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Quien tenga gatos en casa o haya convivido con ellos sabrá que estos animales son criaturas especiales, fascinantes y a los que podemos tomar como 'maestros'. Y son muchas las culturas que les han observado y han aprendido de ellas. Y no solo eso. También los han venerado. De hecho, como nos cuenta Ana Ramírez, directora técnica veterinaria en Kivet Clínicas Veterinarias (de Kiwoko), estos pequeños felinos van de la mano del hombre desde épocas milenarias. Los egipcios los adoraban y tomaron a estos pequeños animales como símbolo de protección, divinidad y victoria.
Otra de las culturas que observa a los gatos como maestros que nos pueden enseñar conceptos muy valiosos es la budista. Para esta religión y tradición filosófica y espiritual, los gatos representan la espiritualidad, la calma y armonía, afirma Ana Ramírez. Es más, los budistas piensan que una persona que tiene una buena relación con su inconsciente es capaz de entender la personalidad del gato y puede comprender los misterios que estos encierran.
Los gatos tienen una gran capacidad sensorial. Son, además, animales muy astutos, ágiles, inteligentes, afirma Ramírez, y esta puede ser la razón por la que hay tanto misticismo en torno a ellos y por qué muchas culturas los han considerado como un enlace entre el mundo espiritual y terrenal.
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La convivencia con un gato
Los felinos que se convierten en nuestras mascotas son independientes, con carácter muy diferente y especiales. Y de ellos podemos aprender mucho. Además de que tener una mascota en casa puede ayudarnos a superar algunos problemas como la depresión, la ansiedad o, incluso, mejorar la movilidad. "La relación de humanos y mascotas genera oxitocina, la hormona conocida como la hormona del amor, que genera afección, estabilidad. Esto también libera serotonina y de dopamina, encargadas de regular el humor y el bienestar", añade la experta en veterinaria.
De ahí que haya surgido la gatoterapia, una forma de ayudar a pacientes que se recuperan de accidentes cardiovasculares, y también es positiva en niños hospitalizados.
Con respecto al gato en sí, hay diversos estudios que demuestran que acariciar a los gatos reduce el estrés, y que su ronroneo es terapéutico para poder conectar con el procesamiento de las emociones y la aceptación de la realidad. Esto potencia la secreción de endorfinas.
"Los veterinarios hemos percibido, sobre todo afrontando la crisis del coronavirus, que las mascotas en general y también los gatos, por supuesto, ayudan a las personas incluso a superar pérdidas de seres queridos. Es importante que, para integrar a un nuevo miembro animal de la familia, entendamos cuál es su papel y su naturaleza. Una vez comprendido esto, solo nos queda disfrutar de la compañía y de los beneficios que puede tener contar con un miembro gatuno en casa", señala Ana Ramírez. Teniendo todo esto en cuenta, ¿cuáles son las características de los gatos y las lecciones que nos pueden dar?
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Las enseñanzas de los felinos
"Lo que aprendamos de los mininos depende de cada persona. Ya que cada uno de nosotros somos distintos, vamos por un camino diferente y no todos aprenderemos lo mismo de ellos. Pero, en general, la convivencia con los gatos nos enseña a ser más limpios y ordenados, puesto que nuestros amigos felinos lo necesitan para sentirse felices en nuestro hogar", señala Nicoleta Daniela Vlad, amante y 'observadora' del comportamiento de los gatos.
También pueden facilitar que mantengamos una rutina. Mantener unos horarios es otro de los requisitos que debemos cumplir cuando le damos la bienvenida a un gato en nuestra casa. Estos pequeños animales domésticos tienen muy bien ajustado su reloj interno y nos harán ver que los cambios en las horas de comida o limpieza de su arenero puede traer consecuencias. Lejos de ver este horario como una obligación, lo podemos tomar como una manera de ordenar nuestro caos interno. Además, las rutinas nos pueden ayudar a gestionar mejor nuestro día a día y nuestras emociones.
La curiosidad es otra de las características de estos pequeños mininos, siempre dispuestos a estudiar cualquier objeto nuevo que traigas a casa, a esconderse en los lugares más inverosímiles, a veces, simplemente, para averiguar qué hay ahí, o a meterse en un agujero. Pero ojo al refrán 'la curiosidad mató al gato', apostilla Mónica, veterinaria y directora de la Clínica Espartales, en Alcalá de Henares. En ocasiones, debemos poner algunos límites a ese espíritu tan fisgón.
Nicoletta también resalta que de ellos también podemos aprender a contemplar la huida como una forma inteligente de responder en un conflicto. No siempre es necesario actuar con agresividad o entrar en guerras que no nos corresponden. Ser capaces de darnos la vuelta y no sentirnos mal por ello también es algo que nos enseñan los felinos.
Y, por supuesto, la paciencia es la virtud de estos cautivadores animales. Los gatos nos enseñan que hay que saber esperar para obtener nuestra recompensa.
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