Los bloqueos emocionales son una consecuencia de la ansiedad y que se produce en nuestro sistema nervioso cuando nos exponemos a situaciones en las que no somos capaces de dar ningún tipo de respuesta. "Nos quedamos congelados, en blanco, paralizados y, cuanto más esfuerzo hacemos por salir, de este estado más complicado se hace poder hacerlo", nos explica el psicólogo José Martín del Pliego.
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Muchos de nosotros hemos vivido estos episodios en alguna ocasión. Un examen, una entrevista, algo que nos impacta... "Son procesos totalmente automáticos e involuntarios y afectan en cualquier área de la conducta humana", apunta.
Un bloqueo emocional no se manifiesta de igual manera en los individuos. Como nos aclara el experto en psicología, hay un espectro, desde un ligero bloqueo, hasta el más intenso que puede acabar en desmayo. "Nos podemos encontrar distintas intensidades, algunas muy incapacitantes para poder llevar una vida normal en algunas o muchas áreas, y otras solo una percepción molesta pero manejable".
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¿Por qué se producen?
El origen de los bloqueos, como en casi todo lo que nos ocurre, puede venir de lejos, en ocasiones, de cuando somos muy pequeños y puede que no seamos capaces de recordarlo. "Hay una zona de nuestro cerebro, la amígdala, que está preparada para responder a lo que considera un peligro dando tres respuestas: enfrentamiento, escape y, cuando no podemos hacer ninguna de las dos, aparece el bloqueo. Les ocurre, de hecho, a todos los mamíferos. Son respuestas básicas para nuestra supervivencia y desconectadas de la zona del pensamiento.
Del Pliego nos cuenta que si de pequeños nos hemos obligado a 'congelarnos', como respuesta a no ser bien atendidos o por vivir en un entorno peligroso, cuando somos mayores, tenemos más tendencia a dar este tipo de respuestas; aunque, lo que nos ocurra, objetivamente, no sea algo especialmente peligroso o difícil. "Por eso, a veces, no tenemos claro por qué ciertas cosas nos afectan tanto".
Aquí entra el hipocampo, que contextualiza lo que nos ocurre y nos da una visión temporal de nuestra vida. En el bloqueo, el hipocampo activa alertas antiguas de la persona en el presente, donde la respuesta de congelación es la predominante porque un ser humano, cuando es bebé, es tan vulnerable que no puede escaparse ni enfrentarse a nada.
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¿Cuáles son los síntomas de que tenemos un bloqueo emocional?
Cuando experimentamos vivencias que nos sobrepasan, nos podemos hiperactivar. Y si esto ocurre, aparece mucha reactividad emocional, hipervigilancia, imágenes intrusivas o se desorganiza nuestra posibilidad de razonar. Este es uno de los motivos por los que si tratamos de hablar o calmar y ayudar a una persona bloqueada, el mensaje no le llega.
Si, por el contrario, nos hipoactivamos, aparecen ausencia relativa de sensaciones, entumecimiento emocional, dificultad para procesar los pensamientos e, incluso, dificultad para movernos físicamente. Son las respuestas más vagales relacionadas con la percepción de congelación.
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¿Cómo afectan a nuestra vida?
Puede afectar en cualquier área de nuestras vidas que active esas memorias antiguas. Por lo tanto, dependiendo del contexto personal en el que el bloqueo aparece invasivamente puede suponer un problema muy importante para la persona. "Es algo que determina cómo funciona y se adapta a su entorno. Ejemplos de estos bloqueos nos rodean todos los días, en el rendimiento académico, trabajo, hablar en público, expresar emociones, relaciones sociales y personales…", advierte el experto.
Indudablemente, también afectan al rendimiento. Los síntomas de los que hablamos impiden responder de manera adecuada y lo peor es que cuanto más veces nos bloqueamos más nos volvemos a traumatizar, de tal manera que los síntomas empeoran. "Suele ocurrir que nuestro sistema anticipa la posibilidad de aparición del bloqueo y genera más tensión; y, cuando nos tenemos que enfrentar, ya estamos con el nivel de activación muy alto lo que favorece que irremediablemente aparezca el bloqueo".
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¿Afectan a las relaciones de pareja o con otras personas?
Del Pliego explica que si nuestra área de bloqueo tiene que ver con la expresión emocional, podemos sentir cómo nos desregulamos en relaciones íntimas y somos incapaces de expresar lo que sentimos o, simplemente. Nos alejamos sin querer hacerlo, con lo que el otro miembro de la pareja se suele sentir frustrado al no poder hablar de aquello que sentimos dentro de la relación. También puede ocurrir que no podamos profundizar en la intimidad con el otro, ya sea en la comunicación o en las relaciones sexuales, donde son habituales estas situaciones.
De hecho, señala que muchas dificultades en nuestra relación con los demás tienen como base el bloqueo, que provoca que la persona no pueda comportarse como le gustaría; y puede parecer torpe o poco hábil para el resto. En lo social, terminan apareciendo conductas de evitación de escenarios sociales o el escape, aumentando el problema con el paso del tiempo, con lo que la persona tiende al aislamiento para sentirse segura.
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¿Cómo se trata un bloqueo emocional?
Pese a que la psicoterapia conductiva-conductual es muy efectiva para abordar muchos problemas psicológicos, Del Pliego señala que para no es tan útil para tratar los bloqueos emocionales.
"Lo que sabemos que mejor funciona son las técnicas que trabajan con la emoción y con las respuestas que genera el cuerpo durante el bloqueo". Puede ser el caso de la hipnosis, ya que resulta más sencillo acudir a las memorias que son el origen del bloqueo y ofrecer al paciente una respuesta más adecuada. "Podemos modificar las respuestas que tiene grabadas en la amígdala y el hipocampo, dándose cambios a nivel neurológico. A estas zonas de nuestro cerebro le da igual que algo sea real o imaginado. Si donde antes había bloqueo, ahora hay una salida, aparece la curación", indica.
También se puede usar otra técnica, el Brainspotting. "A través de contacto visual, usamos un puntero, activamos la respuesta emocional que se requiera trabajar y dejamos que todo el sistema comience a movilizarse a través de respuestas físicas que liberamos, emociones, recuerdos, pensamientos… La técnica se basa en la capacidad de autocuración que tiene el cerebro y que nos permite sanar aquello que, a veces, está oculto dentro de nosotros y que determinan los bloqueos de ahora".
¿Cuántas sesiones son necesarias?
Asombrosamente, estas herramientas pueden generar grandes cambios con solo una sesión. Otras veces, si aquello que causa el bloqueo está muy guardado, muy oculto, porque está relacionado con algo que causó mucho dolor, el proceso puede ser un poco más largo. Lo cierto es que, en todos los casos, el número de sesiones necesarias para generar cambios es mucho menor que en terapias conversacionales, ya que actuamos directamente en las zonas implicadas en el problema.
Además, se pueden usar como todo tipo de personas, da igual la edad, y con todo tipo de bloqueos o problemas emocionales
En muchos casos, las personas notan mejoría de forma casi inmediata, y perciben que el nivel de bloqueo ha disminuido considerablemente. "Nuestro objetivo es la cura, que la respuesta ansiosa que perciba el paciente esté cercana a cero. Cuando la persona siente que, de forma muy rápida ya mejora, eso le refuerza a seguir trabajando y, en ocasiones, se abren nuevos campos en los que se quiere mejorar o sentirse mejor. El bloqueo no viene solo, suele tener compañeros de viaje que van apareciendo durante la terapia y les damos espacio para que se expresen y sanen", concluye