Hay que partir de un dato, sin duda, llamativo: el número de personas que buscan el término frontoplastia en todo el mundo se ha incrementado en un 180% en los últimos cinco años. Está claro que buscan información y quieren saber más sobre esta cirugía estética, que en Estados Unidos, por ejemplo, suscita un gran interés, aumentando de forma considerable en las tendencias de búsqueda. Pero, ¿en qué consiste? Su objetivo principal es reducir la frente para conseguir una mayor armonía en el conjunto facial. Una cirugía en un 99% femenina, es decir, que se realiza mujeres con una adecuada densidad capilar, a las que una frente grande provoca una falta de armonía en el conjunto facial. Pero claro, una de las preguntas que nos surge es qué podemos considerar como una frente grande. Tal y como nos explica Eloy Condiño, cirujano plástico, estético y reparador de Sensabell Plastic Surgery, los cánones estéticos la definen como el espacio comprendido entre las cejas y la línea de implantación del pelo que supera los seis centímetros. Detalla que este tamaño genera una alteración de la armonía facial, lo que hace que el paciente no esté a gusto con su aspecto. Además, el doctor añade que hay muchas ocasiones en las que la línea de implantación del pelo está angulada o es rectangular, lo que hace que le dé un aspecto masculino a la cara y a la frente.
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Es aquí donde se puede recurrir a esta operación que, aunque se realiza bajo anestesia general, no requiere ingreso hospitalario. A grandes rasgos, consiste en realizar una corrección de un centímetro, centímetro y medio en la frente, mediante el avance de la línea capilar. El pelo vuelve a crecer sobre la cicatriz. Hemos hablado con el especialista sobre esta intervención para que nos dé a conocer más detalles.
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¿Por qué piensa que es una cirugía poco popular en nuestro país?
Principalmente porque considero que todo lo que proviene de un complejo, de un tema tabú, se intenta esconder, se evita hablarlo con otras personas. Digamos que disminuye lo que sería la transmisión boca a boca y siempre se intenta hacer búsquedas un poco a escondidas sin llegar a hablarlo con otras personas que pudiesen conocer este tipo de procedimientos.
Además, es cierto que es problema que no es tan frecuente como pudieran ser otros que den lugar a otras cirugías estéticas. También es importante señalar que hay pocos cirujanos en España que realicen esta técnica como tal. Hay gente que se refiere al lifting frontal como frontoplastia, pero realmente nosotros estamos hablando de la reducción de frente o avance de la línea capilar, cuya única intención es disminuir la línea de la frente.
¿Puede el hecho de tener una frente grande generar un gran complejo a quien padece este problema?
Sí, sí, por supuestísimo. La frente genera un complejo. Muy probablemente todos conozcamos a alguien que haya tenido la frente ancha y que ha tenido un complejo, que haya pasado por una situación tipo acoso o en menor medida que haya padecido situaciones similares. A veces genera un disconfor a nivel de sus relaciones interpersonales.
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El flequillo solía ser el gran aliado de estas personas, pero ¿puede la cirugía estética ser una buena alternativa?
La gente suele camuflar el problema con distintos tipos de peinados, bien sea con flequillo o, incluso, cuando el complejo es grande, evitan, por ejemplo, el bañarse en verano en la piscina, ya que el pelo mojado da mayor visibilidad a la frente ancha. Es algo similar a lo que ocurre con las orejas de soplillo, las orejas en asa, que evitan ponerse el pelo detrás. La cirugía es la única alternativa actual para mejorar este tipo de problema. No hay otra alternativa, ni en la cirugía ni en la medicina estética que pueda reducir este tipo de problema de esta manera tan eficaz y permanente.
¿En qué consiste la cirugía? ¿Es una operación arriesgada?
La cirugía consiste en términos muy generales en avanzar el cuero cabelludo hacia delante. A través de una incisión localizada en la línea capilar, donde se inicia el pelo, y en función de la laxitud que tenga el cuero cabelludo de la paciente se puede avanzar entre uno y tres centímetros hacia delante. El resultado es una frente mucho más armónica. No es para nada arriesgada, se hace con anestesia general, con mascarilla laríngea, pero no conlleva ningún riesgo para la vida del paciente, ni mucho menos. No se tocan estructuras nobles. Simplemente trabajamos a nivel del cuero cabelludo.
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¿Los resultados que se consiguen son naturales?
Sí, no son nada artificiales. Mucha gente asocia la cirugía estética a los personajes conocidos y estos a veces no muestran resultados naturales. Esta operación busca lo contrario, trata de dar unas angulaciones más femeninas a la línea capilar. Una cara mucho más armónica, con proporciones más adecuadas con respecto a lo que es la relación de los tercios faciales con el tercio superior.
¿Es el postoperatorio especialmente complicado?
Dentro de todos los de cirugía estética, es bastante sencillo y cómodo. La cirugía dura entre una y dos horas y el postoperatorio no necesita ingreso hospitalario, salvo que la paciente sea de fuera y precise alojamiento. Se llevará un vendaje durante los tres primeros días y se retirarán los puntos en función de cómo se vaya viendo, entre diez y catorce días.
Inicialmente las cicatrices aparecerán, como todas y por todos los motivos, rojas. Después irán blanqueándose hasta hacerse imperceptibles entre los tres y seis meses. Desde luego, al año serán imperceptibles, además que la incisión es tricofítica, que quiere decir que localizamos la cicatriz en la primera línea de nacimiento del pelo y hacemos que el pelo luego vuelva a crecer a través de la cicatriz para que todavía sea mucho menos notorio.
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¡Ojo! Está desaconsejada para fumadoras
Eso sí, aunque las suturas se retiran cuando pasan diez días, el doctor Condiño apunta que no será hasta pasados los tres meses cuando se pueda retomar la actividad física intensa. Y más precauciones: tampoco está recomendado realizarse tratamientos capilares con queratina, tintes, recogidos o similares, que implican estirar la raíz del pelo y que puedan perjudicar el resultado de la cirugía. Y una advertencia importante: la frontoplastia está absolutamente desaconsejada en fumadoras. El motivo es que existe un alto riesgo de alopecia, debido a que el tabaco afecta a la microvasculatura y esto, a su vez, podría afectar a la calidad de la cicatriz y a la adecuada perfusión del pelo.