Seguramente, has visto en algunos perfiles de Instagram, Twitter o en otras redes sociales el hashtag #zerowaste. ¿Qué es exactamente? Se trata de una filosofía de vida que persigue reducir al máximo los residuos que generamos cuando compramos, cuando llevamos la comida al trabajo, cuando consumimos... Así lo comparten dos mujeres emprendedoras que han abierto la tienda online Kabia Cero Residuos, una manera de "formar un hogar sostenible, en armonía con lo que pensamos y sentimos, un nido para los nuestros, con productos respetuosos con la salud y el medio ambiente", sostienen Aitziber y Bàrbara.
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'Zero waste' en inglés o cero residuos es mucho más que utilizar bolsas de tela cuando vamos a la compra o reciclar. Es un modo de vivir para que nuestra huella sea prácticamente insignificante. Y, aunque pensemos que nuestros actos no son lo suficientemente valiosos, puesto que se necesitaría un cambio de actitud global para proteger nuestro planeta, los expertos afirman que todo lo que hagamos cuenta. Y que los pequeños gestos pueden generar grandes cambios. Así nos animan Georgina Gerónimo y Claudia Barea, autoras del libro Zero Waste para chicas con prisas (Ed. Zenith), un manual para una vida con menos residuos.
- ¿Y si la sostenibilidad de tu vida se midiera por la basura que produces?
Ideas prácticas para una compra zero waste
Son muchos los cambios que podemos hacer cuando hacemos la compra si queremos reducir los residuos y contaminar lo menos posible. Sin embargo, como reconocen las autoras del manual para contaminar menos, no siempre tenemos acceso a tiendas donde se pueda comprar a granel o no se cuenta con el presupuesto suficiente para buscar alternativas más sostenibles. Sin embargo, sí podemos adoptar algunos hábitos Por ejemplo:
- Bolsas de tela: puedes utilizarlas para las frutas y verduras que compres en el súper. Existen, de hecho, bolsas de rejilla perfectas para estos productos.
- Reduce los plásticos de un solo uso: por ejemplo, aquellos envoltorios de alimentos como la pasta, las legumbres, cereales o verduras, sobre todo, las congeladas. Lo ideal es que pudieras comprar estos alimentos a granel para no generar tantos residuos. Si no te es posible, busca marcas que utilicen bolsas de tela o cómpralos en envases de cartón que se pueda reciclar.
- El vidrio, el mejor envase: a no ser que la política del establecimiento no te lo permita, puedes acudir a la compra con tarros o tapers de vidrio, puesto que es reutilizable y reciclable. Si no es posible, opta por el aluminio, antes que el plástico.
- Compra de temporada y de proximidad: ¿tiene algún sentido comer sandía en invierno o espárragos de Perú? Se calcula que las emisiones de CO2 que se producen durante todo el proceso industrial, desde que se cultivan los alimentos y terminan en nuestra mesa (deforestación, fertilizantes químicos, exceso de envasado, refrigeración, transporte en avión... ) suponen entre un 44 un 57% del total. Por lo que siempre que puedas, intenta optar por la comida que se haya cosechado y producido cerca de ti.
- A granel: la tendencia que hace la compra más sostenible
Cómo ser más sostenible en el hogar
De nuevo, no siempre nos podemos permitir el lujo de comprar todos productos que se hayan fabricado con materiales reciclados. Pero sí podemos escoger algunos. Por ejemplo:
- Cambia el cepillo de plástico para platos por uno de coco, bambú o fibras naturales
- Sustituye el estropajo de esponja sintética por uno de luffa
- Evita comprar estropajos de níquel y opta por los de cobre
- El papel de aluminio o film se puede cambiar por envoltorios de algodón y/o cera de abejas o trapos de cocina
- Recupera las costumbres de las abuelas y utiliza jabón de platos a granel o jabón de Marsella
- Lo mismo con los productos de limpieza, en la medida de lo posible, compra a granel y decántate por los menos contaminantes
También hay alternativas en productos de higiene. Por ejemplo:
- Los discos desmaquillantes de un solo uso pueden ser sustituidos por discos de tela de algodón
- El desodorante en spray o roll-on lo puedes cambiar por uno sólido o en polvo
- Opta por geles de baño, champús o acondicionadores en envases rellenables o sólidos y evita el plástico
- El dentifrico en tubo puede ser sustituido por pasta de dientes en pastillas o en crema
- También puedes usar productos de higiene femenina de tela o la copa menstrual
- Champú sólido, una alternativa para lavar tu pelo más respetuosa
No malgastes, recicla y reutiliza
De poco sirven los anteriores consejos si no revisas tu consumo. De hecho, hoy en día se consume más de lo que se necesita, nos advierten desde Nutritienda. Un ejemplo de ello es la compra de ropa. De media una persona compra un 60% más prendas de vestir que hace 15 años. Si se conservase la misma ropa uno o dos años se reducirían las emisiones de CO2 en un 24%. Y así con el resto de cosas que se compran compulsivamente.
Y, por supuesto, recicla y reutiliza. Cada vez hay más conciencia ciudadana a la hora de reciclar, pero todavía queda mucho por hacer. España solo recicla un 33% de los residuos que genera frente al 46% de Europa. Además de reciclar, es muy importante reutilizar todo aquello que se pueda, ya que todos los materiales pueden tener más vida útil reparándolos y si no es posible se les puede buscar otra utilidad. ¡La decoración vintage está de moda!