Si sufres migrañas, sabrás que es uno de los peores dolores de cabeza, después de la cefalea en racimos. Y si no has tenido nunca, te lo contamos: sufrir migraña, sobre todo, la crónica hace que tu calidad de vida empeore. Cuando aparecen las crisis, es difícil seguir con la actividad que estabas realizando, ya sea ocio o trabajo. En ocasiones, los pacientes deben encerrarse en una habitación a oscuras, sin ruidos, y esta situación puede durar varios días. En general, las personas que la padecen saben qué factores las desencadenan. Pero si te acaban de diagnosticar esta dolencia, quizá no sepas que hay algunos alimentos, gestos o circunstancias climatológicas que pueden hacer que tu migraña empeore. Nos lo cuenta el Dr. Javier Pelegrina Molina, especialista en neurología del Hospital Vithas Granada
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¿Por qué se producen las migrañas?
La fisiopatología por lo que se produce la migraña es compleja, son múltiples los mecanismos y las estructuras del cerebro que intervienen en esta patología. Hay desencadenantes que no son la causa de la migraña, pero son capaces de favorecer una crisis en un cerebro susceptible. En ocasiones, es difícil identificar factores que favorezcan la aparición de migraña.
¿Cuáles son las causas?
La migraña se produce por factores genéticos, ambientales y hormonales, que influirán en mayor o menor grado en cada paciente y de una forma diferente. El dolor de la migraña se produce por la activación de las fibras nociceptivas, las cuales liberan sustancias inflamatorias dentro del cerebro provocando que los vasos se dilaten, favoreciendo ese típico dolor pulsátil y la irritación de las meninges, contribuyendo al aumento del dolor que aparece con los movimientos de cabeza o la tos durante el ataque. Durante ese proceso de la migraña se activan otros centros cerebrales dando lugar al resto de síntomas asociados, como la sensibilidad a la luz, al ruido y las náuseas.
Algunos alimentos pueden desencadenarla
Por lo general, los pacientes que padecen migraña no deben tener una dieta especial, salvo que dentro de los posibles desencadenantes de su migraña existan ciertos alimentos que favorezcan su aparición y que el paciente identifique con claridad. Por ejemplo, el exceso de cafeína y los excitantes. Alimentos como el chocolate o alimentos ricos en glutamato monosódico; los de alto contenido en nitratos y nitritos (como algunos embutidos); el queso curado; algunos frutos secos y los edulcorantes artificiales.
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Cuidado con el ejercicio extenuante
Dentro de todos los posibles desencadenantes de las crisis de migraña, el ejercicio es uno de los menos frecuentes. De producirlo, suele ser un ejercicio físico intenso, extenuante, el que pueda favorecer la aparición de ese dolor. Es importante diferenciarlo al agravamiento del dolor durante las crisis, que se produce con ciertos movimientos de cabeza, como los que ocurren al toser.
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No hidratarte bien es un factor que favorece las crisis
Hay otros factores que pueden favorecer la aparición de la migraña, como el ayuno, la hipoglucemia, no beber suficiente agua al día, los cambios de tiempo, el viento, los cambios de luminosidad, los olores fuertes, el estrés, la falta de sueño, los ruidos fuertes, el consumo de tabaco o algunos fármacos, como ciertos anticonceptivos.
Ve al especialista
Para que las migrañas no empeoren, lo primero que ha de hacerse es observar si hay desencadenantes que favorezcan su aparición, como ciertos hábitos de vida o el consumo de algunos alimentos. Una vez identificados, evitarlos. Al mismo tiempo, es crítico acudir a consulta de un neurólogo que prescriba un tratamiento adecuado para evitar la cronificación de los episodios.
Relaja tu vida
Comidas con horarios regulares, dormir al menos 7/8 horas al día con un horario de sueño regular, abundante hidratación, ejercicio físico regular, evitar la cafeína o los excitantes y ciertos alimentos -sobre todo en aquellos pacientes que ya han detectado que les favorece la aparición del dolor-, técnicas de relajación y meditación, vida lo más tranquila posible.
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