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piel acne

Te contamos qué tratamientos necesita la piel asfíctica

Así puedes evitar que te ocurra


8 de marzo de 2022 - 17:48 CET
chica crema© iStock

La piel asfíctica es aquella saturada de tantas cremas. Se conoce también como piel asfixiada u ocluida. Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, nos explica que, aunque no es un concepto estrictamente científico, podemos decir que aparece cuando se aplican demasiados productos cosméticos sin sentido sobre la piel". 

Es más común en pieles grasas, pieles asfixiadas que presentan un exceso de sebo en el tejido, poros  obstruidos e incluso milliums, y que cuentan con dificultad a la hora de liberar ese exceso de sebo hacia la superficie debido a la obstrucción. 

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chica cara ducha© iStock

¿Cuáles son las causas de este tipo de piel?

Este tipo de piel se puede producir por varios factores, una de ellas es debido al tipo de piel que está marcado genéticamente, una piel con tendencia a ser una piel grasa, dónde la glándula sebácea segrega más grasa de lo normal y el sebo es más compacto y denso, capaz de quedarse incrustado en el poros, haciendo que las células muertas se acumulen en superficie y se taponen los folículos pilosebáceos.

Por otro lado, el uso de productos agresivos o productos que taponen y congestionen, productos demasiado nutritivos u oclusivos, donde la barrera se encuentra comprometida, pueden llegar a producir alteración en esa zona, taponando ese folículo.

Cabe resaltar, que también existe un caso menos común donde la piel sufre un caso de hiperqueratosis, acumulación de células muertas en la superficie, sus células se regeneran más despacio de lo normal, haciendo que los poros se taponen y se acumule un exceso de célula muerta en la superficie, se va acumulando esa capa córnea engrosada y va taponando el folículo, pudiendo ocasionar que el sebo se quede totalmente compacto y pueda dar lugar a millums. 

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piel defensas© Adobe Stock

¿Cómo influye la alimentación?

La alimentación puede afectar a esta afección de piel, ya sea por una alimentación proinflamatoria, consumiendo productos ricos en azúcares, alimentos procesados, carnes rojas o lácteos, capaces de provocar una pequeña inflamación que deriva en una activación de la glándula sebácea. Por otro lado, existen ciertos alimentos que son más comedogénicos como es el caso del chocolate, los pepinillos o el embutido, alimentos más grasos que pueden hacer que la actividad de esas glándulas sebáceas se altere. En conclusión, puede ser por inflamación o por congestión producida de una mala alimentación.

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¿Cómo influyen las hormonas?

A nivel hormonal se puede producir un aumento de esa secreción sebácea o incluso un desequilibrio en el microbioma haciendo que la flora se altere. De este modo, hace que la bacteria que causa el acné la propionibacterium acnes pueda proliferar y pueda alterar a esas zonas.

Asimismo, aumentan los niveles de testosterona, con una producción sebácea excesiva, haciendo que las células muertas se vayan quedando adheridas en la superficie y taponando el folículo polisebáceo.

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¿Cómo se trata?

Para tratar adecuadamente este tipo de pieles es recomendable recibir una prescripción adecuada por parte de un experto, recomienda Raquel Gonzáles, de Pure Skincare, y comenzar una rutina de belleza controlada, eliminando esos productos innecesarios y poco efectivos, y así poder evitar que la piel vuelva a sufrir este problema. 

“El uso de peelings en cabina con una formulación específica en ácidos, ayudará a renovar el tejido, mejorar textura y desobstruir los poros, consiguiendo devolver una piel más sana, luminosa y de textura mejorada, controlando ese exceso de grasa”, concluye Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

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