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La erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma tiene a España en vilo. Son muchas las personas afectadas por las coladas de lava, que avanzan lentamente en su camino hacia el mar, destruyendo todo lo que encuentran a su paso. Pero a este problema, se puede sumar otro, que es el relacionado con la inhalación de los gases tóxicos y el humo del volcán, sobre todo en aquellas personas más sensibles y con problemas respiratorios de base, como pueden ser el asma o la EPOC. Por eso, hemos querido preguntar a un experto, el doctor José Miguel Rodríguez González-Moro, jefe de la unidad de neumología de Vithas Madrid Arturo Soria, Vithas Madrid La Milagrosa y Vithas Madrid Aravaca, para que nos aclare en qué medida puede afectarles.
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¿Pueden los humos y gases tóxicos (sobre todo el dióxido de azufre) exhalados por el volcán causar problemas a nivel respiratorio en las personas que están en un entorno cercano?
El cómo afecta a los pulmones el dióxido de azufre dependerá de diversos factores como es la cantidad del dióxido de azufre que se inspira y del tiempo que dura la exposición. Es cierto que al respirar un aire que contiene dióxido de azufre este pasa al interior del cuerpo por la nariz y los pulmones son el primer órgano que entra en contacto con él.
En el interior, el dióxido de azufre se convierte en un gas irritante de las vías respiratorias que puede provocar desde edema pulmonar a taquicardias, palpitaciones, etc. Cuando las concentraciones son cada vez más altas estas favorecen la infección de las vías respiratorias.
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¿Hay personas con un mayor riesgo de padecer problemas respiratorios cuando están cerca de estos humos y sustancias que expulsa el volcán?
Entre las personas más susceptibles a estos gases están los niños y los ancianos. Los niños porque tiene un pulmón inmaduro con pocas defensas y los mayores porque tienen un pulmón senil y envejecido y cualquier agente tóxico tiene tendencia a dañarles. Además de la edad otro factor que influye son las enfermedades respiratorias persistentes como puede ser el asma. La agudización del asma en una de las situaciones más preocupantes cuando hay mucho dióxido de azufre en el ambiente. En este sentido, los asmáticos y los que padecen EPOC son los pacientes que más precauciones deben de tomar.
¿Cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de que tenemos un problema respiratorio relacionado con una erupción volcánica?
La aparición de sequedad de garganta, tos, expectoración, picor de ojos o si tenemos alguna enfermedad como asma o bronquitis crónica con aparición de disnea, que es la sensación de faltar respiratoria. Si notamos estos síntomas es porque estamos respirando agentes tóxicos.
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¿Qué medidas de prevención serían recomendables a nivel respiratorio para las personas que están cerca de una zona en la que se ha producido una erupción volcánica?
La medida más eficaz es alejarse de la zona cercana a las emisiones. Además, las mascarillas son útiles porque pueden evitar la entrada de partículas. Sin embargo, las mascarillas no paran los gases por lo que la recomendación principal es alejarse.
Los pacientes con asma y EPOC deberán tener a mano sus inhaladores y no olvidar tomar la medicación tanto la antinflamatoria como los esteroides inhalados y los broncodilatadores.