pedro Ojeda Fernández, Alergólogo y director de la Clínica Ojeda de Asma y Alergia de Madrid.
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¿Cuáles son las principales alteraciones en la calidad de vida?
Las alteraciones en la calidad de vida son en general, no solo en el trabajo y en la vida social de las personas asmáticas. Esto se debe a que el asma condiciona que tengamos dificultad para respirar y para hacer actividades físicas que para otra persona serían fácilmente realizables, como subir unas escaleras o caminar de un sitio para otros cargados con bolsas de la compra. Esto ocurre sobre todo si el asma está mal controlado.
Esto también puede producir síntomas por la noche, como dificultades para conciliar el sueño, lo que puede llevar a una mala calidad del sueño y por lo tanto, a no descansar lo suficiente. Afectando también durante el día, ya que después se está todo el día con sueño, no se rinde bien en el trabajo y no se tienen ganas de realizar actividades sociales con amigos o con familiares.
También la fatiga que genera el asma puede hacer que al hacer actividades más de tipo de ocio, deportes u excursiones, se vea más limitado. Sobre todo, el asma mal controlada es la que genera todas estas alteraciones de la calidad de vida.
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¿Qué pasa cuando no se alcanza el control de la enfermedad?
Por lo general, cuando el asma está adecuadamente controlada con el tratamiento oportuno para cada tipo de asma y cada escalón de gravedad del asma, la merma en la calidad de vida se ve notablemente reducida. Es decir, el impacto en la calidad de vida disminuye mucho cuando controlamos bien el asma.
Por otro lado, el asma también genera accesos de tos y tos seca repetida, lo que también puede incomodar tanto en el trabajo como en relaciones sociales. Esto además es más común en restaurantes, teatros o cines, etc. porque son espacios donde pueden sobrevenir esos accesos de tos de forma inesperada ante exposiciones a olores penetrantes, perfumes fuertes, ambientes con humos, productos irritantes diversos, etc. Estos olores pueden generar un acceso de tos incontrolable y suponer una molestia tanto para el propio paciente asmático como para las personas que se encuentren a su alrededor.
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¿Se da la importancia que se merece?
No, muchas veces el asma queda infravalorada en el sentido de que las personas que no sufren asma no saben hasta qué punto la persona asmática que se ve limitada en sus actividades cotidianas, ya sean laborables como de ocio. Se creen que el asma es una enfermedad banal que solo te impide un poquito respirar, pero la realidad es que el asma puede llegar a ser bastante limitante.
Muchas veces también ocurre que es el propio paciente asmático el que le resta importancia a su enfermedad y no usa adecuadamente la medicación, infravalora la intensidad de sus síntomas o la frecuencia, o lo que sus síntomas le limitan. Esto le lleva a no hacer un uso adecuado de la medicación, y por lo tanto, a no estar bien controlado. Sin darse cuenta, se perjudican tanto por la evolución de su asma, que si no está adecuadamente controlada les irá a más, como en su calidad de vida.
Cuando una persona alcanza el control de la enfermedad, hay varios parámetros que lo definen:
- No tienen que utilizar la medicación de rescate, como los inhaladores tipo salbutanol o terbutalina.
- No se ven limitado en las actividades cotidianas.
- No tienen despertares nocturnos.
- No tienen que asistir a servicios de urgencias o a asistencia médica no programada.
Al estar controlado, el asma no nos limita en nuestras actividades diarias, no nos limita en el trabajo, hace que no estemos dependientes o enganchados a los inhaladores de rescate y hace que descansemos normal, como una persona que no padece asma. Esta sensación de control hará que no estemos con la espada de Damocles encima pensando en tener que ir en un momento dado a un servicio de urgencias porque a pesar de que estemos usando los inhaladores de rescate estos sean insuficientes y necesitemos medicación adicional e incluso el empleo de oxígeno de terapia para salir de ese bache.
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¿Ha habido avances significativos?
Ha habido avances notables en los tratamientos del asma en varios sentidos:
- Los dispositivos de inhalación que disponemos hoy, los fármacos que se utilizan en terapia inhalada, son fármacos cada vez más eficaces en su efecto antiinflamatorio o en su efecto broncodilatador. Los nuevos dispositivos combinan dos o tres medicamentos en un mismo dispositivo, lo cual facilita mucho el tratamiento por parte del paciente, de no tener que disponer de varios dispositivos para hacer el tratamiento completo, sino que con un solo dispositivo puede estar inhalando dos y tres fármacos en una misma inhalación.
- Por otro lado, también, los fármacos también han ido avanzando, ya que empezamos a disponer de moléculas en las que solo necesitamos hacer una inhalación al día para tener el tratamiento diario completado. En los inhaladores iniciales, por lo general, los necesitábamos cada 6 u 8 horas. Los anteriores a los actuales, a lo mejor, había que utilizarlos cada 12 horas. Pero están saliendo nuevas moléculas que nos permiten hacer tratamientos que duran hasta 24h o más horas, y que, incluso haciendo una inhalación al día, tenemos el tratamiento cubierto.
También ha habido notables avances en los últimos 15 años, y sobre todo más, en los últimos 5-7 años de lo que se llaman, los tratamientos biológicos. Los tratamientos biológicos son anticuerpos creados en el laboratorio que van dirigidos específicamente a bloquear moléculas clave en el proceso de inflamación de las vías inflamatorias o de los receptores de estas moléculas clave. Es decir, o bien bloqueamos la propia molécula o bloqueamos el receptor al que se une esa molécula y ejerce esos efectos proinflamatorios.
Con lo cual, estos tratamientos biológicos lo que están es yendo al bloqueo de esa molécula que genera mucha inflamación o una respuesta inflamatoria importante en la vía respiratoria. Estos tratamientos biológicos lo que están demostrando en los estudios tanto preclínicos, antes de comercializarse, como en los estudios ya de experiencia en vida real, en pacientes asmáticos tratados normalmente, es que están ayudando a reducir mucho las exacerbaciones de asma de los pacientes con asma grave y asma de control difícil.
Estos pacientes son pacientes que a pesar de estar utilizando dosis altas de inhaladores o incluso de corticoides orales, que son medicamentos inflamatorios muy potentes, pero con muchos efectos secundarios, siguen sin tener un control adecuado de su asma. Esto hace que sigan con visitas a urgencias, reagudizaciones, efectos secundarios de la medicación, etc. Los tratamientos biológicos ayudan a reducir las exacerbaciones por asma, mejoran la función pulmonar de estos pacientes con asma muy pasada y ayudan a reducir el uso de corticoides por vía oral o vía inhalada.
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¿Cuáles son los principales escollos en el tratamiento del asma?
Los medicamentos son tremendamente caros, entonces no están a disposición de cualquier persona asmática y se están reservando para pacientes que tienen asma grave y asma de control difícil.
Estos son los avances que están habiendo en los tratamientos del asma, también en el asma más de tipo alérgica, es decir, en cuya causa hay un factor alergénico reconocido. También hay avances en el empleo de vacunas de alergia específicas frente a un alérgeno concreto.
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