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Cuando conocemos a una persona que parece tener dos o más caras, o que se comporta de diferentes maneras según con quién o donde está decimos que tiene múltiples personalidades. Sin embargo, es muy probable que este individuo trate de adaptarse a las situaciones y que no sea más que un rasgo de su personalidad. Pero hay personas que sufren una enfermedad denominada trastorno de identidad disociativo, que es el nombre médico de la personalidad múltiple patológica.
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¿Qué es la personalidad múltiple?
Como decíamos, y como nos confirma la psicóloga Laura Cruz, Psicóloga y coordinadora clínica en ifeel "es la forma “común” de denominar al trastorno de identidad disociativo. La experta nos explica que la personalidad múltiple "se caracteriza principalmente por la aparición de dos o más identidades diferentes en la persona".
También resalta que no es algo que ocurra una vez y según las circunstancias externas. "No se trata de cambios momentáneos en el estado de ánimo, motivación o conducta, sino que las diversas identidades se hacen presentes y toman “el control” durante un tiempo particular. Cada “personalidad” suele tener sus propios deseos, comportamientos y necesidades. El cambio de una identidad a otra suele darse cuando la persona hace frente a un factor estresante", indica.
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¿Se conocen las causas?
Como señala la psicóloga, no se tiene certeza de las causas exactas, sin embargo, se ha comprobado que en la mayoría de las personas que viven con este trastorno suelen haber vivido experiencias traumáticas graves durante su infancia. Por lo que situaciones de abuso físico, sexual, psicológico y negligencias emocionales se consideran factores de riesgo muy importantes.
Lo que sí se tiene claro es que las consecuencias en la calidad de vida de estos pacientes no son buenas. "Algunas de las consecuencias más notorias en la vida de las personas vienen determinadas por los síntomas que presentan. Por ejemplo, suele darse un cambio notable en la “autopercepción” y problemas de memoria que hacen que la persona no recuerde datos de su historia personal y de acontecimientos cotidianos. Además, la alteración en el sueño junto con la pérdida del sentido del tiempo hacen que la persona tenga serias dificultades en su día a día".
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¿Cómo se trata el trastorno de identidad disociativo?
Será fundamental establecer un tratamiento específico y adaptado al nivel de malestar y síntomas que presenta cada persona. De forma general, el tratamiento está compuesto por farmacología para ayudar con algunos de los síntomas específicos así como de psicoterapia.
En cuanto al pronóstico depende de los síntomas que presente, de las características personales así como de la duración del tratamiento y del entorno en el que viva la persona. "Algunos síntomas pueden aparecer y desaparecer de manera espontánea, pero el trastorno de identidad disociativo no se resuelve por sí solo", indica.
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¿Cómo se puede convivir con una persona con personalidad múltiple?
La convivencia puede no ser fácil. Para el psicólogo Sebastián Girona, hay dos aspectos fundamentales para vivir convivir con una persona con personalidad múltiple:
El primer aspecto relevante es la psicoeducación. La persona que convive con este problema tiene que saber qué le pasa, cuáles son las características, y cómo abordarlo. Si no es una situación muy frustrante. Esta formación se la puede dar el médico que trata a la persona que tiene personalidad múltiple, o la puede encontrar en otra institución, pero es importante que la persona esté psicoeducada.
La segunda cuestión es el cuidado del cuidador, de la persona que convive con aquella persona que tiene personalidad múltiple. Esto es fundamental para que pueda seguir adelante. Esa persona (la cuidadora) tiene que ocuparse de su propia salud mental. Ya sea haciendo terapia o recibiendo algún tipo de tratamiento, porque la situación puede tener impacto en su psicología.
