Hay que partir de una idea: respirar por la boca mientras se duerme no es normal. Si lo hacemos, tenemos que plantearnos que tenemos un problema. “La boca no está diseñada para respirar mientras dormimos. Lo natural es respirar por la nariz”, nos cuenta la doctora Inés Galofré Bofill, médico del sueño de la Unidad de Sueño en la Clínica Girona y miembro de Top Doctors, que añade que abrimos la boca cuando la respiración nasal no es buena o suficiente. “Una mala respiración nasal puede estar provocada por múltiples factores tales como una desviación del tabique, cornetes engrosados, pólipos, rinitis alérgicas, y obstrucción nasal secundaria a procesos infecciosos como gripes o resfriados. En los niños una causa frecuente de respiración nasal son las vegetaciones o adenoides grandes”, nos detalla sobre las posibles causas de que respiremos mal por la boca, lo que nos lleva a hacerlo por la nariz.
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¿Puede ser señal de un problema de salud?
Le planteamos a la doctora si dormir con la boca abierta puede ser señal de que tenemos algún problema de salud. “Dormir con la boca abierta puede ser una buena ‘pista’ para estar al tanto y observar qué le ocurre a nuestro hijo o pareja mientras duerme. Es frecuente que una respiración oral se acompañe de ronquidos y de pequeñas pausas en la respiración, apneas”, nos cuenta. Y detalla un aspecto importante: “Al iniciar el sueño los músculos se relajan. Si dormimos con la boca abierta favorecemos que la base de la lengua se vaya hacia atrás y disminuya el paso del aire por la faringe. Esto provoca que las estructuras blandas de la cavidad oral como la úvula y el paladar vibren produciendo el ronquido. Si existen factores añadidos como el sobrepeso, y/o un cuello corto y ancho el paso del aire puede llegar a obstruirse apareciendo la apnea”.
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Puede causarnos problemas
Al mismo tiempo, el hecho de dormir con la boca abierta puede causarnos problemas, como caries, ronquidos o faringitis. “Como hemos comentado anteriormente la boca no está diseñada para respirar. La mucosa nasal es un filtro, impide que las partículas entren en el organismo, previniendo las infecciones. Por otro lado, los cornetes nasales regulan la temperatura y humedad del aire que respiramos. Si está barrera no existe serán más frecuentes las faringitis, la sequedad de boca, y la rinorrea. Dormir con la boca abierta también nos hace más propensos a padecer caries dental, pues varía el pH de la cavidad oral y favorece la colonización de microorganismos”, apunta.
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Salud bucodental
En relación a la salud bucodental, podemos añadir más datos. Y es que según un reciente estudio, publicado en la revista especializada Journal of Oral Rehabilitation, las personas que respiran por la boca al dormir tienen un mayor riesgo de tener caries. El estudio, elaborado por investigadores del Instituto de Investigación Sir John Walsh de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, estudiaron el nivel de pH bucal de 10 voluntarios sanos. Así, durante cuatro días los participantes en el estudio durmieron, en días alternos, con una pinza en su nariz que les obligaba a respirar por la boca. Los participantes, además, llevaban un aparato, que incluía diferentes dispositivos para medir el pH oral y la temperatura. Una vez que los científicos analizaron las mediciones tomadas durante esas cuatro noches descubrieron que cuando los participantes respiraban por la boca el pH descendía y se volvía más ácido, llegando a valores de hasta 3,6, un dato alarmante ya que los dientes comienzan a desmineralizarse a partir de valores de 5,5. Sin embargo, cuando respiraban por la nariz el valor de pH promedio era 7, es decir, neutro.
“Este estudio ha logrado confirmar que la respiración bucal al dormir puede favorecer la aparición de caries u otras enfermedades bucodentales y, además, la erosión y la desmineralización de los dientes”, indica el odontólogo Iván Malagón, director de Iván Malagón Clinic.
“Este estudio muestra además la importancia de cepillarse los dientes varias veces al día especialmente antes de dormir. La saliva ayuda a arrastrar los restos de alimentos y bacterias presentes en la boca. Por la noche se produce menos saliva lo que hace que estemos menos protegidos al ataque de las bacterias. Si, además, no hemos cepillado nuestros dientes y hay restos de alimentos entre ellos, es más fácil que las bacterias se multipliquen lo que puede provoca que haya un mayor riesgo de tener caries así como otras enfermedades bucodentales. Además de cepillarnos los dientes también es recomendable utilizar colutorio e hilo dental, o cepillos interproximales. En muchos casos a pesar de cepillar nuestros dientes no conseguimos eliminar por completo los restos de alimentos debido a que hay zonas de la boca a las cuales el cepillo no puede llagar correctamente. El hilo dental o los cepillos interproximales sí que permitirán retirar los restos de comida por completo lo que nos asegurará un sueño libre del ataque de las caries y despertar con un aliento fresco”, concluye el doctor.
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Posibles soluciones
En opinión de la doctora, si existe una respiración oral deberíamos consultar a un Otorrinolaringólogo para que nos examine y determine si existe una desviación del tabique nasal, adenoides y cornetes hipertrofiados… En caso de que la respiración oral se acompañe de ronquidos y una respiración irregular, pensemos que nuestro sueño no es reparador y estemos irritables y cansados durante el día, estaría bien consultar a una Unidad de Sueño.
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Vigilar la postura
¿Hay que vigilar la postura con la que dormimos para tratar de evitar dormir con la boca abierta? “Si dormimos con la boca abierta deberíamos evitar en lo posible dormir boca arriba, pues favoreceremos los ronquidos y las apneas. Sin embargo, controlar la postura mientras dormimos es complicado. Incorporar la cabecera de la cama nos ayudará a respirar mejor”, nos recomienda la especialista. Y añade que otra opción “casera” sería coser un bolsillo en la espalda del pijama y poner dentro una pelota de tenis. También existen dispositivos posturales en el mercado que detectan que estamos en decúbito supino y nos hacen girar. “En resumen, cuando dormimos deberíamos tener una respiración nasal regular y silenciosa. Si la respiración es oral sería aconsejable consultar a un especialista”, concluye.