Estamos ante una técnica que es mucho más habitual en los hombres que en las mujeres. Tanto es así que se hicieron famosos los famosos vuelos a Turquía para realizar trasplantes capilares. Pero hay que matizar que también las mujeres padecen alopecia, por lo que esta alternativa de tratamiento, que se realiza con total garantía en España, también lo es para ellas. Sí que es cierto que hay diferencias en cuestión del sexo y, fijándonos en datos de España, tan solo en España, y según los últimos datos sobre calvicie en el mundo, un 42,6% de personas la sufren, con un 62% de hombres y un 25% de mujeres. Y uno de cada tres pacientes de trasplante capilar en España es mujer. Del total de pacientes trasplantados en todo el mundo, un 14,2% son mujeres.
Sin embargo, el trasplante capilar en los hombres se ha normalizado y, poco a poco, ha dejado de ser un tema tabú. No es extraño que un familiar o un amigo nos cuente que se ha sometido a este tratamiento. Pero en mujeres no es tan habitual hablar de ello, cuando realmente el problema de la pérdida de cabello sí que está ahí. Un problema que puede derivar en problemas psicológicos y pérdida de autoestima, afectando en el terreno personal y profesional, y lo hace de forma mucho más intensa que el hombre. Por eso, hay que optar por las soluciones que hay a nuestro alcance, muchas de ellas mínimamente invasivas y que dan excelentes resultados, cada vez más naturales, rápidos y menos invasivos, tal y como confirma el doctor Eduardo López Bran, fundador y director de la Clínica IMEMA, quien resuelve todas las dudas sobre este procedimiento.
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¿Existe diferencia entre la alopecia masculina y la femenina?
Existen diferencias a simple vista. La calvicie o alopecia androgénica sigue patrones evolutivos diferentes tanto en hombres como en mujeres. Mientras que, generalmente, en los hombres suele iniciarse en áreas concretas como las entradas o la coronilla, en las mujeres sigue un patrón más difuso, afectando inicialmente a la zona de la raya y posteriormente a toda la zona superior del cuero cabelludo, si bien en muchos casos conservan la línea de implantación frontal.
Y cuáles diría que son las diferencias de cara a la realización de un trasplante capilar en pacientes masculinos y femeninos
Las principales diferencias en el trasplante de pelo entre hombres y mujeres son, principalmente, la zona donante o área dadora, que, mientras que en los hombres es toda la herradura que va de una oreja a la otra, en las mujeres se reduce a la zona de la nuca. Esto hace que la superficie de la que se puedan extraer unidades foliculares para trasplantar al área receptora o área calva sea menor en las mujeres que en los hombres y, consecuentemente, disminuya el número de folículos que es posible extraer e implantar. El equipo de Clínica Imema combina su experiencia con el uso, en casos seleccionados, de la tecnología robótica ARTAS™, que permite una extracción de unidades foliculares más homogénea y precisa.
¿Se nos cae más el pelo a las mujeres en la actualidad?
La incidencia de la alopecia ha aumentado en los últimos años en las mujeres. Ello es debido a que la carga de estrés que soportan muchas mujeres es mayor, lo que conlleva que alopecias que no se manifestaban espontáneamente porque no tenían suficiente carga genética para expresarse clínicamente, ahora si lo hacen, ya que ese estrés que sufren hoy las mujeres actúa como desencadenante.
Asimismo, hay que recalcar que la caída de pelo en las mujeres puede ser temporal, provocada por factores externos como el embarazo, determinados medicamentos, desarreglos hormonales o una situación temporal de estrés. Pero cuando se desarrolla una alopecia androgénica de patrón femenino, el cabello que se ha perdido no se recupera. Es en estos casos cuando el trasplante es la única solución definitiva que existe para recuperar el pelo de forma permanente, siempre que se tenga una buena zona dadora.
¿Se está normalizando el trasplante capilar en la mujer? ¿Queda mucho camino por recorrer?
El trasplante de pelo es una técnica quirúrgica que permite repoblar áreas en las que ha habido una pérdida de densidad capilar y que debe de integrarse dentro de un tratamiento médico-quirúrgico global de la enfermedad alopécica. Un correcto diagnóstico y una adecuada selección de las pacientes permite obtener buenos resultados en muchos casos.
Los avances que se han producido en los últimos años permiten realizar trasplantes no agresivos y lograr resultados naturales y definitivos. Si a esto le sumamos la “desmitificación” de que los trasplantes no son efectivos en mujeres, hacen que la situación empiece a normalizarse. Cada vez son más frecuentes este tipo de procedimientos en la mujer.
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¿Qué consejos le daría a una mujer preocupada por la pérdida de cabello?
Lo primero que debe hacer ante los primeros síntomas es acudir a un dermatólogo de confianza que cuente con las mejores técnicas de imagen para interpretar correctamente el tipo de lesión.
Y es que hay que diferencias los tipos de alopecia más comunes en la mujer y tratamientos.
1. Alopecia androgénica femenina (FAGA). Es la causa más frecuente de pérdida de pelo en las mujeres, afectando en torno al 40% en algún momento de su vida, especialmente entre los 15 a 25 años (“FAGA premenopáusica”), y entre los 50-55 años (“FAGA posmenopáusica”). Obedece a una predisposición genética y a factores hormonales y puede ser agravada cuando ya está en marcha o desencadenada cuando está latente por factores como el estrés y la ansiedad.
Su origen, al igual que en el sexo masculino, es principalmente hormonal y genético, y los primeros síntomas suelen mostrar una pérdida de la densidad capilar en la zona frontoparietal, con un ensanchamiento de la raya. Los tratamientos con minoxidil, anti-andrógenos e inhibidores de la 5-alfa-reductasa (enzimas involucradas en el metabolismo de esteroides con un papel importante en el metabolismo de andrógenos y estrógenos), mejoran mucho la pérdida del cabello.
2. Alopecia ferropénica. Es otra causa frecuente de pérdida de pelo en las mujeres. Puede ser ocasionada por una dieta inadecuada, un trastorno en la síntesis del hierro o una pérdida excesiva de este mineral. Lo bueno es que responde eficazmente a los aportes secuenciales de hierro.
3. Alopecia por enfermedades endocrino-metabólicas como las alteraciones tiroideas, una dieta hipocalórica (por debajo de 1.500 calorías), déficits nutricionales (con aporte insuficiente de aminoácidos, oligoelementos y minerales), por la ingesta de diferentes medicamentos, o por alteraciones inmunológicas. En todos estos casos será necesario un diagnóstico correcto y la instauración del tratamiento adecuado.
4. Efluvio telógeno (o caída estacional) es uno de los motivos más frecuentes de consulta tricológica en la mujer. Se trata de una caída de pelo no cicatricial en la que se pierden más cabellos de lo normal (que sería una pérdida de entre 100 y 150 pelos diarios), y que se suele manifestar como una pérdida visible de la densidad capilar, en ocasiones dejando auténticos manojos de pelo tras el cepillado o el lavado. No obstante, normalmente se trata de algo temporal, siendo uno de los casos más comunes la caída tras el parto.
Las causas de este tipo de alopecia pueden deberse, como sucede en la alopecia ferropénica, a enfermedades endocrino-metabólicas como el hipo o hipertiroidismo, habitualmente reversible tratando la enfermedad; a una deficiencia de hierro; fiebre; efluvio posparto (suele aparecer entre el primer y el cuarto mes de embarazo, pero puede persistir durante meses); dietas extremas, anorexia o bulimia; dietas hipocalóricas (de menos de 1.500 Kcal al día); dietas hipoproteicas y cáncer.
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¿Qué técnica utilizaría en el caso de una mujer con alopecia frontal fibrosante? ¿Y con una alopecia androgénica?
En los casos de mujeres con la llamada alopecia frontal fibrosante, caracterizada por el retroceso de varios centímetros de la línea de implantación frontotemporal, acompañada generalmente de pérdida de las cejas, el tratamiento quirúrgico suele ser poco exitoso.
En las pacientes con alopecia androgénica femenina siguiendo un patrón masculino, es decir, que pierden el pelo a nivel frontotemporal, además de un tratamiento médico utilizamos la técnica quirúrgica de trasplante de pelo con técnica FUE, de sus iniciales en inglés “extracción una a una de las unidades foliculares”, que puede proporcionar buenos resultados. Aprovecho para recordar que hasta el 10% de los trasplantes capilares fracasan por un mal diagnóstico dermatológico previo.
Se ha hablado mucho del COVID-19 y la caída de cabello, ¿hay relación?
La propia infección por coronavirus, como sucede con otras muchas enfermedades, provoca caídas intensas de pelo en las semanas posteriores a sufrir la enfermedad. Esta caída generalmente suele recuperarse poco tiempo después. Algunos tratamientos como el plasma rico en plaquetas (PRP), pueden ayudar a una más rápida y eficaz recuperación del pelo perdido.
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¿Y con una fase como la menopausia?
En la etapa premenopáusica aparecen cambios hormonales que se agudizan en la etapa postmenopáusica, con disminución de la secreción de estrógenos y un aumento de la susceptibilidad a los andrógenos, lo que conlleva adelgazamiento y pérdida de pelo. En esta etapa, en cambio, suelen normalizarse las alopecias causadas por déficits de hierro, ya que con la retirada del ciclo se elimina uno de los factores que es la pérdida hemorrágica y por tanto de hierro.
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