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mujer sofoco

Consejos que te ayudan a combatir los sofocos en la menopausia también en invierno

Son uno de los síntomas de esta etapa de la vida de la mujer, en la que afronta importantes cambios hormonales


Actualizado 7 de febrero de 2022 - 12:48 CET

Quienes los padecen saben lo molestos que resultan y cómo pueden llegar a afectar a la vida diaria. Hablamos de los sofocos, uno de los síntomas que podemos tener las mujeres cuando llega una etapa como la de la menopausia. De repente, aparece esa sensación de calor tan incómoda, que resulta especialmente complicada de sobrellevar en los meses de más calor. Pero no solo en esa época. El invierno, cuando las temperaturas se desploman, también puede suponer también una etapa complicada. ¿Los motivos? Tras aparecer el episodio de sofoco, suele producirse un escalofrío o sensación de frío que puede ser aún más difícil de sobrellevar debido a las bajas temperaturas. Una vez más, en la aparición de los sofocos están implicadas las hormonas, que se alteran mucho en esta etapa de la vida de la mujer. “El déficit de estrógenos hace que el hipotálamo, responsable de la termorregulación corporal, se vuelva más sensible e inestable causando que después de los sofocos algunas mujeres sufran escalofríos o temblores”, afirma la doctora Francisca Molero, ginecóloga y sexóloga presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología.

Es importante buscar soluciones, pues partimos de que el sofoco es un síntoma que sufren cerca del 80% de las mujeres durante la menopausia y que en el 20% de ellas persiste durante al menos cinco años. ¿Cómo se manifiestan? Como anticipábamos, los sofocos pueden producir un calor intenso y molesto que provoca enrojecimiento de la piel, sensación de ahogo y sudor excesivo. Lo habitual es que duren entre 30 segundos y 5 minutos y pueden aparecer varias veces en el día y la noche, donde pueden ser más manifiestos los escalofríos debido a la bajada de temperatura tanto ambiental como corporal.

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mujer abanicándose© Adobe Stock

 

Consejos útiles para tratar de evitarlos

Aunque no siempre se pueden prevenir, sí que podemos actuar sobre una serie de factores que pueden hacer más molestos los sofocos o los escalofríos durante la menopausia en invierno. Para evitarlo, los expertos de Procare Health ofrecen estos consejos útiles:

  1. Ojo con el consumo de cafeína y alcohol: las bebidas con alcohol, al igual que las que contienen cafeína, pueden desestabilizar el sistema de regulación de la temperatura corporal, además de interferir en el sueño.
  2. Vigilar la dieta. Nuestra alimentación también influye. Y es que el incremento de grasa corporal, debido a un mayor consumo de grasas, azúcares o comidas picantes durante el invierno, aumenta el riesgo de sufrir sofocos. Esa es la razón por la que tenemos que tratar de mantener el peso bajo control.
  3. La ropa también importa. Ir como una cebolla, vestirse por capas, es una buena idea. Y es que en estos meses de frío, una buena opción es que las mujeres que están pasando la menopausia se vistan por capas. De esta manera, pueden disminuir el calor intenso, generado por los sofocos, y al mismo tiempo abrigarse cuando surge la sensación de frío posterior. ¿Y en la cama, por la noche? Sin duda es uno de los momentos en los que también podemos tener sudores nocturnos. Por eso, es aconsejable usar ropa de cama y pijamas de tejidos transpirables, además de tener ropa de repuesto a mano por si se humedece la que se lleva puesta.
  4. Virus lejos. En estos meses de invierno se incrementa también el riesgo de infecciones como la gripe o el resfriado, a los que hay que añadir la COVID-19. Entre los síntomas característicos de todas ellas se encuentran la fiebre, la cual puede desestabilizar aún más el sistema de termorregulación corporal.

Por último, conviene consultar con el médico por un tratamiento eficaz, para abordar de forma efectiva tanto los sofocos como el resto de los síntomas que conlleva la menopausia.