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Las redes sociales, en el punto de mira: qué hacer cuando se convierten en caldo de cultivo del odio

Los expertos alertan de que detrás de las pantallas puede haber personas vulnerables


Actualizado 10 de febrero de 2022 - 17:37 CET

Forman parte de nuestro día a día. Pueden engancharte en mayor o menor medida, pero lo cierto es que casi todos caemos en sus redes en algún momento, nunca mejor dicho. El uso reiterado de las redes sociales no ha parado de crecer, acrecentándose especialmente en el segmento más joven. En la actualidad, según el Estudio de Redes Sociales 2021 de la asociación IAB Spain, la penetración en redes sociales es mayor en los perfiles jóvenes de entre 16 y 24 años de edad, y alcanza el 92%. Y es que su uso nos permite estar al día, conectar con otras personas, descubrir tendencias, conocer lugares lejanos, participar en interesantes debates, intercambiando puntos de vista con personas de todo tipo.

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Ese es el lado más amable de esta herramienta de las nuevas tecnologías que ha llegado, sin duda, para quedarse. Pero también tienen lo que podríamos llamar su ‘cara B’. Es ahí donde se esconde la parte más hostil, en la que aparecen los conocidos haters. Escondidos en el anonimato de sus nicks, nos encontramos con perfiles que no dudan en lanzar comentarios repletos de odio hacia otros usuarios. Los rostros conocidos saben bien de lo que hablamos, pero también las personas anónimas que, de repente, pueden verse metidas en una situación desagradable mientras utilizan sus redes sociales. “La paradoja es que nos aprovechamos de ese anonimato y a la vez somos sus víctimas”, comenta la socióloga Alicia Aradilla. "El hater se aprovecha de eso, de que sus datos no aparecen cuando expresa ese odio y cuando sale a la calle nadie sabe lo que acaba de publicar. Incluso si se arrepintiera de esos comentarios, la impunidad le ampara. No tiene que dar explicaciones a nadie por su conducta", comenta Raquel García Trigueros, directora de Contenidos y Marketing de Freeda España.

Lee también: ¿Por qué es tan importante hacer un uso responsable de los comentarios en redes sociales?

 

comentarios en redes sociales© Adobe Stock
En ocasiones, escondidos en el anonimato de sus nicks, nos encontramos con perfiles que no dudan en lanzar comentarios repletos de odio hacia otros usuarios.

 

Mensajes de odio

Uno de los casos más recientes es el que ha tenido que padecer Chanel, la ganadora del Benidorm Fest y candidata a representar a España en el Festival de Eurovisión. La joven se ha visto ante una avalancha de insultos y comentarios negativos con los que ha tenido que lidiar desde que se proclamara vencedora del certamen. Tanto es así, que tuvo que dejar de lado sus redes sociales para evadirse de esa espiral de odio y acoso por parte de aquellas personas que no estaban de acuerdo con su elección. ¿Recurrirían a esa violencia verbal si estuvieran en persona, no detrás de un perfil de una red social? Los expertos coinciden en que seguramente no. Lo que está claro es que no se deben tolerar estas conductas, se debe dar una voz de alarma ante esta situación, pues detrás de las pantallas hay personas vulnerables. Por eso hay que decir basta ante quienes dicen cosas de forma impune, sin reflexionar. Cuando se pierde el respeto y los comentarios se tornan ofensivos e hirientes, pueden causar problemas en las personas más vulnerables que están detrás y los leen.

¿Un problema que va en aumento?

Le preguntamos a la socióloga Alicia Aradilla por qué piensa que estamos en un momento en el que cada vez nos encontramos con más casos de acoso y odio en las redes sociales. “Las redes sociales son un canal de expresión masificado, accesible al ciudadano medio. Algunas características como que son gratuitas, de fácil acceso y uso, las han convertido en un canal de expresión, que incluye, por supuesto, el odio. El odio, como emoción básica, puede ser un gran motivador a la acción”, nos explica la experta, que añade que una persona a insulta a otra en redes, cuando no lo haría frente a frente, entre otras causas, “por la facilidad para hacerlo y la falta de consecuencias, una vez hecho”.

“Internet y las redes sociales pueden convertirse en un caldo de cultivo del odio que puede acarrear graves consecuencias. Si nos olvidamos de que detrás de cada pantalla hay una persona con sentimientos, inseguridades y batallas, las redes no serán más que un espacio hostil donde nadie actuará con libertad. Hagamos de Internet una plataforma segura de intercambio, expresión y apoyo”, reivindica por su parte Clara Amechazurra, directora de Contenidos de la comunidad digital Freeda España.

“En realidad puede ser una agresión encubierta. Hoy en día no pasa nada, pero puede llegar a ser un delito. El castigo se pospone, porque lo legal tarda muchísimo y no vemos la consecuencia a corto plazo. Decimos algo, nos quedamos vacíos, nos quedamos bien, y no nos damos cuenta”, comenta la psicóloga clínica Pilar Guerra Escudero. “El ser humano aprende por ensayo y error y por las consecuencias que tienen sus actos. Es una vía de escape rápido y fácil para canalizar nuestra agresividad. El ser humano la tiene y no la canaliza bien”, añade la experta, que nos contaba que cada vez se están encontrando más con este problema en consulta, con un perfil de personas que no respetan, carentes de empatía, que cosifican a los demás, los usan como suministro para canalizar todo tipo de frustraciones y complejos que ellos tienen.

Lee también: ¿Cuáles son los rasgos que definen a una persona empática?

 

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¿Qué lleva a una persona a insultar a otra en redes?

En opinión de la portavoz de Freeda, hay tres factores clave: el anonimato, la deshumanización y el factor arrastre.

  • Las redes sociales nos proporcionan la inmensa tranquilidad del anonimato, como venimos diciendo. Es muy sencillo crear perfiles falsos si tu intención es la de generar odio contra alguien. El hecho de no tener que enfrentarte a una persona cara a cara, hace que uno se sienta protegido por este anonimato y por la distancia de lo virtual. De no tener que ver a la otra persona. Además, es la vía de escape y de desahogo de sus frustraciones. Y quien lo hace se siente muy seguro porque, por norma general, no va a tener consecuencias sobre su persona.
  • El segundo factor es la deshumanización que estamos viviendo a muchos niveles, insultando a alguien a través de la pantalla con total impunidad. Esto va ligado a una clara falta de empatía cuando nos comunicamos a través de los teléfonos móviles. En realidad, la empatía surge cuando ves que tus acciones hacen daño a un tercero. Sin embargo, a través de un dispositivo no está a nuestro alcance ver ese dolor. Por ello, en un contexto online estas personas tienden a ser más crueles. Se produce una cosificación y una deshumanización.
  • El tercer factor es el efecto arrastre: cuando nos fundimos con la masa y nos ocultamos en las miradas de los demás, nuestra forma de comportarnos es distinta. Nuestra identidad se diluye con la masa y apoyamos un argumento populista que se considera válido porque mucha gente lo cree así, no porque lo sea. Uno ejemplo muy mediático ha sido, como decíamos, el de Chanel, la ganadora del Benidorm Fest y futura representante de España en el Festival de Eurovisión. A ella la hemos visto denunciar mensajes de odio tras su alzamiento como ganadora y ha reconocido públicamente haberse tenido que desinstalar su cuenta de Twitter por este mismo motivo. En este caso el efecto arrastre genera esto: que hubiera una comunidad muy grande de gente que pudiera pensar lo mismo, llevó a un desmadre de la conversación y amplificó el hate a esos niveles.

¿Cuáles son las temáticas que generan mayor odio?

Según han podido constatar desde Freeda, los haters encuentran tres temáticas recurrentes para volcar sus comentarios negativos: el cuerpo femenino, las mujeres racializadas y la transexualidad. “Por lo general, el cuerpo de la mujer suele ser el blanco perfecto para los haters en redes sociales. Toda mujer que se sale de los cánones establecidos por decisiones como no depilar el vello de su cuerpo se suele convertir en objeto de odio”, explica la experta. Si al hecho de ser mujer le sumamos que se trate de mujeres racializadas, la cosa se complica aún más y los comentarios hirientes pueden multiplicarse. No dudan en minimizar sus experiencias y realidades, hasta ir un paso más allá, recurriendo a la mofa o, en el caso más extremo, las agresiones verbales. Y de la misma manera, cuentan que las personas trans reciben mensajes de odio por el simple hecho de ser quienes son.

La socióloga Alicia Aradilla va más allá y apunta a que “el ciudadano medio se ha convertido en un simple 'remero' de un barco que capitanea intereses de otros círculos de poder. Estas tres temáticas son perfectas armas arrojadizas, principalmente de la clase política”.

Y es que los datos no dejan lugar a la duda. De acuerdo con el último informe de transparencia publicado por TikTok, solo en el segundo trimestre de 2021, más de un millón y medio de vídeos fueron eliminados al relacionarse con conductas motivadas por el odio. Por eso es tan importante concienciar sobre la importancia de hacer un uso responsable de las redes sociales. Un ejemplo: Freeda, en colaboración con TikTok, ha creado una campaña para combatir el odio en redes bajo los hashtags #SeguridadEnTikTok y #EscapaDelHate. Y es que el mensaje es claro: “No digas en redes lo que no dirías en persona”.

Un uso responsable

Por todo ello, los expertos llaman a hacer un uso responsable de las redes sociales, especialmente de los comentarios. La teoría nos la sabemos, pero ¿cuáles son las claves para llevarlo a la práctica? “Predicar con el ejemplo, en -demasiadas- ocasiones, esos mismos expertos las utilizan como vía de expresión de sus emociones aflictivas. Convirtiéndose así, en el ejemplo de lo contrario”, nos comenta la socióloga. Mientras, en opinión de Raquel Garcia Trigueros, es importante estar educados en la empatía desde que empezamos a tener uso de razón. "Y ahora más que nunca, en empatía virtual. A nadie nos gusta que alguien nos insulte o nos haga pasar un mal rato cuando estamos librando nuestras propias batallas, por tanto, hemos de hacer un trabajo previo, antes de hacer ‘clic’, y pensar que a lo mejor esa persona está sufriendo más de lo que aparenta y podemos llevarla a encontrarse aún peor. El respeto en redes sociales hay que tenerlo evidentemente, aunque estemos atravesando el mejor momento de nuestra vida, pero no se pude pasar por alto que todos sufrimos, sentimos y padecemos de manera diferente", comenta.

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Claves para combatir el odio

¿Cuáles son, entonces, las claves para combatir el odio en las redes sociales? Alicia Aradilla las resume a continuación:

-Saber gestionar la emoción del odio en nuestras vidas.

-Las redes sociales no son la causa, sino un indicador que permite medir causas, intensidad e impacto.

-Las tres claves principales se pueden resumir en tres conceptos: Inteligencia emocional, inteligencia relacional e inteligencia social.

"Las claves parecen obvias, pero son básicas. La educación, aunque es algo manido, es el origen: hay que educar en la empatía. Ponerse en el lugar del otro no solo cuando lo ves en el mundo offline, sino también en el contexto online. Este modo de empatía hay que trabajarlo desde la educación. Todos tenemos un alter ego digital que también siente, aunque no le veamos. Estamos en una era en la que el self care, el cuidado personal, el ‘yo’… está muy de moda, y eso está muy bien. Pero no podemos olvidar que, en exceso, silencia el sentir de terceros. Por otra parte, algo muy importante es que tiene que haber herramientas efectivas a nuestra disposición para poner coto al odio en Internet. Las plataformas están ya trabajando en ello para que esos comportamientos puedan denunciarse y así se proteja al usuario", apunta Raquel García Trigueros.

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