Pintarse las uñas es un gesto tan común para la mayoría de las mujeres como maquillarse los ojos o utilizar un labial. Sin embargo, hay que tener precaución con el tipo de esmalte que utilices y, de contener acrilatos, debes evitar que estos entren en contacto con la piel. De ello se habló en el 48º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y así nos lo cuenta la Dra.Tatiana Sanz, miembro del Grupo de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea en la AEDV.
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¿Qué son los acrilatos y cuáles son sus riesgos?
En los últimos años, la manicura de duración prolongada semipermanente, así como las pestañas postizas o las extensiones se han hecho un hueco como ritual de belleza de los españoles. Una tendencia que, sumada a la comercialización de kits domésticos, ha provocado un aumento en el diagnóstico de la dermatitis alérgica por contacto tanto en ámbitos profesionales como no profesionales, alertan los dermatólogos. Los 'culpables' son los acrilatos.
Los acrilatos se encuentran en productos que usamos a menudo, como los esmaltes permanentes y semipermanentes, como decíamos. Su economía y el prolongado tiempo que se mantienen las uñas “perfectas” son los factores principales por los que cada vez más mujeres se apuntan a la moda de este tipo de manicura.
Los acrilatos son materiales plásticos de bajo peso molecular (monómeros) que se van a unir entre ellos para dar lugar a moléculas de mayor tamaño, los llamados polímeros. En su forma monomérica los acrilatos son sustancias muy irritativas y con gran capacidad para sensibilizar, pudiendo dar lugar al posterior desarrollo de eccema o dermatitis alérgica, una alergia desencadenada por un hábito estético, que nos puede pasar factura en el futuro, puesto que estos materiales se utilizan también en medicina, por ejemplo, en odontología, traumatología, en sensores de medición glucosa en diabéticos, adhesivos en métodos de diagnóstico y tratamientos.
El mayor peligro de los acrilatos es que tienen una reacción cruzada entre ellos, ya que una sensibilización puntual a un alérgeno concreto puede asociarse a otros acrilatos y repercutir en la vida futura del paciente. "Si al utilizar estos esmaltes, estos entran en contacto con la piel y desarrollamos una alergia, la vamos a mantener y podemos tener problemas cuando necesitemos una intervención médica o un aparato que utilice este tipo de pegamento", alerta la Dra. Sanz.
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Dermatitis alérgica de contacto
Además de estos acrilatos, los esmaltes empleados en manicuras semipermanentes contienen otras sustancias, como el tolueno, formaldehído, parabenos, colofonia y níquel, productos que también pueden producir una reacción alérgica en la piel, como eczemas. "La predisposición genética puede aumentar el riesgo de alergia. Existen personas que pueden desarrollarla en tres semanas, otras en tres años y otras nunca", nos señalan los expertos de Bionike. Sin embargo, como añade la Dra. Sanz, es cierto que la alergia depende en parte de la persona, pero es muy importante el alergeno, como los acrilatos que tienen mucha capacidad de sensibilización. Una vez desarrollada esta alergia, la tendrás para siempre. De ahí que los fabricantes de acrilatos y metacrilatos lleven años advirtiendo de que estos productos no deberían utilizarse para las uñas (ni cualquier otro fin estético) ya que estas sustancias no pueden tocar la piel.
Asimismo, dañan el aspecto de la uña natural, ya que la manicura permanente puede llegar a teñir las uñas de un tono amarillento o hacer que aparezcan fisuras en las mismas. Por si fuera poco, la retirada del esmalte semipermanente se realiza con un producto y un utensilio específicos para ello. Este último suele arañar la uña, debilitándola y haciéndola más frágil.
Si aún sabiendo todo esto sigues queriendo utilizar este tipo de producto para las uñas, debes saber cómo usarlo bien.
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Cómo usar esmaltes permanentes sin riesgos
Como decíamos, el riesgo de dermatitis alérgica por el acrilato está en el proceso de secado. Por ello, para evitarlo lo ideal es que sea un profesional formado quien se encargue de pintarnos las uñas y que evite que el esmalte toque la piel. Este profesional también debería protegerse con el uso de guantes. Y si tiene que corregir o quitar producto, debe hacerlo con utensilios especiales. Además, continúa la Dra.Tatiana Sanz, no debemos utilizar el móvil, ya que podemos contaminarlo.
La experta también quiere recordar que las uñas son una parte del cuerpo esencial para protegernos de infecciones. Cumple una función de barrera y debemos cuidarlas. "Si abusamos de este tipo de productos las acabaremos dañando y una uña puede tardar meses en repararse", alerta Sanz. Por ello, si queremos lucir unas uñas cuidadas y sanas, los expertos recomiendan el uso de esmaltes tradicionales, sin este tipo de pegamentos, y a poder ser, libres de otros tóxicos que puedan sensibilizarnos y acabar desencadenando un problema de salud.
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