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Tradicionalmente relacionamos la especialidad de urología con problemas habitualmente masculinos. Pero comentemos un error si pensamos que la mujer no tiene que acudir al urólogo en ocasiones. Hay una serie de patologías muy variadas que necesitan la atención de este especialista médico y que también afectan al género femenino. Litiasis renales (piedras en el riñón), infecciones de orina o incontinencia urinaria son algunas de las más habituales. Precisamente hoy, 14 de marzo, de conmemora el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria, una patología urológica que afecta al día a día de más de seis millones de personas en España, con una prevalencia media estimada del 24% en mujeres, aumentando al 30-40% en mujeres de mediana edad, y del 7% en hombres. Y es un problema no menor, pues deteriora sensiblemente la calidad de vida de quienes la sufren limitando su autonomía y reduciendo su autoestima. Para concienciar sobre la importancia de que la mujer también acuda a la consulta del urólogo en casos necesarios, hemos hablado con el doctor Guillermo Celada, urólogo y experto en la Unidad de Urología Funcional y Femenina de ROC Clinic.
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© Adobe StockAunque la especialidad de urología se vincula mucho más a los hombres, es importante también que las mujeres acudamos al urólogo en caso de tener la sospecha de problemas, ¿no es así?
Así es. En efecto, la especialidad de Urología se encarga de cuidar o de tratar toda la patología genital masculina, pero también la patología urinaria masculina y femenina, lo que indica que, cualquier afección en los riñones, en los uréteres, en la vejiga o en la uretra es competencia del urólogo y, ante cualquiera de esas situaciones en los que estos órganos o entidades se ven afectadas, por supuesto, las mujeres deben de consultar con nosotros para poder ayudarles.
¿Cuáles son los problemas urinarios más habituales que puede padecer la mujer?
Desde el punto de vista urinario, por lo que más suelen consultar las mujeres, entre otras cosas, es por las infecciones de orina de repetición. Debido a la anatomía del aparato genitourinario de la mujer es más frecuente que en el hombre que éstas tengan este tipo de afección. No es el motivo principal, pero sí uno de ellos.
También, las mujeres, debido a la edad, al envejecimiento y a los antecedentes ginecológicos, a partir de la cuarta, quinta, sexta y más décadas de la vida, tienen normalmente mayores problemas con la incontinencia urinaria. Por último, aunque en menor medida y en mujeres de mayor edad, otro de los motivos de consulta sería el prolapso de órganos urinarios, sobre todo el prolapso de la vejiga o cistocele.
En ocasiones, ante una molestia en la zona pélvica y urinaria, podemos plantearnos que se trata de un problema que debe valorar el ginecólogo, uno de los especialistas más vinculados con la salud femenina. ¿Cómo podemos saber si acudir a un especialista o a otro?
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Cualquier patología que compete al aparato urinario femenino, no genital, el urólogo es el especialista indicado al que deben acudir. Por ejemplo, ante una piedra en los riñones, sangrado con la orina o una infección, un cólico renal, un tumor en cualquier parte del aparato urinario... aunque alguna de las afecciones urológicas, como puede ser el prolapso de la vejiga, que se manifieste como sensación de bulto en la vagina, las mujeres puedan pensar que es algo ginecológico porque lo notan en su vagina, el problema es urológico y deben acudir a nosotros.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes en las mujeres con alguna patología urológica?
Si hablamos de infección de orina, los síntomas más frecuentes es el aumento de micciones al día, es decir, ir repetidamente a orinar y realizando poquita cantidad de micción, el ardor o sensación de cristales con la micción, en algunos casos sangre con la orina (hematuria) y otros signos importantes que aparecen como patologías urológicas pueden ser la pérdida de orina, dentro de las incontinencias, o la sensación de bulto en la vagina cuando hay un prolapso de órganos pélvicos.
Los problemas urológicos en la mujer, ¿aparecen más a partir de una determinada edad?
Como todo en la vida, el envejecimiento normal del cuerpo más una historia previa de partos vaginales o de partos con bebés de peso aumentado, pueden dar lugar a diversas afecciones urológicas. Es cierto que, a partir de cierta edad, debido a la laxitud de los tejidos del propio envejecimiento se puede producir, con mayor frecuencia, el prolapso de órganos pélvicos como el cistocele o prolapso de la vejiga en el en el canal de la vagina. También, a partir de la menopausia, las mujeres, debido a la disminución de producción de hormonas, cambian el ph de la vagina, teniendo menor lubricación, cambia la flora vaginal, lo que puede dar a un mayor número de infecciones de orina.
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¿Las infecciones de orina de repetición son un problema que afecta especialmente a las mujeres?
La infección de orina es mucho más frecuente en la mujer que en el hombre (excepto en la infancia temprana cuando son más frecuentes en los niños que en las niñas) debido a que la mujer tiene la uretra más corta que el hombre y, por tanto, la probabilidad de que los gérmenes o microorganismos puedan llegar a la vejiga es más elevada que en el varón, que tiene la uretra bastante más larga. Otra de las causas de infecciones de orina en mujeres son las relaciones sexuales, debido también a su anatomía.
© Adobe StockY otro de los grandes problemas que nos puede afectar es el de la incontinencia urinaria ¿cuándo debemos plantearnos acudir al médico?
Tenemos que tener claro que no por ser mujer hay que asumir que en algún momento de la vida se va a tener incontinencia urinaria. Puede que se tenga, pero no tiene por qué aguantarse. La incontinencia, cuando se tiene, es una patología que limita la vida, tanto laboral como personal, como social de las pacientes, por la que se debe consultar y para la que los urólogos tenemos herramientas para poder ayudar a evitarla, disminuirla o erradicarla. Esto es algo que las mujeres tienen que tener claro. Hoy en día, la mujer, por ser mujer, no tiene por qué asumir que a partir de cierta edad va a tener pérdidas, aunque sea unas gotas. Otra cosa es que se tenga incontinencia y no se consulte porque no moleste o no sea ningún impedimento para la vida personal, laboral o sentimental.
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Es importante entender que la incontinencia urinaria no es un problema normal, ¿no es así?
La incontinencia urinaria no es un problema normal, lo normal es que el esfínter sea competente y que no haya pérdidas de orina. Cualquier cosa que no sea eso, no es normal. Puede ser que a la persona que lo padece no le moleste, asuma tenerlo y no quiera consultar al especialista. Ante eso, no pasa nada. Sin embargo, es importante saber que hay soluciones para la incontinencia.
¿Hay solución para este problema si se trata de forma adecuada?
Principalmente hay dos tipos de incontinencia, la incontinencia urinaria de urgencia y la incontinencia urinaria de esfuerzo. Para ambas hay soluciones que son completamente distintas, porque los abordajes para el manejo, la actitud y el tratamiento son completamente diferentes. La mayoría de pacientes, con un buen diagnóstico, un buen tratamiento y una buena indicación acaban estando secas, que es de lo que se trata, de dar una solución a un problema que, aunque la gente asuma culturalmente que debe de ser así, la paciente, por supuesto, no tiene por qué asumirlo y tiene todo el derecho del mundo a tener una valoración y a tener unas opciones para poder solucionarlo.
