No es la primera vez que te hablamos de la importancia de cuidar de la salud de nuestros riñones, insistiendo, por ejemplo, en que hay que vigilar nuestra dieta y nuestros hábitos. Todo con el objetivo de prevenir la aparición de posibles problemas relacionados con estos órganos vitales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Uno de estos problemas es el llamado síndrome nefrótico, del que hemos hablado con el doctor Antonio Gomis, jefe de Nefrología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de síndrome nefrótico?
Es un síndrome clínico, de los que existen en Nefrología, que se define por la presencia de 3,5 gramos de proteínas en orina de 24 horas, con albúmina baja en la sangre, colesterol alto y edemas en múltiples partes del cuerpo. Se produce porque el riñón, en su función depuradora de la sangre, presenta una alteración estructural microscópica por la que se filtran proteínas de la sangre a la orina, que en circunstancias normales no deberían aparecer.
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¿Cuáles son sus síntomas?
Al haber pérdida de proteínas por la orina, se produce una disminución de proteínas en la sangre y de forma secundaria, surgen los edemas, pudiéndose observar hinchazón de párpados, abdomen, pies y piernas y, de forma secundaria, aumento de la tensión arterial. Puede asimismo aparecer también la fatiga y sensación de falta de aire, por exceso de líquido en los pulmones. Otra llamativa característica es la presencia de espuma en la orina por efecto de la pérdida de la orina o proteinuria y de lípidos por el colesterol alto. También pueden darse trombosis venosas, todo ello secundario a las bajas proteínas en la sangre, tanto en las piernas como en la zona abdominal y hasta en los pulmones. El síndrome nefrótico provoca un mayor número de infecciones en las personas que lo padecen. Finalmente, la pérdida de proteínas por la orina mantenida en el tiempo conlleva un riesgo para la propia función renal y puede provocar un deterioro de la misma, en muchas ocasiones no corregible.
¿Qué factores pueden causarlo?
Hay causas primarias, que serían las enfermedades propias del riñón, y hay causas secundarias, como la diabetes, la hipertensión, la obesidad, enfermedades autoinmunes, tumores o infecciones que pueden provocar síndrome nefrótico. Las personas con un solo riñón también tienen riesgo de padecerlo, por el sobresfuerzo de actividad al que terminan sometiendo a este órgano.
¿Cómo se llega a su diagnóstico? ¿Puede pasar desapercibido durante algún tiempo?
Hay un síndrome nefrótico clínico, que se manifiesta a través de los edemas y/o las trombosis, y hay otro bioquímico, que aparece a partir del colesterol alto, la albúmina baja en sangre y las proteínas altas en la orina. Puede haber infradiagnóstico o diagnóstico tardío cuando se tienen proteínas altas en orina, colesterol alto y albúmina en sangre baja, pero no aparecen todavía las manifestaciones clínicas más visibles. Pero, al final, siempre se acaba diagnosticando, muchas veces de forma tardía y con la clínica ya avanzada.
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¿Hay personas con más riesgo de sufrir este problema de salud?
Sí. Serían los diabéticos, las personas con obesidad importante, casi mórbida, los pacientes con hipertensión severa y aquellos que solo tienen un riñón, porque nacieron con uno o perdieron el otro. También las embarazadas. Después, hay personas que pueden desarrollar síndrome nefrótico secundario a otro tipo de enfermedades, como es el caso de las infecciones por hepatitis o VIH y las enfermedades autoinmunes o los tumores.
Una vez diagnosticado, ¿cuál debe ser el tratamiento a seguir?
El síndrome nefrótico es la primera causa de biopsia renal en España. Es importante determinar a qué enfermedad nos estamos enfrentando, si es primaria, secundaria, etc. De esa manera, según la enfermedad que cause el síndrome nefrótico, así será el tratamiento. Es decir, el síndrome nefrótico no tendría un tratamiento específico ni único. Sí hay unos manejos comunes, como son el tratamiento para el control de la tensión arterial, poner fármacos para bajar el colesterol, fármacos diuréticos para disminuir el exceso de líquidos que presentan o incluso poner anticoagulantes de forma preventiva para prevenir los trombos, pero el específico va a depender del causante de este síndrome nefrótico.
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¿Cuáles son las complicaciones más habituales que puede provocar? ¿Es un problema que se puede prevenir?
La sobrecarga de líquidos y la tendencia a tener infecciones son complicaciones muy habituales. El colesterol alto es también factor de riesgo para la aparición de arterioesclerosis. Y la aparición de hipertensión y trombosis por la pérdida de proteínas a nivel renal. Respecto a la prevención, en síndrome nefrótico primario de causa nefrológica sería difícil prevenir. Respecto a los secundarios, es importante evitar la obesidad, controlar la hipertensión y la diabetes, además de hacer ejercicio entre 30 y 45 minutos al día. Los pacientes de alto riesgo deben realizarse una analítica anual, tanto de sangre como de orina, al menos una vez al año.