Estamos en fechas en las que se multiplican los compromisos, muchos de ellos en torno a una mesa. No solo las comidas y cenas en los días más señalados, sino reuniones con amigos, compañeros de trabajo… Quien más quien menos comete algún exceso en estos días navideños. Excesos que pueden pasarnos factura, por ejemplo, haciendo que suban las cifras de colesterol. Tanto es así, que la Fundación Española del Corazón apunta que dichos niveles pueden aumentar hasta un 10% en estas fechas, debido a la mayor ingesta de alcohol y al cambio en nuestros hábitos alimenticios. Un dato preocupante teniendo en cuenta que la mitad de la población adulta española padece hipercolesterolemia, según el Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (ENRICA).
Por eso, es importante controlar algunos aspectos para tratar de mantener los niveles bajo control. “Para controlar el colesterol durante las fiestas navideñas es suficiente con realizar pequeños cambios que permitan reducir la ingesta de grasas sin dejar de disfrutar de las celebraciones”, nos explica Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, que considera que la estrategia debe incluir tres pilares fundamentales que nos resume a continuación.
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1. Cuidar la alimentación
En opinión de la experta, se pueden seguir recomendaciones sencillas a la hora de hacer nuestra lista de la compra. Por ejemplo, escoger carnes magras, retirar la piel de aves como el pollo, sustituir la mantequilla o la nata por el aceite de oliva en el cocinado o cambiar los lácteos enteros por su versión baja en grasa. “Estas son algunas maneras de mantener el colesterol a raya sin demasiado esfuerzo”, nos explica.
¿Hay alimentos que deberíamos evitar en el caso de que tengamos los niveles altos? “Quienes ya presenten niveles altos de colesterol, deben alejarse de las grasas saturadas presentes en alimentos como los quesos, los embutidos, salsas como la mayonesa, los ultraprocesados, fritos o dulces industriales, limitando su consumo a días señalados”, nos recomienda. “Es mejor optar por una dieta mediterránea rica en pescado, frutas y verduras y cereales de grano entero. Sin embargo, la clave está en la moderación más que en la prohibición”, puntualiza.
2. Ejercicio físico
Y junto con un pilar fundamental como la alimentación, no podemos olvidarnos del ejercicio físico. “Es importante no olvidarse de los hábitos saludables aumentando tanto la actividad física diaria (ejercicio no pautado: como subir escaleras, ir caminando o en bicicleta a los sitios, etc.) como el ejercicio físico (ejercicio pautado), que ayudará a contrarrestar los excesos de la alimentación”, nos cuenta Pedro Jiménez, entrenador personal de bluaU de Sanitas.
El experto añade que deberíamos garantizar ejercicio cardiovascular semanal entre 150-300 minutos a una intensidad media o 75-150 minutos a una intensidad elevada. “Este ejercicio puede ser caminar, andar en bicicleta, patinar o practicar algún deporte en equipo como el baloncesto, actividades todas ellas que, además, pueden realizarse con los allegados. También debemos incorporar en nuestra rutina semanal un mínimo de 2 entrenamientos de fuerza en los que trabajemos tanto el tren inferior como el tren superior”, apunta el entrenador personal.
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3. La importancia de hacerse chequeos
En opinión de Lina Robles, las citas regulares con el médico son especialmente importantes para hacer un seguimiento de esta patología que se engloba dentro de las denominadas enfermedades silenciosas, especialmente para las personas con niveles altos por encima de 200 mg/dL. “Por ello, es recomendable realizar chequeos durante y después de las fiestas sobre todo si aparecen síntomas como hinchazón de las extremidades, hormigueo, dolor de cabeza o dolor en el pecho”, nos detalla la experta en Nutrición.
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Remedios caseros, ¿sí o no?
Le planteamos a la experta si son eficaces los remedios caseros para mantener las cifras de colesterol a raya. “Todo puede ayudar, por ejemplo, el tomar 2-3 nueces al día ayuda, o el tomar los esteroles vegetales (Danacol o similar)”, nos dice Lina Robles. Pero eso sí, para que lo casero sea efectivo, al igual que pasa con lo natural, debemos ser muy constantes.
“Y para que todo esto sea efectivo debemos de llevar una dieta sin grasas, realizar actividad física diaria, mantener buena rutina de salud e intentar mantener un peso normal. La suma de todo es lo que va a ayudar a controlar los niveles de colesterol sin tomar medicación. Esto siempre debe ser valorado por el médico, que será el que tome la decisión de empezar por mejorar los hábitos y la dieta y, en el caso de tener sobrepeso, perder peso y ver si en un plazo de tiempo ese colesterol mejora o hay que optar por tomar directamente medicación para el colesterol”, concluye.