Son muchas las personas que han caído en las redes del yoga, aprovechando los múltiples beneficios, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente, de esta disciplina milenaria. Eso sí, antes de lanzarnos a practicar yoga, hay que tener en cuenta una serie de aspectos, para sacarle el máximo partido. Nos lo confirma Cayetana Rodenas, profesora de yoga formada en Hatha, Ashtanga Yoga y Yoga para niños, quien no ha dudado en recopilar los que son, para ella, los consejos y recomendaciones básicas para que aproveches al máximo cada una de tus sesiones de yoga, realizando correctamente esta actividad sin que cause ningún problema físico y emocional.
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Mide bien el esfuerzo
Sí, no es cuestión de acabar agotada sesión tras sesión, tal y como explica la experta. Buscamos el bienestar, no acabar extenuados. Recomienda incluso guiarse por la escala del 1 al 10, donde 1 es el más fácil y el 10 el más difícil, y puntualiza que cada asana que realices no tiene por qué llegar a 10. Todo, claro está, dependerá de tu cuerpo y tu rutina diaria, puedes llegar a 7, 8 o incluso menos. Debes escuchar las señales que lanza tu cuerpo y seguir el ritmo poco a poco.
Ten en cuenta el clima
La temperatura ambiente o la humedad existente también influyen a la hora de practicar yoga. Por eso, la experta recomienda no practicar yoga en condiciones climáticas adversas, a no ser que se trate de un estilo de yoga concreto donde la temperatura sea extrema, muy alta o muy baja, pero ten en cuenta que, en ese caso concreto, siempre se debe realizar bajo supervisión profesional y un buen estado físico. Es algo fundamental si se quieren evitar posibles problemas.
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La respiración, fundamental
Has de tener especial cuidado con la respiración, pues es uno de los pilares básicos, y juega un papel fundamental en la práctica del yoga. La instructora detalla que lo que debemos hacer es respirar normalmente (de una manera normal respetando nuestro ritmo, sin contener la respiración ni hiperventilar en exceso) a menos que se den instrucciones especiales.
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¿Antes o después de comer?
Tal y como recomienda Cayetana Ródenas, no conviene que pautes tu sesión de yoga diaria justo después de haber comido. No la aprovecharías tanto y, es más, podría incluso no venirte bien. Por eso, explica que hay que esperar al menos durante unas 2-3 horas para que la comida se asiente y se quede el estómago vacío. Entonces sí, será el momento de colocar tu esterilla en el suelo y ponerte manos a la obra con las asanas.
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Para cuando estés cansada
Esto está muy relacionado con el primer consejo. Y es que no hay que practicar yoga cuando se está agotada. “Mucha gente toma la práctica del yoga como algo ligero, lo cual no es cierto. Algunas sesiones de yoga pueden hacerte sudar mucho, e incluso suponer un sobreesfuerzo”, comenta la experta en yoga. Y es que hay asanas de yoga muy exigentes, que requieren de esfuerzo y disciplina para ser realizadas. Por eso, mejor no hacer yoga cuando se está especialmente cansada.
En manos expertas
Buscar una guía es fundamental. “Esto es una regla sino una pauta. Es mucho más recomendable no practicar yoga solo. Es mejor encontrar un compañero y practicar bajo la supervisión de un experto”, comenta la experta, que añade que el solo hecho de leer, mirar un vídeo, y practicar puede provocar tirones o molestias en los músculos, por no estar practicando correctamente. Por eso, en el caso de que estés haciendo una postura avanzada por primera vez, es mejor pedir ayuda a alguien.
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Huye de la ropa ajustada
Hay que elegir bien las prendas con las que vas a realizar yoga. De hecho, hay muchas líneas de moda ideadas precisamente para la práctica de esta disciplina, pues se ajustan perfectamente y, sobre todo, son cómodas. Y es que hay que huir, sobre todo, de la ropa excesivamente ajustada. Conviene que dejes a un lado los zapatos y la ropa demasiado justa mientras practicas yoga. ¿El motivo? Si aprieta un poco en la parte superior de la espalda puede restringir el movimiento de la caja torácica y el pulmón, lo que puede provocar una respiración incompleta.
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Una ducha después
Y una vez finalizada tu sesión, sin duda te quedarás como nueva si te das una ducha, tal y como recomienda la instructora, que apunta que es una buena opción pasar por la ducha después de un entrenamiento en el que puedes haber sudado. Eso sí, advierte de que no hay que ducharse inmediatamente, nada más terminar, sino que es mejor alternativa dejar que el cuerpo se seque normalmente antes de dirigirse al baño.
¿Y si tienes la regla?
En el caso de estar con la menstruación, también tienes que tener alguna consideración en cuenta antes de ponerte a hacer yoga, tal y como nos detalla la instructora. Así, ella recomienda no hacer sobre todo las posturas de “pies hacia arriba” (las llamadas asanas invertidas) durante la menstruación. Es mucho mejor intentar realizar posturas más sencillas de relajación y respiración mientras se está con la regla.
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¿Y después del yoga?
Acabas tu sesión de yoga y te surge la duda de si es buena idea complementarla con otro tipo de práctica deportiva, con un post entrenamiento de yoga, para maximizar los resultados. Lo cierto es que si practicas yoga, sabes que una vez finalizada la sesión, tu cuerpo se queda relajado y con una sensación de bienestar. Por eso, se sugiere no realizar ninguna sesión de entrenamiento de alta intensidad después del yoga. El entrenamiento se debe hacer antes de la clase de yoga con una buena planificación.
¿Debes beber agua?
En general, podemos decir que el yoga no es un entrenamiento de intensidad extrema, que requiera estar bebiendo agua de forma constante. De hecho, tal y como nos cuenta la instructora, beber demasiada agua entre la práctica de yoga no es demasiado recomendable, porque puede hacerte sentir pesada e hinchada, lo que podría incluso dificultar la práctica. La clave, entonces, está en tomar algunos sorbos. Con eso debería ser suficiente en su opinión.
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