Prognatismo, una palabra que tal vez no habías escuchado hasta ahora. Pero seguro que sí conoces casos de personas con este problema, con la mandíbula prominente, una deformación que provoca que el mentón sobresalga excesivamente. Un problema estético, pues lo primero que apreciamos es ese aspecto en el rostro de la persona que lo padece. Pero no solo, pues el prognatismo puede afectar a la masticación, a la respiración, causarnos dolor en la zona… Para conocer un poco más este problema, hemos hablado con el Dr. José Luis Cebrián, Jefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
¿Qué es el llamado prognatismo, lo que conocemos como mandíbula prominente?
El prognatismo aparece cuando se produce un desequilibrio entre el crecimiento del hueso del maxilar superior y el inferior o mandíbula, que da como resultado el aspecto de mandíbula prominente.
¿Qué causas provocan el prognatismo?
Fundamentalmente se debe al escaso crecimiento del maxilar superior. Las causas son variadas, pero son frecuentes los factores hereditarios.
Es un problema que puede afectar a la autoestima de la persona que lo padece, pues influye en su imagen, ¿no es así?
En efecto, así es. Sobre todo, porque empieza a manifestarse durante la adolescencia, donde los aspectos relacionados con la imagen corporal y facial son muy importantes.
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Pero ¿es sólo un problema estético o puede afectarnos también desde el punto de vista físico?
Si bien los temas estéticos son importantes, desde el punto de vista funcional se producen desequilibrios musculares, mal uso de la dentición y otras situaciones que pueden incluso causar alteraciones de la articulación témporo-mandibular, la famosa ATM.
¿Influye, por ejemplo, en la masticación o en la respiración?
Por supuesto. Un maxilar hipoplásico en sus ejes transversal y anteroposterior puede causar dificultad respiratoria e incluso apnea del sueño. Además, la masticación descansa sobre unos pocos dientes, afectando a los que se usan en exceso y a los que no se usan.
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¿Cómo podemos llegar al diagnóstico de este problema?
Lo fundamental es realizar revisiones dentales periódicas desde que los niños son pequeños. Si se detecta el problema temprano, en algunos casos hay solución mediante el tratamiento de ortopedia-ortodoncia. En aquellos casos con deformidad grave, es fundamental la colaboración entre odontólogos y cirujanos orales y maxilofaciales.
¿Cuál es la solución para este problema?
La solución suele ser el tratamiento combinado ortodóncico-quirúrgico, con excelentes resultados.
¿A qué especialista debemos acudir cuando nos encontramos con este problema?
Al ortodoncista especializado en ortodoncia quirúrgica que trabaje estrechamente con cirujanos orales y maxilofaciales expertos.
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¿A partir de qué edad se puede corregir este problema? ¿Se puede tratar desde la infancia o hay que esperar a que la mandíbula alcance su total desarrollo?
Se deben evaluar los niños desde la infancia, como hacemos en la Unidad Pediátrica de Maxilofacial de La Paz, una de las más avanzadas del mundo. Algunos casos pueden tratarse con ortodoncia-ortopedia. En otros se monitorizará el crecimiento del paciente hasta su finalización. En cualquier caso, siempre deben estar implicados ortodoncista y cirujano.
El resultado de la operación ¿es más estético u orgánico?
Los dos aspectos son fundamentales. Deben tenerse ambos en cuenta para obtener resultados óptimos. Habitualmente los resultados van de la mano. Las nuevas tecnologías, las impresiones 3D nos ayudan en esa dirección y en el Hospital La Paz hemos hecho una decidida apuesta por la innovación y la tecnología al mejor servicio de los pacientes.
¿Recomendaría la intervención a toda persona que lo padeciera?
Sí. Le recomendaría que acudiese a su ortodoncista y al cirujano maxilofacial para evaluar el mejor tratamiento posible en cada momento.