Dormir ocho horas y que nuestro sueño sea reparador es el mejor remedio natural para embellecernos. Un buen descanso afecta a todas los tejidos de nuestro cuerpo y, por supuesto, la piel. La falta de sueño, al contrario, se traduce en una piel menos luminosa, más apagada y, por supuesto, se marcan más las bolsas y ojeras, que dan a nuestro rostro un aspecto cansado y triste. De ahí que los expertos recomienden dedicar las horas necesarias al sueño: entre 7-8 horas de descanso reparador.
Pero podemos hacer más: aprovechar estas horas de sueño para ayudar aún más a nuestra piel a hidratarse y renovarse. ¿Cómo? Con los remedios que nos da la naturaleza. Aceites esenciales, masajes, tejidos naturales y buenas posturas en la cama pueden hacer que embellezcamos al dormir. Los expertos de Germaine de Capuccini, de Goya, nos dan algunos consejos para calmar, nutrir y regenerar la piel mientras nosotros descansamos y qué rutinas nos ayudará a descansar de verdad.
Aceite de almendras y vaselina para los pies
Si quieres amanecer con unos pies bien hidratados y suaves, utiliza una mezcla de aceite de almendras o aceite de oliva y vaselina, aplícatela en los pies y cúbrelos con unos calcetines antes de meterte en la cama. La acción hidratante de este remedio natural hará que a la mañana siguiente te levantes con los pies brillantes y sin durezas.
Aceite de argán para el pelo
La contaminación, el estrés, el secador... todo ello daña nuestro cabello, que pierde brillo y suavidad. Si quieres mantener una melena bien hidratada y suave, aprovecha las noches para aplicarte una mascarilla que penetre bien desde la raíz. Por ejemplo, masajea con dos o tres gotas de aceite de argán en las raíces antes de acostarte y haz movimientos circulares, para estimular el folículo piloso y retira a la mañana siguiente. No solo te despertarás con un cabello más sedoso, también estarás activando su crecimiento.
Aceite de coco
Es perfecto para conservar tus uñas sanas y fuertes. Antes de acostarte, masajea con aceite de coco las uñas de manos y pies. Para aumentar la hidratación puedes dormir con unos guantes de algodón y calcetines. Pero si no lo soportas, no te preocupes. El suave masaje que les des sin aclarado será suficiente para hidratar la piel de las cutículas y fortalecer el esmalte natural de las uñas.
Azúcar y miel
Es la combinación perfecta para que consigas unos labios jugosos mientras duermes. Esta mascarilla actúa como un exfoliante casero que elimina las células muertas de la piel de los labios. Cuando estén bien aclarados, aplica unas gotas de aceite de almendras y conseguirás que tengan un aspecto más hidratado y con más volumen.
Manos exfoliadas con azúcar y miel
Las manos son nuestra carta de presentación, cuídalas exfoliándolas con una sencilla mascarilla casera a base de aceite de oliva y azúcar. Luego, hidrátalas con una crema intensa; puedes cubrirlas con guantes plásticos o algodón toda la noche para evitar engrasar la ropa de cama y el cabello.
Aceite de ricino
El aceite de esta planta, utilizada desde hace milenios en África y Asia, es muy beneficioso para la piel y el cabello, ya que aporta hidratación y nutrición. Además, al ser natural, es apto para todo tipo de pieles. También es reconstituyente, por lo que puedes utilizarlo para fortalecer cejas y pestañas. Aplícalo antes de dormir y favorecerás el crecimiento de pelo en estas áreas.
Aceite esencial de lavanda
Un descanso reparador se refleja en la piel del rostro y en todo el organismo. Y para ello, una rutina relajante antes de acostarnos favorecerá el sueño. Por ejemplo, apaga móviles y demás pantallas. Procura que la cena sea ligera y no te acuestes inmediatamente. Antes de dormir, puedes darte una ducha relajante. Y para acabar de relajarte, aplica unas gotitas de aceite esencial de lavanda en las muñecas. Esta planta es conocida por sus efectos relajantes.
Un remedio para evitar las arrugas al dormir
Algunas de las arrugas que aparecen en el rostro y en la zona del escote se debe a la forma de dormir. Por ejemplo, dormir boca abajo o dormir de lado provoca presión en la piel del rostro. En cambio, dormir boca arriba relaja la piel. Por otro lado, la ropa de cama o el pijama que elijas también influye. Escoge tejidos naturales como el algodón. Otros, como la seda o el rastro, siempre que sean de calidad y transpirables, también benefician el descanso.