Dolor de cabeza, crujidos, imposibilidad de abrir la boca, dientes desgastados, astillados e, incluso, rotos... son algunas de las consecuencias del trastorno de la articulación temporomandibular (ATM) y el bruxismo, dos problemas que aumentan con el estrés y la ansiedad. Según los expertos, de hecho, “la pandemia ha conllevado un cambio de costumbres de forma inmediata y una gran incertidumbre económica que se manifiesta colateralmente en los dientes”, afirma la Dra. Ana Cabeza Martínez, Odontóloga especialista en Estética dental y Bruxismo y miembro de Doctoralia.
La experta añade que "esta tensión a largo plazo provoca de forma fisiológica que nuestras muelas se desgasten, y se astillen nuestros dientes que aparecen como si tuviesen el esmalte agrietado hasta que al final se acaban rompiendo.” Asimismo, hay personas que tienen otros problemas que afectan desde la articulación temporomandibular (ATM) que une la mandíbula con el cráneo, dolores en los músculos faciales, especialmente en el músculo masetero, ruidos cercanos al oído (chasquidos), incluso es muy frecuente tener sobrecargadas las cervicales a nivel de la C6 y C7. Todo ello provocado por la tensión y presión que hacemos con nuestros dientes al juntarlos fuera de los hábitos normales de la masticación y de la deglución, y a las malas posturas que adoptamos cuando trabajamos frente al ordenador, en las ‘home-office’ improvisadas”.
Los expertos también recuerdan que podemos sufrir estos problemas y no darnos cuenta. Por ejemplo, si sufrimos bruxismo nocturno cuya causa puede ser la señalada, aunque también puede haber otras razones que lo provoquen. “La causa más frecuente es el bruxismo nocturno (rechinar o apretar con intensidad los dientes) está relacionado con estados de ansiedad, pero también pueden ser debido a las muelas del juicio, ausencias dentales, apiñamiento dental, mala postura al dormir…” explica el Jefe de Servicio Integral Dental y Maxilofacial del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, el doctor Primitivo Pablo de la Quintana.
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¿Cuál es el tratamiento?
En primer lugar, es necesario averiguar la causa que lo provoca, puesto que si se trata de un problema de estrés o ansiedad el que está causando estos trastornos, es necesario no dejar de lado el abordaje con psicoterapia o fármacos si fuera necesario. A nivel odontólogico, se suele utilizar una férula de pacificación neuromuscular o de descarga habitualmente ajustada de acuerdo con los conceptos de “libertad en céntrica”. Explicado de forma sencilla lo que se busca es que la mandíbula “patine” sobre la férula, así se disminuye en cierta medida la actividad muscular y se libera la articulación témporo-mandibular, nos explica el Dr. Riba García, de Face Clinic.
En algunos casos, se puede recurrir a la toxina botulínica para tratar el bruxismo. "Consiste básicamente en producir una denervación química selectiva de la musculatura donde se infiltra. Podría decirse que afloja la actividad del músculo dejando a éste en posición de reposo. Los dolores derivados de la hiperactividad muscular se controlan gracias a este efecto", añade este experto.
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Ejercicios para prevenir la tensión
En cualquier caso, el especialista también puede recomendar la realización de ejercicios para liberar la tensión que se ejerce en la mandíbula.
- Revisar la postura corporal y, en especial, la de los hombros. Colocarse de pie, con los pies separados unos 10 centímetros con los brazos a los lados y los pulgares hacia delante. Apretar las nalgas y realizar un ejercicio de torsión con los pulgares hacia y hacia atrás. Encoger los omóplatos juntándolos y llevarlos hacia abajo. Elevar el pecho y respirar profundamente. Mantener la posición durante seis segundos y repetir seis veces.
- Estiramiento de cuello y la región superior de la espalda. Siéntate en una silla de respaldo recto. Inhala. Al exhalar, lleva la cabeza hacia delante e intenta tocar con la barbilla el pecho, manteniendo la boca cerrada. Respira regularmente y mantén la posición durante seis segundos. Lentamente, eleva la cabeza al exhalar. Repite seis veces.
- Colocación de la lengua. Pronuncia la letra 'N' con los dientes ligeramente separados. Cierra los labios y respira por la nariz. Intenta mantener la lengua en esa posición en cualquier momento, siempre que no se esté comiendo o hablando.
- Apertura con resistencia. Coloca la mano bajo la barbilla, ejerce presión e intenta abrir la boca.
Eso sí, los especialistas de Quirónsalud Campo de Gibraltar aconsejan acudir al médico cuando el dolor es crónico y recurrente. “Aquellas personas con cefaleas frecuentes o dolor cervical repetido, deben sopesar la posibilidad de esta patología y consultar con unidades específicas dónde se puede encontrar la solución a su problema” recalca la responsable del servicio de Rehabilitación y Fisioterapia, el Dr. Primitivo Pablo de la Quintana.
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