Skip to main contentSkip to footer
yoga corazon© Adobe Stock

Dos asanas de yoga que te ayudan a abrir tu corazón, recomendadas por Xuan Lan

Te aportan flexibilidad y, además, la apertura en la zona alta de la espalda favorece la respiración


Actualizado 15 de febrero de 2022 - 11:09 CET

Cada 14 de febrero reivindicamos el amor. Pero no solo hay hueco para el amor a otra persona. También podemos cultivar, en un día como hoy, el amor propio y el yoga puede ayudarnos a conseguir esa calma y ese bienestar interior que tanto necesitamos, más aún teniendo en cuenta que el día, este 2022, coincide con un lunes. Una buena forma de empezar la semana es probar a practicar estas asanas que nos recomienda la gurú del yoga Xuan Lan, embajadora de la firma Believe Athletics, que propone dos posturas que nos pueden ayudar a abrir el corazón y quererte este San Valentín un poquito más que ayer. Además, le harás un favor a tu cuerpo. “La flexibilidad y apertura en la zona alta de la espalda favorece la respiración y la flexibilidad", explica la experta. Y es que son zonas "relacionadas con el chakra del corazón y con las emociones de confianza, entrega, amor y fe, que son muy importantes en la práctica de yoga”. Por todo ello, con estas posturas, la experta explica que el objetivo es notar cómo la flexibilidad en la parte alta de tu cuerpo va cambiando con los días.

Lee también: Estira tu cuerpo y consigue más flexibilidad con esta postura de yoga

postura del camello© Believe Athletics
La flexibilidad y apertura en la zona alta de la espalda favorece la respiración.

'Ustrasana' (postura del camello)

La experta detalla cómo hay que prepararse para realizar, paso a paso, esta postura:

-Para empezar, nos ponemos de rodillas y separamos las piernas al ancho de las caderas.

-Nos levantamos y trabajamos los cuádriceps, imprescindibles en esta postura. Hay que mantener el tronco recto y hombros relajados.

-Vamos bajando hasta ponernos de rodillas. Inhalamos inclinando todo el tronco hacia atrás controlando la bajada.

-Subimos lentamente soltando el aire lentamente y repetimos al menos cinco veces. Descansa 10 segundos.

-Vuelve a ponerte de rodillas y entrelaza las manos detrás de ti abriendo el pecho. Haz varias respiraciones y ya estás lista para sumergirte en la postura.

La experta nos cuenta que hay tres variantes de esta asana:

 Variante sencilla: recomienda elegir esta opción en el caso de que padezcas dolor lumbar. “Llevamos las manos al sacro, juntamos los codos, abrimos el pecho y lo proyectamos hacia el cielo. Dejamos la cabeza alineada, que no caiga hacia atrás, empujamos el pubis hacia delante y respiramos varias veces profundamente en esta postura. Si hay alguna molestia, descansa en balasana”, cuenta.

Variante media: se trata de realizar el mismo movimiento pero en lugar de apoyar las manos sobre el sacro las llevas más atrás hasta apoyarte en los talones.

• Variante avanzada: para los más experimentados, pueden probar con esta alternativa, en la que realizamos el movimiento anterior pero ahora buscamos las plantas de los pies y llevamos la cabeza hacia detrás dejándola caer. Los cuádriceps siempre están activos y la cadera proyectada hacia delante.

Lee también: Estas son las posturas de yoga fáciles que te recomienda Xuan Lan

postura del pez© Adobe Stock
La postura del pez se suele hacer al final de una clase.

'Matsyasana' (postura del pez)

En este caso, estamos ante una postura de suelo que estimula el chacra del corazón y los órganos de la garganta y el vientre. Tal y como explica la experta, al realizarla conseguimos el objetivo de abrir el pecho para mejorar, de esta manera, la postura corporal. También detalla que se trata de una postura que se suele hacer al final de una clase. Hay que tener en cuenta, eso sí, que hay varias variantes y que se puede escoger una u otra en función de nuestras preferencias y nivel.

 Sencilla: “Tmbate boca arriba y lleva las manos debajo de las nalgas, cuello recto, hombros relajados y rodillas flexionadas con las plantas de los pies en el suelo. Estira las piernas y levanta, empujándote con los codos, la cabeza, el cuello y el pecho. Deja caer la cabeza para que la coronilla apunte al suelo. Mantén los codos apoyados y abre el pecho. Realiza aquí varias respiraciones con las piernas estiradas y los pies en punta”.

• Segunda opción: recomendada en el caso de no tener molestias ni problemas a nivel de tus cervicales. “Puedes hacer la postura sin apoyar tanto los codos y los brazos. Relájalos con las palmas de las manos hacia arriba y las escápulas conectadas”.

• Postura de yoga restaurativo. En este caso, necesitas un bloque, que puedes colocar más alto o más bajo según estés más cómoda, poniéndolo entre los omóplatos. “Haz la postura que hemos descrito y relaja los brazos con las palmas de las manos hacia arriba para hacer tus respiraciones”.

Postura avanzada. “Realiza la misma postura con las piernas en posición de loto y respira sosteniendo con tus manos las puntas de tus pies”.

• Opción más intensa. “Las piernas están estiradas formando un ángulo de 45 grados respecto al suelo. Los brazos también estirados y las manos apuntan a las puntas de los pies”.

Lee también: Las diferentes sendas y tipos de yoga para lograr la autorrealización

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.