El agua es, no hay duda, un elemento sanador, utilizado desde la Antigüedad para aliviar nuestras dolencias. Existen, a lo largo y ancho del mundo, rincones en los que los que se saca partido a las aguas mineromedicinales, balnearios y centros termales que se convierten en un auténtico refugio donde podemos hacer una cura de salud, física y mental, donde encontrar el equilibrio y el bienestar gracias a las propiedades de ese tesoro que emana de la tierra con propiedades curativas, las aguas termales. Uno de esos rincones está en Asturias, a orillas del río Nalón, Las Caldas Villa Termal by Blau Hotels, un lugar lleno de energía natural en un entorno incomparable. Y hay una frase que resume bien su filosofía: “La prevención y el cuidado de la salud es la medicina del siglo XXI”. Por eso, son muy reconocidos los programas que se llevan a cabo en este centro de salud y bienestar, cuyo objetivo es revitalizar el organismo y conseguir equilibrio entre cuerpo y mente.
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¿Qué beneficios tiene el agua termal para la piel?
El agua termal es una sustancia rica en minerales dentro de los que se encuentra el calcio, el zinc, el cobre, el hierro, el selenio o el manganeso entre otros tiene infinidad de ventajas para nuestra piel, entre las que podemos destacar:
- Protege el cutis.
- Hidrata en profundidad.
- Alivia picaduras, erupciones, heridas.
- Descongestiona los poros.
- Promueve la cicatrización.
- Retiene la humedad.
- Protege contra el envejecimiento y las manchas.
Además pueden aplicarse a todo tipo de pieles, sobre todo para aquellas sensibles, atópicas o tendentes a sufrir reacciones alérgicas, ya que salvo excepciones, no alteran la dermis. Además, al margen de estas bondades para la piel, las aguas también pueden ayudar a mejorar el dolor muscular, articular, óseo y los problemas reumáticos o respiratorios.
Programas variados
Partiendo de esta tradición, el centro ha evolucionado y ofrece a quien acude allí sus variados programas de adelgazamiento, détox, antitabaco, antiestrés, de recuperación del sueño y fitness. Así, durante el desarrollo de los programas, los huéspedes son atendidos por un equipo multidisciplinar formado por profesionales de la medicina, la fisioterapia, el deporte, la nutrición y la belleza, que lo acompañan en su retiro, recibe un plan personalizado y unas pautas para seguir una vez finalizado el programa. Y es que hay un objetivo claro: pretenden que la experiencia no acabe allí, sino que el huésped entienda una nueva forma de alimentarse y cuidarse que perdure en el tiempo.
Alimentación y ejercicio físico
Como decíamos, todos los detalles se cuidan con esmero, también la dieta, cuya base dieta se fundamenta en un patrón saludable, variado y equilibrado de productos ecológicos, naturales y no procesados. Y otro pilar fundamental para el bienestar es la actividad física. Tal y como reconocen en Las Caldas, ha demostrado ser un factor de prevención de muchas enfermedades crónicas, capaz de mejorar la calidad de vida.