Las lecciones de Emma Thompson sobre la autoestima corporal
'Nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos', declaraba hace unos días la actriz. Hablamos con expertos en psicología para aprender a amarnos más
La pasada semana, durante su discurso en la Berlinale, Emma Thompson sacudió nuestras conciencias recordándonos la mala relación que tenemos a veces con nuestros cuerpos. 'Nos han lavado la cabeza para que odiemos nuestros cuerpos', señalaba la actriz quien nos proponía un reto en el que nos animaba a ponernos delante de un espejo, quitarnos la ropa y quedarnos quietas, contemplando nuestraimagen, aceptándola, sin juzgarla. ¿Fácil? No, ni siquiera para ella, admitía Thompson. De hecho, cada vez que lo hacemos metemos barriga, nos ponemos de un lado, del otro y nos asalta la idea de hacer cualquier cosa para transformar nuestro cuerpo. Error.
Emma Thompson también criticó el machismo al que estamos sometidas y nos hizo ver que 'todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos y que todo está mal'. Otro error. Y es que todas estas falsas creencias sobre nosotras mismas nos vuelve más vulnerables, nos impide vivir plenamente, ser felices, siempre pendientes de las dietas o de los ejercicios para adelgazar.
Y es que, como reflexiona Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional, ¿cuántos titulares habrán contenido la palabra perfecta? "Muchas mujeres hemos crecido con esa creencia de perfección y por mucho que hemos intentado seguir todos los consejos y por muchos malabares que hemos hecho para encajar en cánones de belleza inalcanzables, nos hemos acabado frustrando, incluso desesperando al comprar la idea de que hay algo roto en nuestra apariencia que debemos arreglar".
Por ello, la experta, al igual que Emma Thompson, nos propone hacer ejercicios de aceptación. Y tratar de, poco a poco, aceptar cómo y quiénes somos y aprovechar al máximo las ventajas de tener un cuerpo que nos permite vivir y llevar a cabo todas las tareas cotidianas que programamos.
No es un trabajo de un día pero, poco a poco, si eres constante, notarás los resultados de estos ejercicios de autoaceptación y afirmaciones. De lo que se trata es de que seamos capaces de mirar nuestra imagen sin hacer juicios.
Cada día haz el ejercicio de plantarte delante del espejo y mirarte a los ojos.
Mírate fijamente a los ojos como mirarías a cualquier persona que quieres sin fijarte en lo demás y después de varios segundos sosteniendo la mirada, di en alto: ‘Te Quiero’. Al principio puede que te cueste o incluso que te dé vergüenza o te sientas vulnerable pero el mensaje acabará calando y re-conectarás con tu esencia, con quién tú eres de verdad. Es una práctica muy efectiva para conectarte contigo.
El amor propio puede ser más simple de lo que parece
Pregúntate: "¿Qué hago para demostrarle mi amor a alguien que quiero?" Quizás lo expresas con palabras o abrazas a esa persona, le haces un regalo especial o pasas tiempo de calidad a su lado, la ayudas con lo que necesita, etc. ¿Qué tal si ahora empiezas a hacer eso mismo por ti? Piensa en las acciones que te puedes dedicar a ti misma cada día: Empieza a decirte palabras bonitas aunque de primeras no te las creas, date un masaje con cremita y mucho mimo, hazte regalos, date caprichos, ten una cita yo-me-mi-conmigo para dedicarte tiempo a lo que más te llena, y hazte favores. Cada vez que haces algo para ayudarte cuando lo necesitas, reconócetelo.
Comparte tu sentir y cuestiona en compañía: el cambio al fin y al cabo es sistémico
¿Quién ha decidido lo que es bonito y lo que es feo, lo que encaja y lo que no encaja? Necesitamos abrir la conversación para poco a poco ir transformando esa creencia cultural limitante, primero cuestionándola y segundo convenciéndonos a través de la experiencia (y de referentes claros) de que hay muchos más tipos de belleza de los que nos han contado.
Aprender a amarse a uno mismo es crucial. No siempre nos resulta fácil. Además de las creencias limitantes, están las creencias culturales limitantes. Esas que se han ido traspasando generación tras generación y que a veces somos incluso inconscientes de que las sostenemos con fuerza y sin querer. Ligar la belleza a la delgadez o a un determinado rostro o pelo son algunos ejemplos.
¿Necesitas ayuda profesional?
Este tipo de afirmaciones nos ayudan cuando nuestro problema de aceptación es leve. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesaria la ayuda profesional de un experto en psicología para que nos acompañe en este camino de aceptarnos cómo somos.
Y es que existe un problema psicológico, la dismorfofobia también denominado trastorno dismórfico corporal, que consiste en la fobia o el rechazo exagerado hacia una parte de nuestro cuerpo o todo en general, nos explican desde GrupoLaberinto. Las personas que lo sufren perciben de forma obsesiva claros defectos, carencias o deformidades que pueden ser reales o imaginadas.
Las zonas típicas que son objeto de mayor obsesión son defectos en la piel como manchas, acné o arrugas, en dientes, pecho, cicatrices, asimetría facial, nariz, abdomen, orejas, y, en los hombres, además, los genitales.
Una baja autoestima corporal puede desencadenar, también, en un trastorno de la conducta alimentaria. En este sentido, el impacto de las redes sociales, el culto al cuerpo y/o la presión social sobre la imagen corporal son algunos de los factores que ha desencadenado un aumento de TCA, sobre todo en la población joven y adolescente, nos alertan desde la Clínica López Ibor.
Los trastornos alimenticios están muy ligados a la autoimagen y por exhibir la perfección de la delgadez. La imagen de una persona delgada es sinónimo de éxito profesional, éxito social y éxito saludable. La constante necesidad de compararse con los demás puede derivar a un problema psicológico grave. De ahí que deban tratarse con expertos especializados en TCA y no demorarse, puesto que trastornos como la anorexia o la bulimia pueden volverse crónicos.
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