Cuando nos referimos a la personalidad de alguien, estamos hablando de cómo es. Si es tímida, intuitiva, si es celosa o si es una persona positiva. Pero también podemos decir que tiene un carácter muy abierto o que su temperamento es fuerte. ¿Utilizamos estos términos de la psicología correctamente? Vamos a intentar aclararlo.
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Personalidad, temperamento carácter de una persona
"No existe una definición única de personalidad, pero nos referimos a ella cuando hablamos del patrón de conductas que muestra un individuo de forma estable en el tiempo y a través de diferentes situaciones. Este patrón de conducta se postula que está influido tanto por la herencia biológica como por el ambiente", nos aclara la psicóloga Mariló Pérez García, de GrupoLaberinto.
La experta continúa explicando que la parte de nuestra personalidad que heredamos la llamamos temperamento, y la parte que responde a esa influencia del ambiente, a los aprendizajes que vamos acumulando a través de la experiencia lo llamamos carácter. "En el carácter, por ejemplo, tiene una gran influencia el apego, el vínculo que establecemos desde pequeños con nuestras figuras de referencia, ya que a través de este vínculo vamos interiorizando ciertas creencias sobre nosotros mismos y sobre el mundo, vamos aprendiendo a cómo relacionarnos con los demás y a afrontar diferentes situaciones de la vida", señala.
Por tanto, ya hemos visto que más que aspectos diferentes, son aspectos de nuestra personalidad. Y ¿cuáles son los tipos de personalidad más comunes?
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Extroversión, neuroticismo y psicoticismo
Por otro lado, según Eysenck podemos explicar nuestra personalidad a través de tres factores: la extroversión, el neuroticismo y el psicoticismo. "Estos factores son dimensionales, por ejemplo, una persona puede moverse en el continuo extraversión-introversión, según la excitabilidad del sistema nervioso central", apostilla la experta en psicología.
De esta manera, Eysenck postulaba que las personas extrovertidas presentan menores niveles de excitabilidad que las introvertidas, lo que las llevaría a realizar conductas a través de las que puedan aumentar ese nivel de excitación, por ejemplo, involucrándose en más actividades sociales o enérgicas en general. Mientras que las personas introvertidas al tener mayor nivel de excitabilidad no necesitarían de estas actividades, y podrían recurrir a otras más calmadas como leer o dibujar disfrutando estando más tiempo solos.
En cuanto a la dimensión neuroticismo-inestabilidad emocional, está ligada al sistema nervioso autónomo, que moviliza trastornos cardiovasculares, respiratorios, la sudoración... "Las personas que puntúan alto en neuroticismo son aquellas que viven las emociones con bastante intensidad, personas generalmente ansiosas, tímidas e inseguras", aclara Mariló Pérez.
Por último, las personas con alto psicoticismo son personas que pueden tener conductas impulsivas y de riesgo, incluso, mostrarse agresivas, les cuesta empatizar con el otro, o son personas excéntricas pero con gran creatividad", indica.
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Los 4 temperamentos básicos
Para desengranar el temperamento y sus tipos, nos explica la psicóloga, existe la teoría de los 4 temperamentos básicos propuesta por Galeno. Esta postula que nuestra manera de ser depende de diferentes tipos de sustancias o "humores" que circulan por nuestro cuerpo. Estos cuatro temperamentos serían los siguientes:
- Temperamento sanguíneo: es propio de las personas cálidas, alegres, extrovertidas, optimistas y que tienden a buscar la compañía de otras personas.
- Temperamento colérico: lo suelen mostrar personas activas, enérgicas e independientes. Pero en el extremo pueden resultar irascible y aparecer conflictos.
- Temperamento melancólico: se atribuye a personas introvertidas, perfeccionistas y muy sensibles emocionalmente.
- Temperamento flemático: suelen tenerlo personas que se comportan habitualmente de forma tranquila y serena, personas perseverantes y racionales.
Carácter o cómo te relacionas
Como comentaba la psicóloga Mariló Pérez, el carácter es un componente de la personalidad, es cultural y depende de lo aprendido a partir de nuestras experiencias y es lo que da cierta estabilidad a la conducta de alguien. En el carácter de una persona influyen los valores, el conocimiento de las reglas sociales, la empatía, el respeto o la moralidad.
Por poner un ejemplo, podríamos decir que el carácter de una persona es apasionado, divertido, refunfuñón, quejica...
En definitiva, podemos decir que el temperamento es lo que brota de nuestro interior, lo que heredamos, es genético. El carácter lo vamos desarrollando con el tiempo, conforme a nuestras experiencias, relaciones y la personalidad lo engloba todo. ¿Y tú? ¿Sabrías decir cómo es tu temperamento, tu carácter y, en general, tu personalidad?
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