Se conoce como 'cara de runner o de corredor' y es algo bastante frecuente en aquellas personas que han hecho de correr su ejercicio estrella. Las características son mejillas caídas, surcos nasogenianos muy marcados, manchas, sequedad… Este 'efecto secundario' depende en gran medida de los kilómetros que se corren a la semana. Pero no comer adecuadamente o no usar protector solar también la propician. La doctora Paula Rosso, médico estético del centro Lajo Plaza, nos explica todo lo que hay que saber sobre la ‘cara de corredor’ y cómo evitar que nos ocurra.
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¿Por qué aparece la cara de corredor?
Correr es uno de los ejercicios que más calorías y grasa queman. Acompañado de una dieta adecuada y combinado con ejercicios de fuerza para aumentar la masa muscular hará que adelgaces y tonifiques tu cuerpo. Sin embargo, cada zancada que das afecta a la piel del rostro. Así lo afirma la Dra. Rosso: "Al perder grasa a nivel abdominal o en las piernas, también nuestra cara adelgaza y puede llegar a verse más demacrada con el paso del tiempo". De hecho, comenta la especialista, cuando una persona corre mucho, todos los compartimentos grasos profundos del rostro e, incluso, los superficiales se vacían y se llegan a perder volúmenes.
Esto no es todo. Cuanto más entrenamos más se notan otros efectos debido a que correr es un ejercicio de impacto. Estas son las consecuencias:
- Flacidez de impacto. Está provocada por el impacto repetido contra el suelo que descuelga los músculos del rostro, en especial las mejillas, y hace que la piel pierda tono.
- Envejecimiento prematuro. Casi todos los corredores profesionales aparentan más edad de la que tienen. El consumo continuado de oxígeno activo y muy intenso provoca que aparezcan radicales libres en el organismo y acelera la oxidación. Y estos son responsables de este tipo de envejecimiento.
- Las células se oxidan antes. A causa del esfuerzo de los músculos al correr durante tiempos prolongados, se incrementa el proceso de oxidación de las células del organismo.
- Piel sobreexpuesta. Al correr al aire libre la piel se expone directamente al sol, el viento, al frío y a la contaminación. A consecuencia, aparecen manchas, la piel se deshidrata, soporta un exceso de radicales libres y se muestra, en resumen, más ajada.
- El sudor lo arrastra todo. A través de él se pierden toxinas sí, pero también una buena cantidad de minerales que resultan imprescindibles para la regeneración cutánea.
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¿Hay maneras de evitarlo?
Una dieta adecuada es, sin duda, una gran ayuda para evitar la cara de corredor. Ignacio Ara Royo, profesor titular del Área de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Castilla La Mancha y experto de InfoAlimenta, señala que “la actividad física aumenta las necesidades energéticas y de algunos nutrientes por lo que es importante seguir una dieta equilibrada con presencia de todos los grupos de alimentos seleccionados en su justa medida y teniendo en cuenta la intensidad y tipo de actividad, la duración del ejercicio, la edad, sexo y composición corporal o la temperatura del ambiente”.
Asimismo, ofrece 5 consejos dietéticos para corredores:
- Desayunar nada más levantarse: aunque se cree que se corre mejor en ayunas, lo cierto es que no tomar nada aumenta la fatiga, el estrés metabólico, reduce la masa muscular e incrementa el riesgo de lesiones.
- Haz una comida cada 4-5 horas: las principales (desayuno, comida y cena) más contundentes compuestas de medio plato de verduras y hortalizas, un tercio de proteínas y el otro tercio de pan, pasta, arroz, legumbres o patatas.
- Presta atención a las vitaminas: hay algunas que hacen frente al desgaste físico que ocasiona correr o cualquier otro deporte. Por ejemplo, la vitamina A (alimentos de hojas verdes, calabaza, pimientos), vitamina C (naranjas, kiwis, coliflor, brócoli), vitamina D (leche, yema de huevo, mantequilla), vitamina E (aceites vegetales, frutos secos, cereales)
- Cocina con poca grasa e incluye estos alimentos: puedes cocinar al vapor, al horno, a la plancha, al papillote. Además, alimentos como el plátano, el aguacate, el huevo, los cereales o los frutos secos contrarrestan el esfuerzo físico)
- Incorpora el hierro en tu dieta: recurre a las carnes o a las legumbres combinadas con vitamina C como naranja, limón, kiwis para facilitar la absorción de este mineral.
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¿Qué más puedo hacer para prevenir la cara de 'runner'?
Como decíamos, correr es un excelente ejercicio, pero al hacerlo al aire libre y estar expuestos a la contaminación y a la radiación solar, los efectos en la piel no se harán esperar. Desde Germaine de Capuccini Goya
- Fotoprotección: la protección solar SPF 50 es imprescindible para salir a correr. Se recomienda que los cosméticos sean hidratantes y que cuenten con antioxidantes.
- Mesoterapia virtual facial: la mesoterapia virtual por electroporación consiste en la emisión de una corriente de baja intensidad que aumenta la permeabilidad de la piel, abriendo su poro y permitiendo que el principio activo aplicado en superficie penetre hasta la dermis media. Obtiene resultados visibles tras cada sesión (efecto flash), mejorado durante las 24 horas siguientes, rellenando arrugas, atenuando bolsas y ojeras y reafirmando la piel mediante la producción de colágeno.
- Radiofrecuencia: la radiofrecuencia genera calor en la zona tratada, actuando sobre los tejidos y estimulando la circulación sanguínea y la formación de colágeno y elastina, sustancias que son necesarias para conservar una piel tersa y joven. Es una técnica indolora que actúa sobre la flacidez cutánea y las arrugas, consiguiendo un verdadero rejuvenecimiento facial.
- Vitamina C facial: un poderoso antioxidante que reduce las arrugas e ilumina la piel del rostro como ningún otro activo. Un blanqueador no irritante que ayuda a distribuir el pigmento de las manchas. Resultados inmediatos, la piel se muestra más luminosa, tersa y densificada.
- EGF + ácido hialurónico: el EGF es un principio activo, una proteína natural que ya tenemos en nuestro cuerpo y que tiene como tarea regular la renovación celular, por ejemplo, durante la curación de las heridas o el proceso de envejecimiento. El resultado es el rejuvenecimiento real sin cirugía y sin agujas.