Pese a que estos días de lluvia intensa no son los más idóneos para salir al campo de excursión, si has tenido la oportunidad de pasear por un parque o un espacio natural donde haya pinos seguro que ya te habrás dado cuenta de esas orugas que van en fila y que tanto 'asco' nos provocan: la oruga procesionaria del pino.
Los riesgos por contacto pueden ser graves, sobre todo, si se produce en mascotas. De ahí que incluso la Policía Nacional, a través de su cuenta de Twitter, haya alertado de la presencia de esta especie, la Thaumetopoea pityocampa, su nombre científico, y haya recomendado protegernos de ella.
Un riesgo mortal para perros
En perros, como señalan los expertos, puede ser mortal. Por ello, debemos estar muy atentos cuando saquemos a pasear a nuestras mascotas. Como nos indica José Ballester, veterinario y Practice Manager de AniCura Velázquez Hospital Veterinario, debemos seguir las siguientes recomendaciones:
- Atentos en los paseos: si paseamos a nuestra mascota por zonas de vegetación, especialmente donde haya pinares, debemos observar por dónde se mueven con el fin de evitar que entren en contacto con estos insectos.
- Detectar los síntomas: como decíamos, los síntomas más comunes que nos pueden hacer sospechar que ha habido contacto suelen ser eritemas o rojeces en la piel, babeo espeso, boca inflamada, jadeos o incluso que el perro no se levanta.
- Actuar: si observamos estos síntomas, debemos mojar la boca lo más rápido posible para intentar bajar la concentración de toxinas y acudir lo antes posible al veterinario de confianza.
- Tratamiento: el profesional veterinario tratará al animal con antihistamínicos, corticoides y analgésicos, y le realizará un seguimiento pasado unos días para observar su evolución.
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La oruga procesionaria es urticante para las personas
No solo debemos proteger a nuestras mascotas de la oruga, nosotros mismos debemos evitar tener contacto con ella. Sobre todo los niños. Aunque los adultos también podemos sufrir reacciones alérgicas y procesos urticantes al tocar sus pelos.
Como recuerda la Dra. Cristina Villegas, jefa de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, los síntomas más comunes que pueden aparecer son:
- Urticaria de contacto: lesiones en la piel en forma de habones que producen mucho picor
- También pueden e irritar la mucosa conjuntival, produciendo conjuntivitis.
Como añade, estas lesiones suelen remitir al poco tiempo y las reacciones adversas no son frecuentes. Pero en personas particularmente sensibles sí puede ocasionar problemas más serios. Por ello, es recomendable no tratar de quitarlas del camino ni siquiera pisarlas si las vemos.
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¿Cómo evitar que la oruga anide en nuestros jardines?
Se trata de orugas molestas y peligrosas y también una amenaza para nuestros bosques y el medio ambiente. Por ello, hay que intentar evitar que proliferen y se propaguen. Sin embargo, también es cierto que se debe tratar de perjudicar lo menos posible el entorno. Los expertos de Biblion Ibérica explican qué mecanismos hay para combatirla sin que por ello sufran y mueran los árboles y plantas donde anidan.
- Endoterapia: se trata de una de las técnicas más novedosas y avanzadas para combatirla y eliminarla. Consiste en inyectar sustancias insecticidas directamente en el sistema vascular de la planta invadida. Cuando la oruga se alimente de sus hojas, morirá por ingestión del veneno.
- Trampas mecánicas: detienen la procesión de larvas, enredándolas en un pegamento especialmente destinado a ello.
- Insecticida biológico: se utiliza una bacteria, la Bacillus thuringiensis kurstaki (Btk), y se esparce mediante un atomizador, un microorganismo capaz de infectar a la larva de procesionaria, dañar sus centros nerviosos y paralizarla.
- Destrucción de los nidos: se retiran manualmente de la planta y se eliminan. Aunque efectivo, es practicable solo en los meses de invierno (cuando las larvas aún no han salido del nido) y solo en el caso en que sea necesario intervenir en áreas confinadas.
- Uso de trampas de feromonas: se utilizan en los meses de verano cuando los ejemplares adultos emergen del suelo. La finalidad de estas trampas es confundir a los machos en busca de las hembras, de tal forma que se evite el contacto entre los dos sexos, la fecundación y la puesta de los huevos.
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