Junto con la piel del rostro, la de nuestras manos es la más expuesta a los agentes externos, especialmente en estos días de invierno, lo que puede hacer que sufra una serie de complicaciones que se manifiestan en forma de sequedad, irritación y rojeces. "El frío, el viento y la humedad favorecen que las manos se sequen con facilidad y tengan un tacto áspero, siendo común que en invierno las manos se irriten y vuelvan rojas, e incluso pueden experimentar, en los casos más extremos, la formación de sabañones", nos detalla la farmacéutica Mar Sieira, alma mater de la firma cosmética Sarah Becquer.
Tal y como explica, por su parte, Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, la piel de las manos tiene algunas características particulares: no encontramos con que en el dorso es muy fina y frágil, tiene pocas glándulas sebáceas, y al tener menor grasa, tiende a resecarse con más facilidad, lo que provoca también un envejecimiento prematuro. Mientras, en las palmas, la piel es más gruesa, pero tampoco hay glándulas sebáceas, lo que favorece también la deshidratación. Y tiene, además, glándulas sudoríparas por lo que algunas personas pueden sufrir hiperhidrosis.
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Elementos que pueden dañarlas
Como comentábamos antes, las manos siempre están expuestas, al frío, al sol, al aire seco de los interiores, al agua, al jabón, a productos químicos, ahora a los geles hidroalcohólicos… Una suma de factores que pueden acabar debilitando su delicada piel. Rocío Escalante resume los que son en su opinión los tres factores que más pueden afectarles:
- Tocar jabones agresivos y sustancias irritantes (que puede haber en detergentes y productos químicos) aumenta la sequedad y provoca irritaciones, grietas dolorosas, callosidades… Esa es la principal razón por la que conviene usar siempre guantes.
- Lavarlas constantemente también las deshidratada. Ahora mismo, debido a la higiene de manos que debemos tener para evitar los posibles contagios de la COVID-19, hay que elegir jabones suaves e hidrogeles que respeten la barrera cutánea.
- El frío y el viento aceleran la deshidratación, igual que el calor y los ambientes resecos que provoca la calefacción.
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Así debes cuidarlas
Por eso, con la ayuda de las dos farmacéuticas, recopilamos algunos consejos para cuidar la piel de tus manos durante estos meses de frío y ayudarte a sobrellevarlos mejor.
- En opinión de Mar Sieira, lo más importante como imaginarás, es en la medida de lo posible, que utilices unos guantes para protegerlas del frío. Pero además de esta medida puramente física, es imprescindible mantener un óptimo nivel de hidratación de la piel y de su estructura.
- Para poder hidratar la piel, es fundamental que utilices en las cremas de manos agentes muy hidratantes como la urea, pero si además puedes relipidizar las membranas celulares enriqueciendo dichas cremas con aceites vegetales que se comporten de manera similar a los lípidos que existen en tu piel, ayudará a que ésta los absorba como si fuesen propios, y los incorpore a su estructura celular, ayudándola a fortalecer su función barrera o escudo natural de manera más contundente. La utilización de aceites como el de jojoba, o almendras dulces, te ayudarán a conseguir este efecto.
- Al lavarlas, es muy importante evitar los jabones agresivos y elegir productos con un pH similar al de nuestra piel (5,5), lo llamados syndet (jabón sin jabón).
- "Si tienen un tacto muy áspero o están resecas no sólo por el frío, sino por el constante uso que hacemos de las soluciones hidroalcohólicas para desinfectarlas, te recomiendo una exfoliación al menos semanal de las manos", cuenta Mar Sieira. Si quieres realizar tu propia mezcla exfoliante en casa, puedes utilizar dos cucharadas de aceite de almendras o manteca de karité y mezclar con una de azúcar moreno. Aplica esta mezcla en las manos y realiza masajes suaves. Posteriormente retira con agua tibia y aclara, aplicando posteriormente tu crema de manos o aceite habitual.
- "Igual de importante que la exfoliación, es la hidratación profunda de las manos a través de una mascarilla de hidratación que te recomiendo también al menos una vez a la semana. Puedes aplicar unas gotas de aceite de jojoba o argán a tu crema habitual y dejarlo actuar 5 minutos, retirando posteriormente el exceso o bien adquirir una mascarilla ultrahidratante específica para las manos", comenta Mar Sieira.
- Tan importantes como las manos, son las uñas y mantener una buena salud de las mismas y una buena hidratación de las cutículas puede ayudarte a evitar la aparición de complicaciones como que las uñas se rompan, además de ayudarte a que la manicura dure más tiempo. Utilizar un aceite para hidratar las cutículas de forma habitual, te ayudará a que tus uñas estén más sanas, fuertes y largas. Entre los aceites que te proponemos está el de almendras dulces, argán, ricino o cualquiera de los aceites faciales que utilices, si no tienes específicamente alguno de los que he nombrado.
- Rocío Escalante recomienda, además, protegerlas del sol, que puede provocar manchas, aumentar su deshidratación y acelerar su envejecimiento, así como evitar las fuentes de calor directas: agua muy caliente, secadores de aire caliente…