Hay alimentos que empeoran tu aliento. Y otros, sin embargo, lo mejoran. ¿Por qué ocurre? "El mal aliento originado por la ingesta de ciertos alimentos se conoce con el nombre de halitosis fisiológica o no patológica. Aparece en personas que tienen una buena salud oral pero que tienen bacterias acumuladas, generalmente en la parte trasera de la lengua", nos explica la Dra. Patricia Bratos, ortodoncista y cofundadora de Ferrus & Bratos. Se trata de un mal aliento temporal originado por una situación concreta, algo similar a cuando nos levantamos por las mañanas. En estas horas, producimos menor cantidad de saliva, así que se propicia la halitosis.
En este sentido, existen determinados alimentos que causan halitosis puntual, pero que desaparece en el momento en que nos lavamos los dientes o usamos algún enjuague bucal.
Además de esta razón, "también es posible que el mal aliento se deba a una enfermedad oral. En tal caso, hablamos de mal aliento patológico, donde no solo existen compuestos que causan mal olor, sino que el paciente tiene también alguna enfermedad periodontal: gingivitis o periodontitis", advierte la experta que nos explicará qué podemos hacer para combatir el mal aliento y qué precauciones adoptar cuando consumimos determinados alimentos.
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La importancia de una buena higiene
La higiene de la boca es la base de la salud oral, por lo que unas rutinas de limpieza deficiente provocan problemas de halitosis. Igualmente, como decía en la anterior pregunta, ingerir ciertos alimentos también ocasiona mal aliento, aunque puntual.
Si hablamos de este segundo caso, seguir unas buenas rutinas de higiene hará que volvamos a tener un aliento fresco. En este sentido, es importante recordar que la limpieza bucodental no solo se limita al cepillo y al uso de colutorios.
El 40% de la higiene de nuestra boca es interdental -los huecos que hay entre diente y diente-. A estos recovecos no podemos llegar con el cepillo, por lo que es importante hacer uso de la seda dental o de cepillos interproximales.
La otra gran olvidada de nuestra cavidad oral es, sin duda, la lengua. En ella se acumulan numerosas bacterias y muchas de ellas son las responsables de la halitosis. Para evitarla, conviene acostumbrarse a utilizar un raspador o limpiador lingual y usarlo una vez al día. Por ello, la forma más eficaz de combatir la halitosis puntual es cepillándonos los dientes.
Chicles, ¿sí o no?
En caso de no tener acceso a nuestra higiene oral habitual, por estar comiendo en la calle, por ejemplo, podemos recurrir a los caramelos o chicles con xilitol. Esta sustancia propicia la secreción de la saliva y ayudará a retirar los restos de alimentos de la superficie dentaria. Igualmente, conseguirán que tengamos un aliento más fresco.
Aunque los chicles y caramelos de menta también hacen que la halitosis se disimule, su alto contenido en azúcar hace que podamos tener problemas de caries a la larga. Si optamos por ingerir estos dulces en lugar de otros que contengan xilitol, mi consejo es enjuagarnos después la boca con un poco de agua con el fin de retirar el exceso de azúcar.
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¿Por qué el ajo y la cebolla causan mal aliento?
Tanto el ajo como la cebolla son alimentos que se asocian al mal aliento. Y es que ambos tienen ciertos compuestos sulfurosos, como aceites, que se absorben y llegan tanto a los pulmones como al riego sanguíneo. Es por ello que, si no nos lavamos los dientes tras comerlos, el olor a ajo y a cebolla puede permanecer en la boca mucho tiempo después, emitiendo su característico olor.
Cuidado con los embutidos
Comer embutidos con un sabor muy fuerte provoca halitosis puntual, al igual que cualquier alimento más oloroso, como puede ser el queso azul. Tras comer, los restos quedan atrapados en los recovecos de la boca y las bacterias presentes en la boca hacen que se genere la halitosis.
La razón por la que el café causa mal aliento
Con el café sucede lo mismo que con el ajo o la cebolla: tiene un característico olor que, si no nos cepillamos los dientes, permanece mucho rato en nuestra boca. Pero en este caso, la cafeína hace que se disminuya la producción de saliva, siendo una de sus principales funciones en la boca la retirada de restos de alimentos. Por ello, cuando no segregamos cantidades normales de saliva, el mal aliento se acentúa.
Los alimentos que mejoran la halitosis
Hierbas como la menta o la hierbabuena hace que tengamos un aliento más fresco, por lo que, si tenemos halitosis o mal sabor de boca, es una buena opción mascarlas si no tenemos acceso a la higiene dental en ese momento.
También ayuda comer perejil, jengibre, cardamomo o eneldo, ya que contribuyen a la eliminación del mal aliento puntual generado por alimentos como el ajo o la cebolla. De esta forma, podemos disfrutar de un aliento más fresco hasta que podamos cepillarnos los dientes.
Los caramelos con xilitol, por su parte, favorecen la producción de saliva, evitando que los restos de comida generen mal aliento.
Además de esto, comer frutas y verduras crudas (manzanas, pepino, zanahoria…) también propician la limpieza de la superficie dental.