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vagina© Adobe Stock

¿Puede el flujo vaginal darte pistas sobre tu salud ginecológica?

No es extraño que cambie de tonalidad o de consistencia a lo largo del ciclo menstrual de la mujer


Actualizado 30 de septiembre de 2021 - 16:13 CEST

Hay ciertos temas relacionados con la salud de la mujer que siguen causando cierto tabú a la hora de hablar de ellos. Entre ellos englobamos la menstruación o el flujo vaginal, un fluido producido por el cuerpo de las mujeres al que hay que estar bien atentas, pues si experimenta determinados cambios, puede alertarnos de la existencia de algún problema. Tal y como explican los expertos de Intimina, se expulsa por la vagina, y ayuda de esta forma a mantener la limpieza de la misma.

Y nos aclaran que el flujo es mucho más que lo conocido como “moco cervical”, ya que está formado por células de la vagina y del cuello uterino, así como por mucosidad, bacterias y agua. Lo cierto es que normalmente, la gente se refiere al moco cervical como fluido vaginal, pero el moco cervical es solo una parte de este fluido. Lo cierto es que el flujo tiene su función, importante, pues protege de las bacterias y virus dañinos, previniendo las temidas infecciones vaginales, mantiene los niveles de pH y hace que la vagina sea un órgano que se limpia a sí mismo.

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mujer con las manos en la pelvis© Adobe Stock

 

¿Qué podemos considerar flujo 'normal'?

Lo cierto es que, a lo largo del ciclo, hay momentos en los que el flujo vaginal cambia de tono, cantidad… Una de las principales preocupaciones de muchas mujeres es saber identificar si el flujo es normal. ¿Cómo podemos saberlo? Hay que valorar si cumple los siguientes parámetros:

- El flujo cambia durante el ciclo (en consistencia, color, cantidad…).

- El color es blanco o transparente.

- El flujo tiene un olor que no es fuerte o desagradable.

Y es que hay que partir de la base de que los cambios en el flujo vaginal son totalmente normales durante todas las etapas del ciclo. Por ejemplo, no es extraño si has notado que hay varios días en los que el flujo se vuelve pegajoso y más denso, coincidiendo con la fase de ovulación. ¿Por qué sucede? En este momento, el cuerpo se está preparando para recibir esperma. Teniendo esto en cuenta, nos damos cuenta de que entender los cambios en el flujo vaginal puede ser un buen método para determinar en qué parte del ciclo menstrual se encuentra tu cuerpo.

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¿Qué ocurre si de pronto tu flujo vaginal cambia?

Es importante conocer las señales que nos lanza nuestro cuerpo, y si el flujo vaginal cambia puede ser una señal de que algo está pasando. Toca estar atenta: sobre todo si tu flujo cambia el color a tonos más verdes o amarillos y el olor comienza a ser algo más fuerte, hay que considerar visitar al ginecólogo. ¿Por qué razón? Puede ser que estemos ante una infección vaginal, que si no se trata a tiempo, puede desencadenar en problemas de salud más serios.

La candidiasis, por ejemplo, se trata de una infección de la vagina, producida por el hongo Candida albicans que produce picor y ardor vaginal, pero también flujo anormal de color blanquecino que puede ser acuoso o más espeso, así como enrojecimiento en la zona vulvar, dolor al orinar y/o durante el acto sexual. Por supuesto, también deberías visitar a un especialista si sientes dolor o sangras. Eso sí, no hay que alarmarse sin motivo, pues los cambios en el flujo no siempre tienen que ser sinónimo de infección, pueden deberse simplemente a una reacción frente al estrés, cambios en la dieta o como reacción a alguna medicación.