navidad familia© Adobe Stock

Cómo debes prepararte emocionalmente en Navidad para evitar conflictos familiares innecesarios

En ocasiones, pueden aparecer desencuentros


20 de diciembre de 2021 - 11:22 CET
© Adobe Stock

¿La Navidad bien o en familia? Un chascarrillo que más de uno escuchará estos días. Y es que estamos ante unas fiestas tradicionalmente vinculadas a la familia. Por norma general, tendemos a pasar más tiempo del habitual con ella, lo cual puede ser una excelente noticia o todo lo contrario. "Las fiestas son una época social de mucha intensidad emocional en la que nos salimos de la rutina y de nuestra zona de confort para celebrar y a veces la celebración no es fácil de gestionar. Por eso, este año te animo a que en tus preparativos navideños, incluyas preparativos emocionales para las fiestas, para así poder evitar conflictos familiares innecesarios", explica Ixi Ávila, Coach de Inteligencia Emocional. La experta resume algunos consejos para superar los posibles conflictos que pueden aparecer en estas fiestas.

 

Lee también: Cómo cuidar tu salud mental en época navideña

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

© Adobe Stock

Marcar tus límites con antelación te ayuda a prepararte emocionalmente

En ocasiones, sabes que hay situaciones o factores de riesgo que se repiten, año tras año, en tus cenas navideñas. La clave está en adelantarte y decidir cómo quieres responder a esas situaciones conocidas. La experta pone un ejemplo concreto: “Por ejemplo, un consumo excesivo de alcohol que aumenta la irascibilidad. Si se celebra en tu casa, compra menos alcohol que normalmente o si no es el caso, decide cuál es tu límite y en qué momento te irás, a veces una retirada a tiempo es un éxito”.

Y cita otro ejemplo muy habitual: hablar de ciertos temas como la política o la religión… “En ese caso puedes proponerte marcar un límite para no entrar en esos temas. Puedes decir ‘Hoy no me apetece hablar de eso’ y seguidamente cambiar de tema sin entrar al trapo, busca encontrar los temas que os unen en vez de los que os separan”, recomienda.

© Adobe Stock

Respeta y acepta

No nos gusta lo que dice o cómo actúa un familiar, y tendemos a querer cambiarlo. Un gran activador de conflictos familiares en estas fiestas es que a menudo se utilizan como oportunidad para intentar cambiar lo que no nos gusta de nuestros familiares. “Aquí es muy importante aceptar que no podemos cambiar a nadie. Las personas solo cambian cuando quieren cambiar y/o cuando están preparadas para el cambio. Por mucho que te empeñes en cambiar a alguien, no lo conseguirás y solo vas a conseguir frustrarte”, comenta. Por eso, es importante entender dónde están tus líneas rojas y si hay alguna persona, incluso muy cercana, que las traspasa no tienes porqué pasar las Navidades en su compañía.

 

Lee también: Pautas para hacerse respetar

© Adobe Stock

Asumir las críticas y no llevarlas a lo personal

A veces, puede aparecer la crítica, los comentarios que no esperamos. En ese caso, es importante entender que ese comentario habla más de la persona que lo verbaliza que de ti. “Puedes responder desde la comunicación no violenta y sin tomártelo de forma personal, porque al final el comentario va a afectarte en función de la importancia que le des”, comenta.

 

Lee también: ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar las críticas?

© Adobe Stock

También hace falta soledad y descanso

Son momentos en los que socializamos más que nunca. Quedamos con amigos, compañeros, familia… es complicado encontrar un momento para nosotros. Por eso es importante tener momentos de conexión contigo para recuperar energía y cargar las pilas. “El autocuidado y las citas yo-me-mi-conmigo son esenciales para poder estar bien en todas las interacciones sociales: meditar, dar un paseo, escuchar música, un baño relajante, escribir… Si no estás bien contigo, será mucho más difícil que estés bien con los demás”, nos dice Ixi Ávila.

 

Lee también: ¿Por qué nos gusta cada vez más vivir solas?

© Adobe Stock

¿Y si aparece la discusión?

No intentes salir vencedora. Pones tu empeño en que no suceda, pero a veces es inevitable. Surge el conflicto y, de la mano, la discusión. “No es una guerra, no es una batalla, cuando se presenta un conflicto es importante ponerlo ‘en frente’ de las personas involucradas, en vez de ‘entre’ ellas. Si hablamos en términos de ganar y perder busca llegar a un win-win (el término medio en el que ambas partes llegan a un compromiso para sentirse bien)”, concluye.

 

Lee también: Los temas que debemos evitar para tener la fiesta en paz

© Adobe Stock

Consejos con la familia política

Los expertos de Psicopartner, centro de psicoterapia, hacen referencia también muy concreta a la familia política. Para evitar problemas, suele ser buena idea hacer un reparto equitativo de las visitas y estancias en ambas familias, al igual que del dinero que se invierte en ocio y regalos con unos y con otros. Esto ahorrará posibles puntos de desencuentro. Y además, apuntan a que es importante acostumbrarse a decir cosas bonitas a la familia política. Insisten en que hay que ser conscientes de que la buena gestión de la relación con la familia de nuestra pareja pasa por la contención. No hay que ser combativo, y se debe intentar transmitir positividad y buena energía.

 

Lee también: Consejos para llevarte mejor con tu suegra

© Adobe Stock

Otros consejos útiles

-Disfrutar de lo que se tiene es importante, ya que en la mayoría de los casos, la familia (sea o no política) está predispuesta a querernos. Además, todo el mundo tiene cosas buenas, hay que escuchar a la familia, aprender de ellos y divertirse.

-Hemos de tatar de estar disponibles para ayudar, si los familiares están preparando una comida, por ejemplo, uno ha de colaborar activamente.

-Y mucho ojo con pasarse con el alcohol y la cafeína tan presentes en estas fechas. Éstos son falsos amigos y grandes ansiógenos, lo mejor es sustituirlos por descafeinados y sucedáneos.