Sangrar entre reglas no tiene por qué alarmarte a priori. Tal como nos explica la Dra. Ana Fernández Molina, especialista en Ginecología y Jefa de la Unidad de Ginecología en el Centro de Asistencia Integral de la Mujer Andalucía, "el sangrado entre reglas, al que llamamos sangrado o spotting intermenstrual, puede ser normal si se produce de forma esporádica y coincidiendo con la ovulación (mitad del ciclo) o bien cuando se toman píldoras anticonceptivas, sobre todo durante los 3 primeros meses, es frecuente incluso manchar durante todo el ciclo", indica la experta, que además es miembro de Top Doctors. Sin embargo, hay que estar atentos a las alteraciones que afectan a la duración, intensidad del sangrado o a las irregularidades, sobre todo, cuando estas son frecuentes.
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Causas del sangrado entre reglas
Son múltiples las causas que pueden ocasionar dichos trastornos: desde un leve problema hormonal pasajero hasta trastornos más graves. "Se puede deber a muchas causas. Es frecuente que se produzca por la ovulación. Este tipo de sangrado suele ser escaso y de 2 o 3 días de duración coincidiendo con la mitad del ciclo. Hay mujeres que incluso les ocurre en todos sus ciclos y otras solo de forma esporádica. En estos casos lo que ocurre es que el endometrio, que es la capa interna del útero y la que se descama con la regla, por el pico de la hormona LH que se produce previo a la ovulación, está más inestable y produce ese pequeño manchado", comenta.
Más explicaciones al sangrado entre reglas:
- Otra de las causas más frecuentes de manchados entre reglas son la toma de anticonceptivos o ser portadora de un DIU. Los sangrados normalmente remiten en los 3 primeros meses, pero si ese manchado continuara, se plantearía un cambio de anticonceptivos con una dosis más elevada.
- La patología benigna uterina como son los pólipos o miomas también pueden causar este síntoma. Normalmente, no coincide con la ovulación y suelen dar también reglas abundantes.
- A veces, este sangrado no procede del interior del útero, sino que viene del cérvix (cuello del útero) bien porque tenga alguna lesión (por ejemplo, causada por el VPH) o porque presente algún pólipo. En estos casos es usual que se produzcan manchados con las relaciones sexuales (coitorragia).
- El estrés también puede causar el sangrado entre reglas, ya que hace que se estimule la producción de cortisol, lo que puede alterar la producción de hormonas a nivel del ovario y, por tanto, variar nuestro patrón de sangrado habitual.
- Otro motivo, más infrecuente, es el llamado istmocele, que consiste en una especie de saco que se forma a veces en la cicatriz de una cesárea.
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Atenta al sangrado tras la menopausia
Pero no debes alarmarte. Un cambio aislado no tiene trascendencia y no debe preocupar. Por el contrario, cambios significativos en el patrón menstrual y mantenidos en el tiempo deben consultarse al ginecólogo. Ten en cuenta además que la mayoría de las razones por las que una mujer padece desarreglos menstruales se debe a problemas relacionados con sus hormonas susceptibles de tratarse y curarse.
Asimismo, "nos debe poner alerta siempre un sangrado que tenga lugar en lamenopausia, es decir, tras llevar un año sin regla. También, cuando el sangrado sea mayor o igual en cantidad a la propia menstruación o cuando coincide con las relaciones sexuales", recuerda la ginecóloga. Estas hemorragias pueden tener también una causa orgánica o funcional. Pero hay que insistir en consultar con el ginecólogo para que realice un diagnóstico.
Este especialista, realizará una historia clínica adecuada para conocer las características de ese sangrado (cuándo se produce, cantidad, si se acompaña de dolor o no…), se realizará una exploración ginecológica para determinar de dónde viene esa sangre (útero, cérvix o vagina). Se tomará una citología para descartar lesión microscópica en el cuello del útero y se realizará una ecografía transvaginal la cual nos permitirá visualizar la existencia de pólipos, miomas o un engrosamiento del endometrio, en cuyo caso podremos tomar también una biopsia endometrial. "Si no se visualizara ninguna alteración orgánica, solicitaremos una analítica hormonal para descartar posibles alteraciones endocrinas que puedan alterar el patrón de sangrado", explica la Dra. Ana Fernández Molina.
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¿Qué dice el color de la regla?
Otro aspecto importante que hay que conocer para valorar cómo de normales son tus reglas es el color. Según los expertos de Intimina, la menstruación puede ser:
Regla de color rojo intenso. Es el color normal de la menstruación. Sin embargo, si notas que tu periodo se extiende más de una semana con ese rojo intenso, es fundamental consultar a un ginecólogo.
Regla de color negro o marrón. Es lo habitual cuando la sangre envejece, ya que al mezclarse con el aire se seca.
Regla de color rojo claro o rosáceo. Si notas este color al principio del periodo, significa que la sangre menstrual está diluida y mezclada con el flujo vaginal. No obstante, si notas que la sangre es muy clara durante todo el ciclo puede ser una señal de un bajo nivel de estrógenos, algún desequilibrio hormonal o que el cuerpo se está preparando para la menopausia.
Regla de color rosa pálido y blancuzco. Si el color de la menstruación es muy claro, casi blanco, probablemente se deba a que la sangre está muy diluida y mezclada con el flujo vaginal. Si este color persiste durante el periodo, puede deberse a un bajo nivel de hierro.
Regla de color naranja. Puede ser causado por la mezcla de sangre con el flujo cervical, por lo que es considerado como algo normal. Si notas otros síntomas poco comunes como ardor, picazón o un olor muy desagradable, debes acudir a un ginecólogo para descartar una posible infección.
Grisáceo. Si viene acompañado de tiras rojas y si estás embarazada, no es buena señal y debes acudir de manera inmediata al médico. Si, por el contrario, no lo estás, puede ser debido a una infección de transmisión sexual. Igualmente, debes acudir a tu ginecólogo.
Recuerda que la prevención es básica para evitar dolencias graves que afecten al aparato reproductor de la mujer y a la salud femenina. Una visita al año a este especialista puede detectar precozmente dolencias que tienen curación.
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